Memoria
Histórica muy actual:
Y
las palizas en las cárceles, las torturas, el intento de exterminio
de presos supuestamente protegidos en instancias gubernamentales, ¿no
debiera ser juzgado y castigado como ejemplo de “memoria
Histórica”?
Carta
de marzo de 1.999 de Suso Cela Seoane a su madre tras la brutal
paliza recibida a manos de catorce carceleros de la prisión de
Badajoz el 31 de enero de 1999, por negarse a un cacheo con desnudo.
A golpes fue tirado al suelo, pateado, pisada la cabeza... Sufrió
una nueva provocación el 2 de marzo, por la misma banda, a la salida
de un vis a vis.
Tenía
además un enorme conflicto con las salidas al médico externo, al
urólogo, ni le hicieron resonancias durante todos esos meses, desde
agosto del año anterior. Estuvo dos años en dispersión del resto
de compañeros y tuvo que desarrollar chapeos, huelgas de hambre
(junto a los presos vascos), encarteladas... en febrero y marzo de
1999.
Sigue
preso en 2012.
Cuando
la represión se estrella contra la dignidad de un revolucionario
"En
cuanto a mí, tengo que decirte, viejiña, que estoy fenomenal. En
serio. Mira, es una satisfacción de que, a pesar de que me dieron
una paliza, los vencí y, no sé, una satisfacción especial. Mira,
cuando me dieron el primer curro, ellos se pensaron que iba a ser
como siempre, que le pegan a la gente y la gente no se defiende;
cuando alguno de ellos también recibió, daban con más saña; pero
ya era diferente. Cuando pensaron que me tenían derrotado, me dicen
que me desnude y cuando les digo que se vayan a la mierda, pues eso.
Además se lo dices con ese orgullo y, aunque te vuelvan a patear,
sientes cómo les estás ganando y te puedo asegurar que es
demasiado. Cuando, después, te llevan a la enfermería y nuevamente
te enfrentas con ellos porque no querían salir de la consulta y les
gritas y te enfrentas, y cuando te llevan para el aislamiento rodeado
por toda la tropa y les dices: Joder, ¿y vosotros sois los
demócratas?' Joder, viejiña, te sientes como el rey del mundo. No
sé, es una sensación super agradable que te hace sentir bien
contigo mismo. Te hace sentir victorioso. No sé muy bien cómo
explicártelo. Por eso, cuando llegué al aislamiento, me reía
porque me estaba dando cuenta que NADA PODÍAN CONTRA LA RAZÓN,
CONTRA LA DIGNIDAD, AUNQUE FUESE A GOLPES. SON UNA VERDADERA MIERDA,
COMO SI LLEGAN A VENIR 50, NO ME HUBIERAN VENCIDO Y ESO ERA LO
IMPORTANTE. ESO ES SIEMPRE LO IMPORTANTE".
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