Portada "Gaceta Ilustrada. 23/4/78. Las fotos de Cubillo herido en Argel" |
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atado y bien atado
1978: atentado contra Cubillo en Argel
Durante la transición Canarias también era un polvorín. El 12 de diciembre de 1977 estalló una huelga general, durante la cual la Guardia Civil disparó contra los obreros, asesinando a Javier Fernández Quesada. ¿Cómo se paralizó el movimiento obrero en la transición? A tiro limpio.
Un mes después, la policía allanó la sede del sindicato canario CCT, deteniendo a sus abogados y sindicalistas. ¿Motivo? La tenencia de unas armas que nunca aparecieron...
Desde hacía años las cosas pintaban muy feas para España en Canarias. Volvamos marcha atrás en el tiempo. En 1968 la Conferencia de la Organización para la Unidad Africana aprobó una declaración en la que reconocía que Canarias es una parte integrante del continente africano y su pueblo tenía derecho a la independencia, como todos los pueblos colonizados, reconociendo al MPAIAC como movimiento de liberación.
En 1970 el MPAIAC presenta un Memorándum al Comité de Descolonización de la ONU (Comité de los 24). En 1972 y 1974 dicho Comité se traslada a Argel para visitar los movimientos de liberación allí instalados y pide al MPAIAC que busque el apoyo del Grupo Africano de la ONU para llevar el caso de Canarias ante el Comité de Descolonización.
En febrero de 1978 se reunió en Trípoli el Comité de Liberación de la Organización para la Unidad Africana que había decidido apoyar al MPAIAC y enviar una comisión formada por Libia, Senegal, Nigeria y Guinea, además de Argelia, para supervisar el proceso de descolonización en Canarias. También había acordado elevar el asunto al entonces secretario general de la Organización para la Unidad Africana, William Eteki, que iba a acompañar a Nueva York a Cubillo para presentar ante la Asamblea General de la ONU una resolución favorable a la independencia del archipiélago.
Por todos los medios el gobierno español se propuso impedir que Cubillo se presentara en Nueva York ante la Asamblea General de la ONU.
Para tratar de impedir el acuerdo de Trípoli, Juan de Borbón, padre del rey, se entrevistó en secreto con Gaddafi, ofreciéndole un regalo a cambio de la retirada del apoyo del gobierno libio a Cubillo: el buque Toledo recién salido de los astilleros. El gobierno libio rechazó el soborno.
Paralelamente, el Congreso español, a propuesta de todos los grupos parlamentarios, con excepción de Xirinacs, calificó el acuerdo de Trípoli como una "intervención injustificable en los asuntos internos de España". Los partidos parlamentarios proponen nada y nada menos que una declaración de guerra para defender la españolidad de Canarias, solicitando la defensa militar del archipiélago.
Tras el apoyo parlamentario, el gobierno de Suárez, reunido en sesión secreta, acuerda recurrir a la guerra sucia. Todos los ministros menos uno votan a favor, encargando al ministro del Interior Rodolfo Martín Villa llevar a cabo el crimen.
El 5 de abril de 1978 mercenarios a sueldo de los servicios secretos españoles trataron de asesinar en Argel a Cubillo.
Cubillo fue un antiguo militante del PCE que impulsó el movimiento Canarias Libre, que en 1961 pasó a denominarse Movimiento Autonomista Canario. Fue detenido en 1961 y condenado a seis meses de prisión. En marzo de 1962 fue acusado de propaganda ilegal e injurias contra Franco, pero no fue juzgado porque huyó cuando estaba en libertad provisional.
En 1963 se refugió en Argel, donde fundó el MPAIAC, que en 1976 colocó el primer explosivo en Las Palmas.
Para cometer el asesinato un agente del Seced infiltrado en Argelia, José Luis Espinosa Pardo, alias "Gustavo", contrata en Bruselas a los mercenarios Juan Antonio Alfonso González y José Luis Cortés. Para viajar a Argel a Juan Antonio Alfonso le hicieron un pasaporte falso en las oficinas policiales de la Puerta del Sol, en Madrid.
Una vez en Argel los mercenarios apuñalaron dos veces a Cubillo y cuando se disponían a cortarle el cuello, se vieron sorprendidos por un vecino, por lo que huyeron, siendo detenidos el mismo día del atentado y condenados a pena de muerte y 20 de prisión respectivamente. Tras un cumplimiento efectivo de siete años, fueron repatriados a España a petición del gobierno del PSOE. Ambos mercenarios declararon que trabajaban para Espinosa, que fue capturado el 22 de octubre de 1988 en España, juzgado dos años después, condenado a 20 años de prisión y liberado inmediatamente por el gobierno del PSOE.
