Carta de David y Arantza. |
Cartas
desde prisión
Arantza
Díaz Villar y David Garaboa Bonillo
Villena,
7 de abril de 2014.
Queridos
camaradas, queridos
compañeros y
queridos solidarios,
ayer día 6
de abril Arantza
y yo pudimos
vernos (por
locutorios) y
hablar por
primera vez tras
el fallecimiento
de nuestra
camarada Isabel
Aparicio, y cinco
días después de
su muerte,
todavía nos
resulta muy
difícil de
asimilar que no
vayamos a volver
a ver a
nuestra querida
Isa. De momento
no tenemos más
información respecto
a la causa
de su muerte
que la que
vosotros nos
habéis hecho
llegar desde la
calle. Sin
embargo, una cosa
tenemos muy
clara: Isabel
Aparicio ha
muerto porque
estaba en la
cárcel. Estaba
enferma, sí,
pero si estuviera
en la calle
seguiría viva.
Isabel ha
fallecido a causa
de la desatención
médica que ha
sufrido durante
todos estos años
de cárcel. Una
desatención médica
que el Estado
fascista español
está utilizando
de manera
planificada para
aniquilar lentamente
a las presas
y presos
políticos.
Isabel
no se ha
ido, ¡nos la
han quitado!.
Arantza
y yo conocimos
a Isabel Aparicio
en la
clandestinidad, a
ella y a
su compañero
Manuel Arango,
porque nosotros
no podemos pensar
en Isabel sin
acordarnos de
Manolo, siempre
los recordaremos
y hablamos de
ellos como un
tándem inseparable.
Y jamás podremos
olvidar lo mucho
que nos han
enseñado, ni que
fue luchando codo
a codo con
ellos en la
clandestinidad donde
nos forjamos como
comunistas y
revolucionarios. Nunca
lo olvidaremos
porque para
nosotros Isabel
es un ejemplo
de fidelidad a
la clase obrera
y a su
Partido, un
ejemplo de
firmeza inquebrantable
en la defensa
de nuestros
principios comunistas
y revolucionarios,
un ejemplo de
comunista y de
mujer trabajadora…
¡un ejemplo a
seguir!.
Poster. Arantza Díaz Villar. |
Isabel
compartía con
nosotros una
pasión literaria:
el “Reportaje
al pie de
la horca”,
de Julius Fucik.
Muchas veces
hemos comentado
este libro, e
Isabel, que era
la alegría
personificada, siempre
destacaba como
incluso desde las
cárceles nazis y
esperando la
muerte, un
comunista es
capaz de
transmitir alegría
y entusiasmo
revolucionario. Por
eso nos atrevemos
a pedir para
ella lo mismo
que Julius Fucik
pidió para sí
mismo en su
testamento: Isabel
vivió y luchó
para la alegría.
(que la tristeza
jamás vaya unida
a su nombre).
Poster. David Garaboa Bonillo. |
Luchar
al lado de
Isabel Aparicio
ha sido un
gran honor para
nosotros, y será
un honor
continuar su
lucha junto a
los hombres y
mujeres de la
clase obrera. Ese
es el mejor
homenaje que
podemos brindarle.
¡Hasta siempre
camarada! ¡Venceremos!
Arantza
Díaz Villar
y
David Garaboa
Bonillo.
Presos
políticos del
PCE(r)
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