Foto 2: Ante el Consulado francés en Barcelona. Cortesía fotos: Maulets
Solidaridad con los estudiantes Yann y Pere, de Perpiñán.
Universidad y Gobierno francés temerosos de la contestación social contra las privatización de la enseñanza, responden con la criminalización y la represión
Dos estudiantes universitarios, Yann y Pere, de Perpiñán (Catalunya Nord, en el Estado francés) están siendo objeto de un claro abuso, control y violencia policial y judicial desde el pasado 19 de diciembre cuando fueron detenidos en sus domicilios a causa de su participación en las protestas contra la Ley de Autonomía Universitaria (LRU) que han sacudido las aulas universitarias francesas el pasado Otoño, con especial trascendencia la huelga de noviembre en la Universidad de Perpiñán que se saldó con un éxito de movilizaciones.
Un importante despliegue policial se presentó de madrugada el pasado 19 de diciembre en los domicilios de Yann y Pere para detenerlos, registrar sus apartamentos y vehículos, a pesar de no disponer de autorizaciones legales, e incautarles sus ordenadores personales. Tras una incomunicación de 55 horas, más 7 horas de aislamiento en las dependencias del Tribunal de Montpelière, se les acusa de participación en las mencionadas jornadas de lucha, además de “robo”, “ultraje en reunión”, “violencia” , “desórdenes” y “amenazas de muerte” sin presentar pruebas. La juez de instrucción de Montpelière, además, les ha abierto un expediente por haberse negado a realizar una prueba de ADN.
Se ha abierto un sumario de instrucción contra los dos jóvenes y a pesar de estar en libertad provisional están siendo sometidos a un brutal control judicial por el que se les prohibe terminantemente salir de Catalunya Nord (el departamento de los Pirineos Orientales), prohibición de acceder a la Universidad, entrar en contacto directo o indirecto con el personal universitario, de verse entre ellos y con determinado profesorado que presentaron denuncias contra Pere y Yann por supuestas amenazas e insultos.
Decir que cierto profesorado de la Universidad de Perpiñán con su decano y presidente, Jean Benkhalil a la cabeza, amenazó públicamente con llevar a cabo acciones represivas contra las protestas, por lo que es fácil deducir una relación directa entre estas declaraciones con las detenciones posteriores.
Tanto en Catalunya Nord como en Barcelona, se ha desplegado una campaña de apoyo a estos dos estudiantes, impulsada por Maulets, Alerta Solidària i el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans, y de la que se puede hacer un seguimiento a través de la web: http://www.catnord.cat/10campanya-yannpere.cfm
Está claro que detrás de este control judicial y abuso policial se encuentra un intento de criminalización de la contestación juvenil y universitaria y una clara voluntad de recorte de derechos tan elementales como el de la huelga y a manifestarse libremente. Que esta represión está siendo dirigida, además, contra aquellos sectores más conscientes y activos en las luchas estudiantiles, pues a nadie se le escapa que tanto Yann como Pere son destacados miembros de la Coordinació de Grups Anarquistes i del sindicato universitario “SUD Etudiant”, y uno de ellos, además, es militante de la organización juvenil independentista Maulets, que han mantenido en todas las jornadas de lucha un especial papel en las reivindicaciones.
Por ello se hace necesario anular, de inmediato, el control drástico judicial a que están sometidos Yann y Pere. Hacer pública la denuncia de su persecución con carácter claramente político y vengativo, detener el expediente abierto contra estos jóvenes y mostrar nuestra solidaridad activamente.
Que instituciones como la Universidad, la Justicia del Estado y la policía unan sus esfuerzos para criminalizar, perseguir y liquidar derechos tan básicos como el derecho a huelga y de manifestación no es nada nuevo. Al Estado le interesa que en las aulas no haya contestación alguna y se eduque y forme a “ciudadanos” dóciles y sumisos. El Gobierno francés con la LRU pretente implantar una ley excluyente y clasista, una política elitista que preveé la privatización del máximo de universidades francesas.
Debemos remarcar, además, que la respuesta represora del Gobierno con la complicidad de la misma Universidad pone en serio entredicho los valores democráticos de esta última institución, y corrobora, aún más, la obsesión del Estado francés en su creciente labor criminalizadora, de responder como único lenguaje con la represión y la coacción, contra toda constestación social –tanto en las universidades como en los barrios periféricos de las grandes urbes- del Estado francés, que de hace un tiempo para acá sus instituciones han caído por la pendiente de la fascistización total.
