jueves, 1 de marzo de 2012

Difusión material proamnistía. Cultura Popular: Gorki

 
Difusión:


Panfleto en Galicia sobre la situación de Mari Jose Baños Andujar

 
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CULTURA POPULAR



Gorki, tristeza por la humanidad


Alekséi Maksímovich Péshkov, Máximo Gorki -Amargo-, es autorizado a regresar a Rusia el 16 de enero de 1914, tras 8 años de exilio. A los pocos meses, ya escribe una crónica amarga sobre cómo los marines yanquis ocupan Veracruz el 20 de abril, matan a cientos de mexicanos en los combates y se quedan con el petróleo de dicho país. En julio Austria-Hungría declara la guerra a Serbia, en agosto Alemania a Francia, y el Partido Socialdemócrata alemán les aprueba los créditos de guerra. Dos días después los austro-húngaros declaran la guerra a Rusia, y Serbia a Alemania. Gorki llora amargamente por el futuro de la humanidad: “Para triunfar en la lucha por la vida, el hombre ha de tener o una gran inteligencia o un corazón de piedra”. Sí, el Gorki de La Madre, el Gorki que para 1898 ya tenía compilados dos volúmenes de su producción narrativa. El que fue nombrado miembro honorario de la Academia Imperial de Ciencias, pero al que en 1902 le retiraron dicho honor por ser militante comunista: “Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud”. El que estuvo en la cárcel por defender dichas ideas. El que se tuvo que exiliar por ellas. El que formó un Centro de Emigración Revolucionaria en la isla italiana de Capri hasta poco antes de estallar la Primera Guerra Mundial. El que trabajó hasta la extenuación por la revolución: “Los hombres son siempre niños, aun cuando a veces asombren por su crueldad. Siempre necesitaremos educación, tutela y amor”. El que regresó a la URSS en 1928 de la mano de Stalin. El que fue nombrado presidente del Sindicato de Escritores Soviéticos. Sí, él mismo, el que lloraba amargamente por cada acto que la humanidad vivía. El comunista más comprometido, el comunista más sensible. El que, aún de decir siempre “Un hombre alegre es siempre amable”, murió de tristeza por la humanidad en 1936.

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