jueves, 12 de julio de 2012

Carta de Marcos Martín Ponce, prisión Morón de la Frontera.

Cartas desde prisión:



Reflexiones de Marcos Martín Ponce sobre el 15-M y la represión


Ayer comenzaron las primeras manifestaciones por lo del primer aniversario del 15-M. En Madrid, desde luego, abarrotaron la puerta del Sol y muchas de sus calles y plazas adyacentes. Con lo poco que pude captar desde la TV, pienso que si se ha logrado mantener y aumentar la participación social en estas protestas ha sido gracias al trabajo que se tiene que estar haciendo en las Asambleas de Barrio.


En este año seguramente se habrán abierto más y mejores perspectivas en muchos de los frentes: los desahucios han aumentado a casi 300 por día, con lo que la frustración y rabia de la gente crece aceleradamente; también han existido alternativas bastante creativos en el terreno de la desobediencia civil, los ejemplos más claros son los miles de personas que se niegan (y además, lo reivindican) a pagar los trasporte públicos o en las autovías, cosa impensable hace apenas un año; también cabe señalar los sabotajes en el metro que han hecho perder millones a las empresas de trasportes.


Por otro lado, muy pocas veces nos hacen conocedores del dato de que hay 30 manifestaciones diarias en España. Y no es para menos con el sablazo que el Estado (porque esto no es cosa exclusiva del Gobierno, que es un mero ejecutor de los dictados de la oligarquía financiera), está dando en los derechos y libertades de amplios sectores de la población. Sería muy difícil ponerse a enumerar aquí todas estas iniciativas que se han desarrollado en defensa de la salud, de la enseñanza, de las relaciones laborales, de la autogestión y de la solidaridad vecinal que tan quebrada había quedado bajo el influjo de la ideología neoliberal burguesa que el Estado se había cuidado muy mucho de difundir a diario desde monopolios mediáticos.

 Así, por sí solos, separados unos de otros, es posible que no se les dé importancia, pero en su conjunto, y echando la vista a tan solo un par de años atrás, no sería justo, ni objetivo no darse cuenta de que se ha iniciado un proceso en el que la sociedad está sacándose de encima la carcoma y saliendo de una degradante involución social para ir recuperando poco a poco espacios y métodos de organización popular y solidaria. Tan solo esto es ya positivo. Yo soy consciente de que tiendo a ver la botella medio llena, a pesar de que en este año de “inicio” del mencionado proceso evolutivo social, es evidente que las lacras “pacificadoras” y las tendencias a la legalidad promovidas por los vendeobreros y asalariados del Capital, han sido una tónica que han lastrado una evolución más radical y combativa de este proceso.



Pero la realidad es tozuda, y nos muestra día a día que la crisis sistemática del capitalismo acelera su caída y con ella salen a la luz las verdaderas formas de política impositiva fascista, que no son otra cosa que las cartas sobre la mesa de las intenciones de la burguesía de hacer pagar a la clase obrera el peso de la caída de su Sistema. De ahí que no pase una semana sin que se adopten nuevas medidas que recortan derechos y libertades ciudadanas, a la vez que se adoptan otras tantas que tratan de impedir la reacción y resistencia de los sectores populares que tienden a organizarse. También la burguesía reacciona al proceso evolutivo social, pero en el sentido de involución fascista que requiere tomar “medidas preventivas”. Dicen que “todo aquel que ofrezca resistencia activa o pasiva a las órdenes de la policía será acusado de desobediencia o/y atentado a la autoridad” o “todo el que convoque una manifestación que termine en altercados será acusado de asociación ilegal y podrá ser encarcelado durante 6 años”. Así se continúa cerrando el círculo que comenzó con la intención de legalizar el terrorismo de Estado con el Gobierno de Aznar.


El caso es que la policía tiene vía libre para TODO. Sin ir más lejos, el propio Comisario General de Coordinación Territorial de los Mossos d´Esquadra nos daba una pista de por donde van a ir los tiros: imponiendo a los medios de comunicación que publicasen las fotos de los militantes que formaron piquetes en la huelga general del 29-M, también amenazó con que la policía había elaborado una lista negra (¿como las SS?!) de 80 de estos jóvenes anticapitalistas a los que llamaba a ser delatados por la población, como en la Alemania nazi, y con esto añadía: “los vamos a cazar. Ya sea en una cueva, en una cloaca, donde se esconden las ratas, en una asamblea, que no representa a nadie, o detrás de una silla de una Universidad”. Así que ya ves, mientras unos piensan en denigrar los pasos que, poco a poco, se van dando para alcanzar un nivel óptimo de convivencia popular que permita subir un escalón en la organización del Movimiento Político de Resistencia (MPR), la represión del Estado se toma su trabajo en serio, conocedores de que si el MPR se refuerza y consolida, puede echar a rodar una bola que los pase a todos por encima. Y en eso es en lo que habrá que trabajar con la experiencia y la legitimidad que nos ha dado estos últimos 30 años de Resistencia al capitalismo.



Desde el C.P. de Sevilla 2 (Morón de la Frontera), a 13 de Mayo de 2012

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