Carta de Juan García Martín, preso comunista.

Carta de Juan García Martín:


Puerto III, Módulo 8, 26 julio 2012

(…) Recibí vuestra carta con la solapa del libro “Aproximación a la historia del PCE”. Qué buena labor está haciendo la editorial Templando el Acero.

Estoy de acuerdo con el análisis de qué rápido cambian las cosas, en todos los terrenos. La crisis económica, la crisis política de “los de arriba” (que, parafraseando a Lenin “Cada vez menos pueden gobernar como antes”) y, también y esto es para alegrarse especialmente, la movilización de “los de abajo”. Creo que ahora sí! el movimiento de masas espontáneo, en especial el de la clase obrera y los jóvenes, va recomponiéndose; lentamente, con zig-zag, avances y retrocesos, va saliendo de la postración que les supuso la combinación de ilusiones reformistas, el hundimiento de la URSS, reconversiones y represión, el ilusorio “estado de bienestar”, represión a su vanguardia... ¡Grandes cosas nos quedan por ver!.
Yo pienso que el principal obstáculo que aún lastra esa recomposición viene del peso muerto, que tira para abajo, que suponen las mafias sindicales, los reformistas de todo pelaje, los “cansados” de alguna que otra “guerra”, los reconvertidos en “posibilistas” y algún que otro “izquierdista” que les encanta cultivar el propio espontaneismo que conlleva este movimiento que resurge. Como decía Máximo Gorki, “No hay peor enemigo que el que habla tu propio lenguaje”. (…)

(…) He leído en Gara varios artículos de Gil de San Vicente y otros varios “teóricos”, y me he pillado unos cabreos de espanto. A estos “izquierdistas de salón” no hay que dejarles pasar un solo dislate en el plano teórico. Pero desde aquí y en nuestras condiciones de aislamiento... Os envío una joyita.

De publicaciones que habéis enviado, cito: periódico “Magnolia”, el TMEO 25 aniversario, el “Etcétera” nº 50 (que está mejor que el 49), recortes de prensa. (...)

De por aquí no hay novedades dignas de contar: seguimos con nuestra vida limitada. Abrieron el taller del módulo pero como no hay dinero, no hay material; encima, si haces algún trabajo por tu cuenta, no puedes sacarlo a la familia.

Y la salud , vamos soportando los achaques, mis cataratas siguen avanzando lentamente y mi lumbago me da sustos de vez en cuando.

Cuidaros. Un fuerte abrazo.