lunes, 9 de noviembre de 2009

La crisis capitalista mata

Más enfermedades en el trabajo

La mujer de Mario Marrupe no puede usar una colonia demasiado fuerte. Eso podría ahogar a su marido. Mario padece una hiperreactividad bronquial: al menor agente externo, sus débiles bronquios responden cerrándose y se le hace imposible respirar.
Y todo por una máscara equivocada. No es un caso tan aislado.
En Madrid se declaran oficialmente más de 1.000 casos anuales de enfermedades asociadas directamente al trabajo. En 2000 fueron 893, y desde entonces la cifra no ha parado de subir. En 2008, 1.228 según datos del Ministerio de Trabajo. Unas cifras con las que Comisiones Obreras discrepa: "Los casos reales multiplican por 10 los declarados, pero cuesta que administraciones y empresas lo acepten".

Mario Marrupe trabajaba en Cecosa, encargada de fabricar las monedas de euro. Era oficial de una línea de producción cuando, un día de 2001, se rompió una tubería de ácido sulfúrico. Mario se puso el mono y las protecciones y paró el vertido. Al día siguiente pasó lo mismo, y tras arreglar la fuga se empezó a sentir mal. En el hospital le explicaron que el ácido sulfúrico había quemado sus pulmones.
Resultado: una incapacidad total permanente y un tratamiento de corticoides de por vida.
Un juicio demostró la falta de medidas de seguridad en la empresa, ya que las máscaras que tenían no eran las adecuadas para el ácido sulfúrico. Mario no tiene dolores, pero pasar al lado del tubo de escape de un autobús o tener cerca un bote de lejía le puede resultar insoportable.

Las tablas del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST) muestran que la sordera por ruido se cobró 38 víctimas en 2006. Por detrás de las infecciosas (75), las de la piel (146) o las osteomusculares (773).
De sordera sabe mucho Isidoro Mateos. Tras 30 años trabajando en una fábrica de bombas de agua, empezó a notar que no oía bien. Lo mismo le pasaba a una docena de compañeros que habían pasado mucho tiempo trabajando sin protección. Y el foso de pruebas provocaba mucho ruido. Tanto que a cinco trabajadores se les ha tenido que reconocer una enfermedad profesional no invalidante. Isidoro ha perdido un 20 por ciento de audición en ambos oídos. La lucha para que se les reconociera la enfermedad ha sido "tenaz y larga". Isidoro, de 55 años, no recibió hasta enero de 2008 los 2.990 euros que le correspondían de indemnización. Denunciaron su situación en 2004.
CC OO estima que, realmente, hubo 1.697 casos en 2006.

- Las enfermedades osteomusculares son las más habituales: 773 registradas por el Instituto Regional de Seguridad y Salud de la Comunidad de Madrid.
- El sindicato CC OO estima que hubo 4.637 casos en 2006.
- El sindicato cree que 1.380 trabajadores sufrieron enfermedades mentales. No se registró oficialmente ningún caso.
- Según el Instituto Regional, 38 personas sufrieron sordera por el ruido en el trabajo. CC OO dice que hubo 1.697.
- Desde el año 2000, con 893 registros, el número de casos no ha parado de subir.

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