Aníbal Bagauda
Revista Octubre, abril 2009
Si bien en época de bonanza los gastos de un estado, y su prioridad, hablan del mismo y de su cabeza, el Gobierno, en época de crisis, levanta la voz. En una situación de crisis como la que vivimos se deberían eliminar o reducir ciertos gastos y aumentar otros: eliminar o reducir significativamente todo gasto que no revierta en la mejora de la situación social de las clases populares, golpeadas por la crisis y su gestión, a la vez que aumentar drásticamente, sin la tenaza del déficit público (1), el gasto público destinado a los sectores productivos, a construir tejido industrial, a la creación y mantenimiento de puestos de trabajo y a la potenciación de los servicios públicos y sociales, especialmente Sanidad y Educación, que podrían ayudar de forma muy destacada a esa creación de empleo.
Ahora bien, la política gubernamental y estatal va en sentido contrario, profundizando en el neoliberalismo y dificultando la salida a la crisis, ya que ésta es de superproducción y tiene su origen en la polarización de las rentas (del capital y del trabajo) y en la consiguiente disminución de los salarios y del poder adquisitivo de los trabajadores, consecuencia precisamente de las prácticas neoliberales iniciadas hace tres décadas (2). En razón a esto, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2009 se han basado en una máxima profundamente errónea (en un sentido favorable a las clases trabajadoras), que utilizaron a modo de epígrafe para su presentación: “Unos presupuestos austeros para hacer frente a la crisis económica”.
En 2.009, hay no sólo contención sino también disminución de determinado gasto público. Así, en los PGE la Sanidad no era una de las prioridades de dicho gasto y aunque la Educación sí, el que le destinan tan sólo se incrementa en un 1.9% (en 2008 fue del 9.2%), cuando son dos servicios públicos de vital importancia para la sociedad, sobre todo para las clases populares, y llevan más de una década de famélica inversión que les ha llevado a una situación de franco deterioro, que, además, se aprovecha para privatizarlos. La inversión en Fomento de empleo es negativa (-1.3%) en relación con el año anterior, siendo de 7.583 millones de €, menor que la dedicada a Defensa. Por otro lado, ¿cuál es la inversión destinada a crear y desarrollar la industria, que permita tener una economía productiva, no especulativa, colchón de futuras crisis y que garantice un empleo estable? Ninguna, porque como dijo en su día Carlos Solchaga, “la mejor política industrial es la que no existe”.
Sin embargo, el Ejecutivo y otras instituciones del Estado no han reparado en gastos destinados a sectores parasitarios y no productivos.
En el anterior Octubre veíamos cómo la Iglesia Católica había recaudado en 2008, sólo en concepto de IRPF, 67.5 millones de € más que el año anterior, y cómo recibía de las distintas administraciones del Estado, por paga a las profesores de religión católica (unos 15.000, en colegios públicos), por la subvención a los centros privados, por exenciones fiscales (algunas tan importantes como el IBI), etc., un total de entre 3.000 y 6.000 millones de €. En la notas de ese artículo detallábamos que “El Estado destina unos 500 millones de euros para pagar a los profesores de Religión (católica) en las escuela públicas y a los capellanes en hospitales, prisiones y cuarteles” y que “paga más de 2.000 millones de euros a las órdenes religiosas que regentan las escuelas concertadas” (3). A ello hay que añadir el aumento de dinero que dan a otras confesiones religiosas, que va in crescendo porque así lo dicta la (Santa) Alianza de Civilizaciones, promovida por el señor Zapatero, y el multiconfesionalismo del P”SOE”. Es decir, que pueden llegar los ciudadanos a verse tan apurados que tengan que buscar las sobras de los grandes supermercados, que el régimen no escatima en gastos para alimentar a esta pandilla de parásitos chupa-sangre.