La sentencia dictada contra Espinosa reconoció que el crimen de Argel fue "inducido por personas pertenecientes a los servicios policiales españoles". Esas personas, según la sentencia, "actuaron desde las mesas de sus despachos y ejercían cierto dominio sobre el acusado". Incluso "hubo una especie de central con tareas dirigentes de primer relieve, para la que Espinosa era instrumento eficaz". La participación de estos "hombres de atrás", como los califica la sentencia, no fue investigada jamás, a pesar de que el tribunal así lo ordenó.
El atentado se planeó con el nombre clave de "Operación Mallorca" desde un despacho camuflado del hotel Plaza, en la Plaza de España de Madrid, alquilado por la Dirección General de Seguridad.
El tribunal condenó al Estado español a abonar a Cubillo una indemnización como responsable civil del atentado que sufrió.
Dibujo. El capitalismo desangra África. |
-El
movimiento guerrillero III República
Espinosa nació en 1929 en Murcia. A los 18 años se estableció en Argelia junto a su familia, que huía del franquismo. Cuando comenzó la guerra de independencia argelina, tenía 25 años y trabajaba en los cuarteles militares franceses. Un militante del Frente de Liberación Nacional contactó con él, ya que los independentistas argelinos necesitaban información.
Tras el triunfo de la descolonización, en 1962 el FLN le nombró teniente del nuevo ejército y comenzó a trabajar para el servicio secreto militar que dirigía el coronel Sliman Hoffman.
Tras lograr su independencia, Argelia se convirtió en un refugio para los movimientos de liberación de muchos países y en un quebradero de cabeza para el franquismo, cada vez más preocupado por las relaciones de Argelia con la URSS, la descolonización de Guinea, del Sahara y las exigencias de Marruecos hacia Ceuta y Melilla.
Entre las organizaciones que se instalan en Argel se encuentra "III República", un movimiento antifascista procedente de México que es partidario de iniciar la lucha guerrillera en España. Había sido creado por los generales republicanos Alberto Perea y Navarro del Barrio.
Instalado en Argel desde 1963, Cubillo entró en "III República" como representante del movimiento independentista canario. Es entonces cuando Espinosa le conoció.
Para iniciar la lucha armada "III República" le encarga a Espinosa en 1965 la introducción de un alijo de armas en España. Logró introducir las armas en el interior pero en la habitación de su hotel, la encargada de la limpieza las encontró casualmente y la policía franquista lo detuvo. Le ofrecieron trabajar para ellos y Espinosa aceptó, convirtiéndose en un agente doble.
-La pista alemana
El atentado de Argel salpicó también a Alemania por la participación de Werner Mauss, un espía del BND, el espionaje alemán. El Parlamento alemán de Hannover ha reconocido públicamente la participación en el atentado de la policía alemana, tras la que se ocultaba el BND.
En diciembre de 1977 el ministro español de Interior Martín Villa solicitó ayuda al gobierno alemán, dirigido entonces por Khol, para vigilar al MPAIAC y colaborar en el control sobre Argelia.
El gobierno alemán destinó a Mauss y al yugoslavo (croata) Suzak a Canarias, infiltrándolos en la prisión de Salto del Negro, donde contactaron con los militantes del MPAIAC que se encontraban detenidos. Con el aval de los presos, Mauss y Suzak se presentan en Argel ofreciendo sus servicios para ayudar al MPAIAC, aunque fueron rechazados.
Luego se marcharon y una semana antes del atentado volvieron con un nuevo pasaporte alemán, poniéndose en contacto con la embajada de España en Argel, donde les anunciaron la fecha del atentado y la posible ayuda que podrían prestar en caso de algún fallo. Ese mismo día Mauss envía un telegrama a Böeden, su jefe en el BND. El espionaje alemán prepara el envío de un comando especial a Roma, para esperar en el aeropuerto a Cubillo y asesinarlo antes de que tomara el avión para Nueva York.
