El pasado día 2 de diciembre de 2009, se llevaba a cabo el desalojo y derrumbamiento del centro social okupado El Generador,
con nocturnidad, apenas eran las 6:00 de la mañana, y con total premeditación y alevosía. El centro está situado en frente del puente San Martín en la ciudad de Toledo. Las actividades que allí se han llevado a cabo son tales como talleres educativos, de ocio y prácticos, charlas y debates, juegos, comidas populares, proyecciones de videos, conciertos y también la elaboración y manutención de un huerto. Todas estas actividades se han realizado de forma autogestionada y sin ningún ánimo de lucro.
En varios periódicos locales, han aparecido últimamente algunos artículos en los que se acusa directa e injustificadamente al centro y a las personas que frecuentan por él, de “tener atemorizado a todo el barrio” según palabras textuales del dueño del bar “El Tejar”. Es la persona que ha enviado los artículos a estos periódicos y además es el padre de uno de los violentos neonazis que en realidad son quienes atemorizan y apalean sin pensarlo a cualquiera que se cruce en su camino. También se podía leer que cuando los bomberos fueron a apagar las llamas del incendio que estos provocaron hacía unas semanas, el cuerpo de bomberos de Toledo dijo que el lugar estaba en situación de abandono. ¿Con qué apariencia se quedaría un lugar que acaba de ser rociado con gasolina y prendido después? No contentos con esto, después ha salido algún artículo que seguía diciendo que el estado de abandono era cierto, cuando el fin de semana siguiente al suceso se reconstruyó totalmente el centro y se hicieron varias actividades algunos días después. De todas formas, en los propios artículos no dicen nada de quien o quienes fueron los causantes ya que eso no les conviene. Algún motivo habrá…
Algunos de los motivos que hacen pensar en cuales fueron las causas de la orden de derribo, son las falsas acusaciones que el dueño del bar vierte sobre el centro y sus responsables. “Casualmente”, este bar es frecuentado a diario por policías locales, nacionales, guardias civiles y cómo no, neonazis amigos del hijo. Además son amigos de abogados, jueces y de personal de varios periódicos locales de Toledo, lo que explica la publicación de los artículos sin una previa denuncia o justificación legal, y la impunidad que reciben los citados violentos skinheads ultraderechistas.
Otro de los motivos por los que supuestamente se procedió al derribo, fue el peligro de desprendimientos en la zona del acceso al centro. Dicen que se hizo por la propia seguridad de quienes frecuentan el lugar, pero en realidad lo único que les preocupaba era el derribo en sí. Resulta que el camino está en peligro de desprendimientos, pero siguen permitiendo que los autobuses de turistas sigan aparcando encima. Resulta que se logrará la seguridad derribando el edificio, pero no hay ningún cartel municipal que indique de ningún peligro. Los desprendimientos son inminentes, pero posteriormente se han construido unas casetas para colocar dentro varios focos. Habrá que ver también si pasado el tiempo se toman “más” medidas de seguridad o por el contrario se conforman con el desalojo ilegal y posterior derribo. Si de verdad existiese un inminente peligro de desprendimiento ya se habrían tomado una serie de medidas que no se han tomado en absoluto. Si de verdad fuera necesario el desalojo del lugar prohibirían el acceso a todo el parque, ya que los desprendimientos podrían producirse en cualquier punto.
De todas formas hay constancia, además de estudios hechos que demuestran que toda la zona del valle, además de la zona de en frente de el Generador tiene peligro de desprendimientos. Estas zonas están diariamente frecuentadas por vehículos y personas. ¿Por qué no se les da a estos sitios la misma importancia en relación a riesgos que al centro desalojado cuando el peligro es el mismo?
Varios efectivos de la policía secreta de la brigada de información, estuvieron bajando durante varios días de la semana previa a lo sucedido y a primera hora de la mañana, al lugar donde estaba ubicado el centro para cerciorarse de si allí solía haber gente a esas horas. Después, la propia policía comentaba a las personas afectadas que a ellos también les había llegado de improvisto. Resulta que el concejal Titular del Área de Gobierno de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Rafael Perezagua Delgado, es la persona que supuestamente dio la orden de derribo. ¿Es realmente posible que dicho concejal haya dado esta orden sin que la propia policía lo supiera? Hay que decir que también está implicado en el tema el subdelegado del gobierno Francisco Javier Corrochano, quien ha ordenado el gran despliegue policial que era totalmente innecesario y desacorde con la situación. Toda la mañana del día de los hechos, los concejales, sus secretarias y demás funcionarios han ido “escurriendo el bulto” diciendo que ellos no sabían nada del asunto ni de la supuesta orden, y enviando a las personas afectadas a hablar con otras personas que a su vez hacían lo mismo. Todo ha sido una trama organizada para intentar desarticular a un grupo de personas que hacían actividades sociales sin la supervisación del ayuntamiento y de las autoridades.
Ya hubo hace más de dos años un intento de desalojo del centro, el cual no siguió adelante ya que este no estaba dentro de la “legalidad” que una orden debía autorizar, es decir, no había una orden escrita la cual es legalmente necesaria. Esta vez, el desalojo y derribo se han hecho a una hora muy temprana para asegurarse de que no tendrían problemas a la hora de posibles reivindicaciones, ya que no hubo ningún tipo de aviso hacia las personas que frecuentaban el lugar. Además allí se guardaban numerosos objetos de valor, los cuales la mayoría han sido destruidos con el edificio. Otros posiblemente han sido robados por las autoridades que llevaban a cabo el desalojo. Entre los materiales incautados, robados y/o destruidos se hallaban un grupo electrógeno de gasolina, una bomba para sacar agua, una cocina de gas con dos bombonas, varias bicicletas, dos piraguas con sus correspondientes remos y chalecos salvavidas, varios calefactores, colchones, esterillas, mantas, todo tipo de herramientas y materiales, mesas, sillas y un sinfín de objetos con valor material y personal.
Quizá se haya pretendido quitar del medio a ciertas personas, pero ahora mismo lo que menos hay es desmoralización. Dentro de la rabia contenida resurge una gran alegría, porque de este acontecimiento se aprenderán más cosas y se iniciarán nuevos proyectos, los cuales deben surgir siempre para continuar resistiendo contra toda dominación.
El Generador sólo fue el principio...
Queda mucha leña por cortar...
Por mucho que un espacio desaparezca, algunas mentes no dejarán de insurreccionalizarse jamás...
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