Siguiendo con el planteamiento inicial tenemos, además, que la política de gastos va a producir una hipertrofia de una parte muy concreta del Estado. La Oferta de Empleo Público para 2009 no sólo se ha reducido considerablemente (4), sino que del escaso número de plazas que se ofertan, el 81.25% va destinado a engordar el aparato represivo del Estado. Queda desgranado así: de un total de 17.948 plazas ofertadas para nuevos ingresos, 2.024 (11.27%) son para Policía Nacional, 2.328 (12.97%) para Guardia Civil, 2.883 (16.06%) para la administración de Justicia, 1.667(9.29%) para instituciones penitenciarias y 5.682 (31.66%) para las Fuerzas Armadas (5). Respecto a éstas, “El gasto militar (más del doble que el de Defensa) previsto para el año 2009, es de 18.609,60 millones de euros y representa 50,98 millones de euros diarios”, señala en su informe n°3 el Centre Delàs d’Estudis per la Pau de Justicia i Pau, que apunta que la disminución de dicho gasto en relación con 2008 no es del 3%, como dice el Gobierno, sino del 1.6%. Si bien es cierta esta disminución, hay que considerar aquí dos cosas. Primera, que suele haber una gran diferencia entre lo que se presupuesta y el gasto real (6); segundo, que la ministra Chacón ha puesto sobre la mesa la idea de aumentar el limite máximo de soldados en el exterior en más del doble (de 3.000 a 7.700), lo que incrementaría enormemente los gastos (financiados posiblemente con el fraudulento Fondo de Contingencia) y la losa que llevamos sobre las espaldas.
El Régimen es previsor y pareciera que se anticipara a futuras situaciones de estallidos y conflictividad social. Se arma con más manos con las que sostener porras (etc.) para reprimir a trabajadores, estudiantes (el señor Saura ha marcado la pausa) y organizaciones de izquierda y revolucionarias. Seguro que también tienen en cuenta el más que posible aumento de la delincuencia, consecuencia de una situación de deterioro social que polariza aún más la sociedad entre ricos y pobres, cuyo último responsable es el mismo Estado, especulador y dañino, llamado a aporrear, juzgar y encarcelar. Muy a propósito traemos lo que apunta Vicenç Navarro: “… a mayor desigualdad de renta que existe en un país (España es, junto con EE.UU., uno de los países de la OECD con mayores desigualdades), mayores el gasto público en policía y seguridad (España es el país, después de EE.UU., que tiene un porcentaje mayor de tal gasto, 2.1% del PIB, y EE.UU., 2.2%. (...). Tales datos muestran que a mayor desigualdad, mayor necesidad de medidas policiales y de seguridad para mantener el orden establecido. Y hay mucho orden que proteger en España” (7).
Para terminar, ¿qué decir de la Casa Real, real nido de crápulas? A ella los PGE destinan 8.9 millones de euros, un 2.7% más que el pasado año, que sale del bolsillo de todos, también de los que no llegan a fin de mes y de los que se ven ya obligados a buscar en los contenedores. Fn definitiva, más Trono, más Altar, más policía y ejército, cuando hay más paro, más pobreza, más desigualdad y miseria social. Grosso modo es la política social del actual Régimen monárquico, que evidencia lo que es: un cáncer que hay que extirpar si el cuerpo social quiere vivir.
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(1) Obviamente habría que aumentar los ingresos para hacer frente a estos gastos. La fiscalidad progresiva jugaría un papel de primer orden.
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(1) Obviamente habría que aumentar los ingresos para hacer frente a estos gastos. La fiscalidad progresiva jugaría un papel de primer orden.
(2) “La razón última de todas las crisis reales es la pobreza y la limitación del consumo de las masas frente a la tendencia de la producción capitalista a desarrollar las fuerzas productivas como si no tuviesen más límite que la capacidad absoluta de consumo de la sociedad” (K. Marx; “El Capital”, Libro III, Tomo II, Ed. Akal 74, p. 205).
(3) Luís de Sebastián, “Mucho dinero para la Iglesia española”, en rebelión.org.
(4) Un máximo del 30% de reposición: los nuevos ingresos son un 30% de los que, por diversos motivos, han causado baja.
(5) Fuente: Ministerio de Administraciones Públicas.
(6) “Los gastos de las fuerzas militases en e1 exterior que se presupuestan con 14,36 millones de euros parar el año 2009 cuando la realidad es muy superior, 668 millones se espera liquidar el 2008 y 642 millones es la cifra liquidada el 2007” (Informe citado).
(7) “Fraude fiscal y gasto público”, publicado en El Periódico, 28/08/08.
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