Los servicios prestados por Mauss al gobierno de España en el atentado contra Cubillo formaban parte del precio de compra del primer ordenador central que la policía había instalado por aquella época en El Escorial. Entonces los ordenadores no eran de sobremesa. Se trataba de una operación gigantesca en lo económico y logístico porque el costoso aparato era capaz de acumular infinidad de datos referentes a millones de personas, información hasta entonces recogida en fichas en soporte papel tan limitadas como imposibles de manejar a gran escala.
La contratación del ordenador era estratégica para el gobierno alemán pues a partir de la misma los españoles dependerían de su tecnología en materia de inteligencia. No era Alemania la única dispuesta a intercambiar negocios sucios con España. Francia también ofrecía su sistema SECAM de televisión en color, carros de combate AMX-30 y trenes de altas prestaciones a cambio de mayor colaboración en la guerra sucia.
Años más tarde Mauss reapareció en Colombia: intervino en el rescate de varios dirigentes de una empresa alemana secuestrados por la guerrilla. A pesar del escándalo político que supuso conocer que el gobierno alemán pagaba a los secuestradores, nada le ocurrió al espía, quien también se llevó su parte del botín, aunque esto le supuso el encarcelamiento temporal en Colombia, acusado de extorsión y chantaje.
-El papel del PSOE en los asuntos turbios del gobierno de Suárez
Como en todo lo que concierne a la guerra sucia durante la transición, el PSOE tuvo un papel protagonista en el atentado criminal de Argel. Para camuflar su doble juego Espinosa se había infiltrado en la UGT de Murcia. Su nombramiento como secretario general causó malestar entre los sindicalistas murcianos. Para tapar el asunto la UGT nombró presidente a quien era hasta entonces secretario. Entre los presentes estaba Justo Fernández, quien protestó y se opuso, pero tuvo que aguantarse. Era la primera vez que en la UGT se hacía algo parecido.
En 1977 Alfonso Guerra, número dos del PSOE, y el diputado canario del mismo partido, Luis Fajardo, viajaron a Argel para presentar oficialmente a Espinosa como su enlace ante el gobierno argelino.
Según confesó Espinosa, le llamó personalmente Hernández Ros, militante del PSOE y presidente del Consejo Regional murciano, quien tuvo que dimitir en marzo de 1984 por el intento de soborno a dos periodistas.
Aunque en 1978 el gobierno era de UCD y la intervención del PSOE fue periférica, ayuda a entender los motivos últimos de este turbio asunto y, más en concreto, que el apoyo de Argelia a la descolonización de Canarias no era desinteresado, sino una forma de chantaje al gobierno español a cambio de un ventajoso contrato de suministro de gas, que aún estamos pagando en las facturas eléctricas.
La otra parte del precio del gas argelino fue la entrega a la policía española en junio de 1977 del Comité Central del PCE(r), que mantenía relaciones con el MPAIAC a través de Cubillo y Espinosa.
Espinosa nació en 1929 en Murcia. A los 18 años se estableció en Argelia junto a su familia, que huía del franquismo. Cuando comenzó la guerra de independencia argelina, tenía 25 años y trabajaba en los cuarteles militares franceses. Un militante del Frente de Liberación Nacional contactó con él, ya que los independentistas argelinos necesitaban información.
Tras el triunfo de la descolonización, en 1962 el FLN le nombró teniente del nuevo ejército y comenzó a trabajar para el servicio secreto militar que dirigía el coronel Sliman Hoffman.
Tras lograr su independencia, Argelia se convirtió en un refugio para los movimientos de liberación de muchos países y en un quebradero de cabeza para el franquismo, cada vez más preocupado por las relaciones de Argelia con la URSS, la descolonización de Guinea, del Sahara y las exigencias de Marruecos hacia Ceuta y Melilla.
Entre las organizaciones que se instalan en Argel se encuentra "III República", un movimiento antifascista procedente de México que es partidario de iniciar la lucha guerrillera en España. Había sido creado por los generales republicanos Alberto Perea y Navarro del Barrio.
Instalado en Argel desde 1963, Cubillo entró en "III República" como representante del movimiento independentista canario. Es entonces cuando Espinosa le conoció.
Para iniciar la lucha armada "III República" le encarga a Espinosa en 1965 la introducción de un alijo de armas en España. Logró introducir las armas en el interior pero en la habitación de su hotel, la encargada de la limpieza las encontró casualmente y la policía franquista lo detuvo. Le ofrecieron trabajar para ellos y Espinosa aceptó, convirtiéndose en un agente doble.
