Carta desde la cárcel de Zuera, Zaragoza, de Iolanda Fernández Caparrós

Zuera, julio 2010

Muy buenas queridiños!!

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Por fin encuentro un poquito de tiempo para escribiros unas líneas ... aunque más que tiempo lo de no escribir se debe más a la limitación del correo que otra cosa ... Ya sabéis, como no puedo enviar más de dos cartas a la semana, a veces resulta complicado poder llegar a todos los sitios. ¡Para eso precisamente ponen las limitaciones, para intentar aislarnos aun más, como si no fueran pocos los cientos de kilómetros que nos alejan de nuestras familias y amigos!

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En cuanto a mis condiciones, os comento que no hay grandes novedades. En líneas generales se asemejan mucho a la del resto de las cárceles. En mi caso concreto (al igual que otros muchos camaradas) me encuentro en 1º Grado, lo que implica un horario más restringido y algunas limitaciones importantes a la hora de participar en actividades. Así, aunque me encuentro en un Módulo de 2º Grado me debo quedar toda la tarde en la celda lo que lleva de suyo que no puedo participar en las actividades que se realizan a esas horas, como por ejemplo en las manualidades.

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Por lo demás sufro semejantes condiciones al resto de compañeros. Intervención de todas las comunicaciones (tanto escritas como orales), limitación de correspondencia (dos cartas a la semana) y por supuesto dispersión, no sólo por estar a cientos de kilómetros de familiares y amigos, sino también con respecto a otros camaradas, llevando ya varios años sin compartir patio con ninguna compañera.

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Cierto es que a diferencia de otros camaradas de momento no encontré trabas en el tema estudios y puedo participar en algunas actividades deportivas siempre y cuando cuadren en horas de patio. Ya que luego, sin duda ninguna lo peor de este destino es lo lejos que estoy de la Tierra y no poder compartir cautiverio con otras camaradas. Esta situación limita enormemente las relaciones que se ven restringidas a la correspondencia. Este es prácticamente el único medio por el que poder mantener relaciones y romper con el aislamiento. Es por eso, que no es extraño que de cuando en cuando alguna carta "desaparezca" para así dificultarnos aun más las relaciones. Por eso es tan importante que desde la calle hagáis un esfuerzo para animar a la gente a que nos escriba pues es el único medio de no desvincularnos por completo de lo que acontece al otro lado de los muros y para que, al mismo tiempo, se conozca la realidad de este lado.
Por ahora no me voy a extender mucho pues está visto que para que las cartas pasen la censura no conviene alargarse demasiado ... Otro día entraré a hablaros de cosas más concretas para que vayáis conociendo el funcionamiento de estas casas.

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Hoy voy despidiéndome animándoos a seguir con el trabajo solidario que tan necesario es en estos tiempos que corren y felicitándoos por el esfuerzo que estáis haciendo para sacar adelante el Comité de Solidaridad. Se agradece contar con vuestro apoyo.

Hasta otro día. Muchos besitos y un abrazo.

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Iolanda Fernández Caparrós

Presa política del PCE(r)