Solidaridad con los estudiantes Yann y Pere, de Perpiñán.
Universidad y Gobierno francés temerosos de la contestación social contra las privatización de la enseñanza, responden con la criminalización y la represión
Dos estudiantes universitarios, Yann y Pere, de Perpiñán (Catalunya Nord, en el Estado francés) están siendo objeto de un claro abuso, control y violencia policial y judicial desde el pasado 19 de diciembre cuando fueron detenidos en sus domicilios a causa de su participación en las protestas contra la Ley de Autonomía Universitaria (LRU) que han sacudido las aulas universitarias francesas el pasado Otoño, con especial trascendencia la huelga de noviembre en la Universidad de Perpiñán que se saldó con un éxito de movilizaciones.
Un importante despliegue policial se presentó de madrugada el pasado 19 de diciembre en los domicilios de Yann y Pere para detenerlos, registrar sus apartamentos y vehículos, a pesar de no disponer de autorizaciones legales, e incautarles sus ordenadores personales. Tras una incomunicación de 55 horas, más 7 horas de aislamiento en las dependencias del Tribunal de Montpelière, se les acusa de participación en las mencionadas jornadas de lucha, además de “robo”, “ultraje en reunión”, “violencia” , “desórdenes” y “amenazas de muerte” sin presentar pruebas. La juez de instrucción de Montpelière, además, les ha abierto un expediente por haberse negado a realizar una prueba de ADN.
Se ha abierto un sumario de instrucción contra los dos jóvenes y a pesar de estar en libertad provisional están siendo sometidos a un brutal control judicial por el que se les prohibe terminantemente salir de Catalunya Nord (el departamento de los Pirineos Orientales), prohibición de acceder a la Universidad, entrar en contacto directo o indirecto con el personal universitario, de verse entre ellos y con determinado profesorado que presentaron denuncias contra Pere y Yann por supuestas amenazas e insultos.
Decir que cierto profesorado de la Universidad de Perpiñán con su decano y presidente, Jean Benkhalil a la cabeza, amenazó públicamente con llevar a cabo acciones represivas contra las protestas, por lo que es fácil deducir una relación directa entre estas declaraciones con las detenciones posteriores.
Tanto en Catalunya Nord como en Barcelona, se ha desplegado una campaña de apoyo a estos dos estudiantes, impulsada por Maulets, Alerta Solidària i el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans, y de la que se puede hacer un seguimiento a través de la web: http://www.catnord.cat/10campanya-yannpere.cfm
Está claro que detrás de este control judicial y abuso policial se encuentra un intento de criminalización de la contestación juvenil y universitaria y una clara voluntad de recorte de derechos tan elementales como el de la huelga y a manifestarse libremente. Que esta represión está siendo dirigida, además, contra aquellos sectores más conscientes y activos en las luchas estudiantiles, pues a nadie se le escapa que tanto Yann como Pere son destacados miembros de la Coordinació de Grups Anarquistes i del sindicato universitario “SUD Etudiant”, y uno de ellos, además, es militante de la organización juvenil independentista Maulets, que han mantenido en todas las jornadas de lucha un especial papel en las reivindicaciones.
Por ello se hace necesario anular, de inmediato, el control drástico judicial a que están sometidos Yann y Pere. Hacer pública la denuncia de su persecución con carácter claramente político y vengativo, detener el expediente abierto contra estos jóvenes y mostrar nuestra solidaridad activamente.
Que instituciones como la Universidad, la Justicia del Estado y la policía unan sus esfuerzos para criminalizar, perseguir y liquidar derechos tan básicos como el derecho a huelga y de manifestación no es nada nuevo. Al Estado le interesa que en las aulas no haya contestación alguna y se eduque y forme a “ciudadanos” dóciles y sumisos. El Gobierno francés con la LRU pretente implantar una ley excluyente y clasista, una política elitista que preveé la privatización del máximo de universidades francesas.
Debemos remarcar, además, que la respuesta represora del Gobierno con la complicidad de la misma Universidad pone en serio entredicho los valores democráticos de esta última institución, y corrobora, aún más, la obsesión del Estado francés en su creciente labor criminalizadora, de responder como único lenguaje con la represión y la coacción, contra toda constestación social –tanto en las universidades como en los barrios periféricos de las grandes urbes- del Estado francés, que de hace un tiempo para acá sus instituciones han caído por la pendiente de la fascistización total.
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