-La pista alemana
El atentado de Argel salpicó también a Alemania por la participación de Werner Mauss, un espía del BND, el espionaje alemán. El Parlamento alemán de Hannover ha reconocido públicamente la participación en el atentado de la policía alemana, tras la que se ocultaba el BND.
En diciembre de 1977 el ministro español de Interior Martín Villa solicitó ayuda al gobierno alemán, dirigido entonces por Khol, para vigilar al MPAIAC y colaborar en el control sobre Argelia.
El gobierno alemán destinó a Mauss y al yugoslavo (croata) Suzak a Canarias, infiltrándolos en la prisión de Salto del Negro, donde contactaron con los militantes del MPAIAC que se encontraban detenidos. Con el aval de los presos, Mauss y Suzak se presentan en Argel ofreciendo sus servicios para ayudar al MPAIAC, aunque fueron rechazados.
Luego se marcharon y una semana antes del atentado volvieron con un nuevo pasaporte alemán, poniéndose en contacto con la embajada de España en Argel, donde les anunciaron la fecha del atentado y la posible ayuda que podrían prestar en caso de algún fallo. Ese mismo día Mauss envía un telegrama a Böeden, su jefe en el BND. El espionaje alemán prepara el envío de un comando especial a Roma, para esperar en el aeropuerto a Cubillo y asesinarlo antes de que tomara el avión para Nueva York.
Los servicios prestados por Mauss al gobierno de España en el atentado contra Cubillo formaban parte del precio de compra del primer ordenador central que la policía había instalado por aquella época en El Escorial. Entonces los ordenadores no eran de sobremesa. Se trataba de una operación gigantesca en lo económico y logístico porque el costoso aparato era capaz de acumular infinidad de datos referentes a millones de personas, información hasta entonces recogida en fichas en soporte papel tan limitadas como imposibles de manejar a gran escala.
La contratación del ordenador era estratégica para el gobierno alemán pues a partir de la misma los españoles dependerían de su tecnología en materia de inteligencia. No era Alemania la única dispuesta a intercambiar negocios sucios con España. Francia también ofrecía su sistema SECAM de televisión en color, carros de combate AMX-30 y trenes de altas prestaciones a cambio de mayor colaboración en la guerra sucia.
Años más tarde Mauss reapareció en Colombia: intervino en el rescate de varios dirigentes de una empresa alemana secuestrados por la guerrilla. A pesar del escándalo político que supuso conocer que el gobierno alemán pagaba a los secuestradores, nada le ocurrió al espía, quien también se llevó su parte del botín, aunque esto le supuso el encarcelamiento temporal en Colombia, acusado de extorsión y chantaje.
-El papel del PSOE en los asuntos turbios del gobierno de Suárez
Como en todo lo que concierne a la guerra sucia durante la transición, el PSOE tuvo un papel protagonista en el atentado criminal de Argel. Para camuflar su doble juego Espinosa se había infiltrado en la UGT de Murcia. Su nombramiento como secretario general causó malestar entre los sindicalistas murcianos. Para tapar el asunto la UGT nombró presidente a quien era hasta entonces secretario. Entre los presentes estaba Justo Fernández, quien protestó y se opuso, pero tuvo que aguantarse. Era la primera vez que en la UGT se hacía algo parecido.
En 1977 Alfonso Guerra, número dos del PSOE, y el diputado canario del mismo partido, Luis Fajardo, viajaron a Argel para presentar oficialmente a Espinosa como su enlace ante el gobierno argelino.
Según confesó Espinosa, le llamó personalmente Hernández Ros, militante del PSOE y presidente del Consejo Regional murciano, quien tuvo que dimitir en marzo de 1984 por el intento de soborno a dos periodistas.
Aunque en 1978 el gobierno era de UCD y la intervención del PSOE fue periférica, ayuda a entender los motivos últimos de este turbio asunto y, más en concreto, que el apoyo de Argelia a la descolonización de Canarias no era desinteresado, sino una forma de chantaje al gobierno español a cambio de un ventajoso contrato de suministro de gas, que aún estamos pagando en las facturas eléctricas.
La otra parte del precio del gas argelino fue la entrega a la policía española en junio de 1977 del Comité Central del PCE(r), que mantenía relaciones con el MPAIAC a través de Cubillo y Espinosa.
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-Vídeo
“Cubillo 1973 (Historia de un crimen de estado)”
En
la web de canarias-semanal.org
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