lunes, 21 de septiembre de 2009

SUICIDIOS OBREROS POR CULPA DE LA EXPLOTACIÓN

Continúan los suicidios obreros a causa de la explotación
Se ha suicidado el obrero número 23 de la empresa France Telecom. Se trata de Stephanie, una trabajadora de 32 años que se arrojó por la ventana de su oficina, dejando escrito un correo electrónico en el que se mostraba inconforme con su situación laboral: «Esta noche será la empleada número 23 que se suicida», escribió. El viernes se arrojó por la ventana de su oficina de París.

Esa es una de las frases de un correo electrónico que minutos antes de pasar al acto le envió a su padre y que esta semana ha revelado la revista París Match. «Cuando hablamos por teléfono esta mañana y me dijiste que te parecía que no estaba bien de ánimo, tenías razón. Mis pulsiones suicidas han vuelto y he decidido hacerlo esta noche», escribió la trabajadora que se arrojó desde un cuarto piso.

Veintitrés empleados de France Telecom se han suicidado desde febrero del 2008.
Los obreros lo atribuyen a la explotación laboral y los planes de reestructuración que prepara la empresa.

«Por supuesto, mi jefe no sabe nada pero seré la empleada número 23 que se suicida. No acepto la nueva reorganización del servicio. Van a cambiar a mi jefe y para tener al que voy a tener, prefiero morirme», agregó la trabajadora. «Dejo mi bolso con los teléfonos y las llaves en mi oficina. Sólo me llevaré conmigo mi tarjeta de donante de órganos... nunca se sabe», escribió.

Este mensaje electrónico, que el padre de Stephanie entregó a París Match, fue enviado a las 17:10 del viernes de la semana pasada. Minutos después, la joven pasó al acto y tras dos horas de agonía murió.

El martes pasado, presionado por el gobierno francés, France Telecom prometió cambiar sus métodos de gestión para frenar esta «espiral terrible» de suicidios.
¡¡Venga ya!!
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Un poquito de comprensión y un teléfono, su receta después de 23 muertesIker BIZKARGUENAGA
Periodista


El Gabinete de Sarkozy ha decidido tomar cartas en el asunto. Debió pensar que uno o dos, bueno, pero que con 23 el tema ya pasa de castaño a oscuro. Por eso, el ministro de Empleo, Xavier Darcos, invitó a su casa al presidente de France Telecom, Didier Lombard, y le dijo que así no podían seguir y que, por favor, tomara más en cuenta «la situación personal» de sus empleados. Sin duda, una contundente actuación de un Gobierno que aún mantiene un 27% de la compañía.
Lombard, faltaría más, hizo caso al ministro y anunció la creación de un servicio de atención telefónica con sicólogos, y la suspensión, hasta el 31 de octubre, de todos los traslados -obligatorios- y cambios de puesto. Que al menos estén tranquilos un par de meses, debió pensar.
Se me hace muy difícil ponerme en la piel de alguien que ha decidido quitarse la vida. Creo que es una decisión extrema, increíblemente dura, que, sin duda, debe estar motivada por una situación de presión brutal, de no ver ninguna salida, de total oscuridad. Por eso las palabras de Lombard ante el suicidio de 23 trabajadores de la empresa que preside me parecen una canallada, y la actuación del ministro de Empleo, todavía peor.

No creo que el de France Telecom sea un caso aislado, sólo uno que ha salido en los medios, en un contexto en el que muchas empresas, con el visto bueno de las instituciones, están cargando sobre los trabajadores los costes de la recesión económica. Por eso, aunque personajes como Fukuyama digan que estamos ante el fin de la historia, opino que sería más justo decir que ésta siempre se repite.

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