Cárcel de Badajoz 12 octubre 2012
La muerte de Candelas del Pino , quieras que no, aunque se esperase el desenlace, es un palo muy grande, y más para vosotras, compañeras de tantas batallas. Y más en estos últimos 30 años, que siempre estuvisteis a su lado. No, muchas no pudisteis estar en carne y hueso para despedirla, pero mirad cómo andáis vosotras también de salud... () Sólo quisiera estar ahí y poder abrazaros muy fuerte, y con un licor café, charlar en torno a una mesa y recordar todo eso mundo de cosas y vivencias con Candelas que acabarían sacándonos una sonrisa. Con esa electricidad inquieta que tenía Candelas; porque estoy seguro que no quisiera que nos pusiéramos tristes. ¿Sabéis una cosa que me hacía ilusión? Ir con Candelas a rendir un pequeño homenaje a su hija Isabel, y ya no va a poder ser; pero cuando podamos, lo haremos, y muy sentido homenaje a madre e hija. (…)
Pues no pude mandar unas leyes cuando falleció, solo comentaros lo que fue y representó Candelas para mí. De la ilusión que me hacía poder ir con ella a visitar a Isa en el cementerio. Sabéis, a veces aquí dentro, puede que verdaderamente no seamos conscientes del todo del paso del tiempo; piensas que Candelas es una de esas personas que como siempre ha estado ahí, va a estar siempre ahí... Y ya no podrá ser, pero como os comentaba, cuando podamos, iremos a visitarlas.
Suso
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