domingo, 26 de junio de 2011

Entrevista familiar preso político. La dispersión la pagan también mortalmente los familiares

 
Memoria Histórica del día:

-1890: “Sufragio universal electoral” solo para los hombres, en España.

-1928: Los soldados y marinos griegos se ponen al lado de los obreros en huelga en media Grecia.

-1936: Se forma el PSUC. Joan Comorera es elegido Secretario General.

-1960: Se proclama la Independencia en Madagascar.

-1978: En Sestao (Bizkaia), Felipe Carro Flores, muerto por la Guardia Civil en un control de carretera. Natural de Barakaldo

-1979: Huelga General en Valencia en protesta por el asesinato policial el día anterior de Valentín González.

-1981: Antonio Murillo Chacón, civil y vecino, muere en Hernani (Gipuzkoa) por disparos, en un nuevo episodio de guerra sucia.

-1985: En la cárcel de Alcalá Meco “aparece” ahorcado el militante de ETA José Ramón Goikoetxea Bilbao, de 26 años de edad. Vecino de Loiu (Bizkaia).

 
Carta sobre el 30 aniversario de Kepa Crespo Galende:

Algunos kuantos nos akordamos de los kaídos (ke no muertos) y otros, mendigando una democracia, un capitalismo... más justo!!??
Algo en común (son muchas kosas...) entre comunistas y anarkistas..., ke kon ese invento del 15-M. no tragamos!!
Hasta el rey de los torturadores les apoya..., Garzon!! mientras kualkier acto de rebeldía, es kondenado por esta gente... algo huele mal!!
Pero no se enteran..., y lo llaman revolución!! Pa kagarse!!
salud!!

Alex


ENTREVISTA:


Familiar preso político antifascista que sufrió un accidente por la dispersión penitenciaria. Sucedió en 2007. Narrado en 2011.


Porque las cosas no son como en las películas carcelarias de Antena 3 cuentan”.


-Recientemente habéis estado 15 días sin noticias...
-Al llegar a cada cárcel, tras varios días en tránsito en otra diferente cárcel que jamás conoce de antemano el preso o presa política; la lista de teléfonos, visitas, autorizaciones... se tiene que “re-aprobar” por la dirección de cada prisión de “destino” temporal. Si llamas a la prisión que supones y aún no ha llegado el preso o presa política, te contestan con un tajante “No reside aquí”. Sin más información si de, por ejemplo, nuestro hermano o amiga o solidario, se sitúa en ese mismo día, pongamos, en la cárcel de Soto del Real, o en algún módulo de otras de las 5 o 7 prisiones de unos 500 km. a la redonda.

-Tuviste accidente en una visita a la cárcel en 2007.

-Cuando en la vida normal iniciamos un viaje, en un seguro coche o autobús, la madre, el colega, la hija nos podrá llamar seguro y localizable al instante que necesitemos. ¿Imagináis la angustia de los familiares y amigos de los presos políticos? Y eso en cada “Kunda”, traslado, destino, juicio..., en algunos casos durante más de 15 días.

Cuando ya es localizado el colega o familiar preso (“aquí no hay facebook ni twentis que valgan para actualizar el directorio”), llamas a la cárcel y ahora en 2011 te remiten a un nuevo formulario en internet para atar las visitas. “¡Joder!, hay que volver a meter todos los datos que ellos ya tienen archivados de otras cien veces”. “¡Ostia!, en tal o cual cárcel hacen obligatorio el dataje y fichaje de huellas, pero si soy el familiar, no el interno!!...”.

Coges el coche un viernes a la mañana, porque en esa cárcel las visitas son ese día para ese preso político. Jota no ha podido librar en la tienda, pero tú has tenido suerte, el jefe te ha dejado “fiesta” ese día para poder visitar al sobrino. Es un taller pequeño, y tu jefe está concienciado del tema de la dispersión, pues tiene una amiga “en la cárcel, por política”. A veces la represión del Estado une a los criminalizados y a los concienciados. Sí, tienes “suerte” además, porque “la prisión entre ida y vuelta a casita esa misma noche “solo” está a 1.000 km de coche”. Paras a comer en el camino, la tortilla está fría, pero te entra bien. Solo repostar y mear. Venga, a verle, “que seguro está más guapo que nunca, aunque en la UNED tiene muchos problemas para estudiar”. Joder, lleva todo el camino lloviendo...

No ha sido nada, chapa trasera y ruedas traseras pinchadas y desequilibradas. Joder, si nos hemos dado en total unos 10 coches y camiones. Ahhh, lo primero... marcas un nº de la cárcel que llevas apuntado. “No llegaré a la visita, he tenido un accidente”. No lo puedes decir, porque tras varios intentos no te cogían, luego sí, pero se cortó definitivamente. Luego llamas al seguro, pues el camionero majete te dice que “lo primero es lo primero...” aunque entre el barullo la guardia civil y una ambulancia ya están aquí. Tú estás “tranquila”, pues estás bien, aunque un poco conmocionada. Solo faltaban 150 km para llegar a ver 40 minutos al ser querido... Joder!!!! El camionero me dice que al menos no ha sido nuestra la culpa...

Al tercer día pudo llamar a casa totalmente preocupado. Obviamente no le habían notificado mi no presencia, y tras volver del vacío locutorio, vio en la tele las nevadas en esas carreteras y los varios accidentes, todos leves, informaba TVE. Le tranquilizas en seguida “sólo chapa y ruedas, tranquilo. Jajaja, que risas con un camionero...”. ¿Tranquilo?. Agotó el viernes las 5 llamadas semanales de 5 minutos, y la cabina no le puede reactivar hasta el lunes a la mañana. “No tengo ni un rasguño. Se llevó el coche la grúa. Como no ha sido culpa mía, lo cubre el seguro. Jajaja el camionero qué majete, les dijo a la guardia civil inútiles y de todo jejeje”. Ya, calmado. Vamos a hablar de... pipipi. Han pasado los cinco minutos grabados... en tu cerebro y sabes que también en el Ministerio del Interior.

-Pero a la siguiente visita volviste...

-Le has prometido ir “han asegurado sol y carreteras despejadas”. Te dejarán un coche “no hay un puto bus ni tren a esa cárcel”, la hermana del colega que está preso en Herrera. El tuyo en el garaje para 20 días. Pero para la siguiente visita, ya habían movido a juicio al sobrino. Se tuvo que atar para 3 semanas después. Ahora son 1.350 km.

-Y han sido docenas de veces más, decenas de miles de kilómetros...
-Me acompaña manu, (amigo íntimo del preso político). No dejo de tener la pesadilla del golpazo de cervicales recibido en el accidente, el barullo, el papeleo. Y haciendo cuantas, el dineral gastado por la dispersión, por los juicios-farsa, por las condiciones de intento de exterminio de mi familiar y de todos los presos y presas políticas. Haciendo cuentas, la dispersión castiga sobremanera a los solidarios y familiares. Son 20 los muertos en las carreteras de la dispersión. Cientos los heridos. Miles de coches accidentados, pues son ya 30 años de presos políticos en la `democracia´, visitas truncadas, gastos multimillonarios para cualquier familia obrera, tener que viajar 2.300 km. para una visita de 40 minutos de Galiza a Cádiz o de Gipuzkoa a Huelva...”.

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