Letras de un concienciado
Comentaba hace poco con un muy buen amigo lo curioso del proceso que se vive y que empieza al conocer los escritos políticos, y que no cesa de ahí en adelante.
La verdad es que uno cuando tiene acceso las primeras veces a dichos escritos, lo primero que le llama la atención es la historia de sus autores, y queda prendado no por el contenido de los mismos, sino por el interés cuasi novelesco que emana de ellos. Clandestinidad, mil vivencias que uno se imagina, dificultad extrema para su elaboración por realizarse esta bajo persecución, esas cosas son las que llaman más que el contenido propiamente dicho.
Puede que esta visión esté motivada por el desconocimiento de la política que es inherente en todo principiante. Pero de repente, un buen día, te vas dando cuenta de que esos papeles no solo satisfacen un interés que podríamos llamar de lector compulsivo en busca de aventuras, sino que también te ofrecen unas explicaciones acompañadas de una seguridad increíble al darlas, de todo aquello que te parece injusto y que si bien no entiendes el porqué de su existencia dada la recién mencionada falta de experiencia política, sientes muy profundamente.
A ese sentimiento se une el de querer cambiarlo, y esto es lo que te hace pasar de la primera fase (la admiración literaria) a la segunda: el análisis político.
Pasas entonces a ojear desde una óptica bien distinta dichos documentos, así como textos de la gente en los que los autores dicen basarse.
Si bien este proceso es largo y complejo, es uno de los más satisfactorios, porque no solo te da la herramienta para entender lo que antes únicamente despertaba tu curiosidad literaria, sino porque dependiendo de la intensidad e interés que uno le ponga, puedes llegar a aprender a manejar esa herramienta para cambiar este sistema injusto basado en la explotación del hombre por el hombre.
Hasta que un buen día encuentras muchos porqués: encuentras la causa de toda injusticia, entiendes cual es el motor de la historia, ves clarísimo el porqué de la opresión, el interés para que no nos concienciemos, las razones que el Estado tiene para mantener nuestras mentes aletargadas, llegas a la conclusión de que lo que te enseñan en las instituciones oficiales se rige por dicho interés, comprendes el valor y la importancia que tuvo, tiene, y tendrá siempre la solidaridad, la importancia incuestionable que tiene el organizarse y pelear, e infinidad de cosas más.
Y de la segunda fase pasas, como consecuencia de todo lo anterior, a la tercera: la interiorización.
En principio puede parecer lo mismo que la comprensión, pero no lo es. La comprensión consiste en entender porqué pasa aquello que no te gusta que pase. Sus razones y motivos. Y también la forma para cambiarlo.
Pero la interiorización lleva inevitablemente aparejada consigo el hacer de los problemas de las clases y masas populares, tus problemas. Supone el sentir como propia cualquier injusticia. Supone adquirir un nivel de concienciación tal, que no te permita pensar que puedes hacer algo y no lo hagas. Y a la vez, que cuando lo hagas te sientas orgulloso por hacerlo, y bien contigo mismo, por actuar en conformidad con lo que creías que tenías que hacer.
Una vez en este estado, es muy difícil quedar al margen y no actuar contra la injusticia. Hay mil maneras para hacerlo, y cada uno verá cual es la que más se adecúa a sus capacidades.
YO invito desde aquí a la lectura, comprensión, e interiorización de textos políticos, como pueden ser por ejemplo las cartas de presos que se publican en esta web, ya que si seguís el proceso que acabo de describir, recibiréis la que puede ser una de las mayores satisfacciones de vuestra vida.
Pd: aprovecho este artículo para dar la bienvenida a las expresas políticas Carmen López Anguita y Marian Ruíz, excarceladas recientemente, así como para desearles muchos ánimos en estas fechas y un 2013 resistente y combativo tanto al colectivo de presos políticos comunistas y antifascistas, al colectivo de presos políticos vascos, y presos sociales resistentes, como a sus familiares y entorno social.
Un solidario. EH
Postal Miguel Ángel Rincón
No hay comentarios:
Publicar un comentario