Carta de Isabel Aparicio, escrita en Zuera el 28 de marzo.

Carta Isabel Aparicio 28 marzo 2014. 3 hojas.

Carta de Isabel Aparicio Sánchez

Seguramente su última carta escrita a la calle, a amigxs y solidarixs que la visitaban.

Escrita el 28 de Marzo de 2014. Entregada por Correos a su destino el lunes 5 de mayo, 38 días después de entregada, 35 días después de su muerte. (Correos tarda 2 - 3 días)

Zuera, 28 de marzo de 2014

Hola guapetones:

¿Cómo va la vida?. Aquí os estoy escribiendo en la sala del módulo echando de menos estos días de atrás cuando el sol me achicharraba tras los cristales; ahora hemos vuelto al invierno, y sin calefacción, así que toca volver al look “cebolla”. En fin, ya llegará el verano.

Hace un tiempo que llegó vuestra carta, y también vuestra postal por mi cumpleaños, 60 aniversario. La verdad es que no tengo ningún problema en decir mi edad, a pesar del comentario que la cifra pueda suscitar. A primeros de año, Manuel (Arenas) mandó una postal en la que decía, entre otras cosas... “Ay queridos, nos vamos haciendo mayores”. Razón no le falta. Pero si para él, que este año cumple los 70, “nos vamos haciendo mayores”, entonces yo entro aún en la categoría de “madurita”, ¿que no?... Cuando hablé por última vez por teléfono con ahí, me comentaba ( ) que a él se se le había pasado lo del cumpleaños, todo avergonzado, pobrecillo, si yo ya ni me acordaba jeje.

En las fotos que he visto por aquí os vi todo guapxs, aunque a ( ) muy delgado. Ya me comentaron y quitaron la preocupación por teléfono que estabas “fenomenal”...

Estuvieron por aquí de comunicación ( ) y comentaron cosas muy interesantes, como el acto que hubo en Madrid en solidaridad con los presos políticos y la Amnistía. La cantidad de gente que estuvo en el local, con el aforo a tope, más todos los que tuvieron que quedarse fuera, más todos los que al final, ni se acercaron tras la intervención de los picolos pidiendo documentación de todo el mundo en los mismos autobuses para identificarlos.

Me contaron que el acto fue todo un éxito y el colofón 200 personas cantando la Internacional puño en alto. Sin duda fue emocionante y ellos consiguieron transmitirme ese sentimiento. No cabe duda que habrá más actos como éste y de otro tipo, no solo a pesar de la nueva ley de represión masiva (aunque eso de “nueva” no deja de ser una burla, ni que el fascismo empezara ahora su andadura en el Estado español), es que las habrá también hasta en contra de esa misma ley criminalizadora de todo el que se “mueva”, y de la que no se van a librar ni los famosos “no violentos”.

Isabel murió por exterminio el 1 abril 2014.

El enfrentamiento y la lucha de resistencia se está imponiendo poco a poco en todo el Estado. Lo ocurrido en Gamonal ha marcado un antes y un después en la forma de llevar a cabo la lucha por las reivindicaciones democráticas y populares. Y eso es algo que ya no va a tener retorno por mucho que este Estado fascista, con su estilo rancio y cuarteril de toda la vida, no pare de incrementar la represión como única forma de intentar evitar su final definitivo.

En los últimos tiempos, se me bien muchas veces a la cabeza una canción de Violeta Parra que, en la década de los 70 del siglo pasado, circulaba clandestina porque esta mujer, al igual que otros muchos cantautores, estaba prohibida. La canción en cuestión decía: “Cuando la guática pide comídica / pone al cristiano firme y guerrérico / por sus poróticos y sus cebóllicas / no hay regimiéntico que los deténguica / si tienen hámbrica los populáricos”.

Y como aquí es cuestión de hambre, de paro, de sobreexplotación, de vivienda, de sanidad, de cultura, de enseñanza, de los derechos de las naciones oprimidas, de los de las mujeres, los ancionos y las niñas y hasta si me apuráis los de los patos del Manzanares no es de extrañar lo ocurrido en la Marcha de la Dignidad en Madrid, o que “salte” la enseñanza, incluida la universitaria que, se quiera o no, es siempre la más elitista.

Todas las contradicciones están exacerbadas en este Estado y la represión lo único que va a seguir haciendo es generar más toma de conciencia, más resistencia y mayor enfrentamiento con el Estado por parte de sectores cada vez más amplios de la población. Que sí, que “no más deberes sin derechos, ningún derecho sin deberes”. Y a pelearlo.

Bueno, como pienso que sois de mi opinión de que la “calle” está cada vez mejor, llevándole la contraria a todos los que opinan que está muy mal, cada vez peor, y como sois vosotros los que estáis fuera y vivís los acontecimientos en directo y no a través de la caja tonta, con todas sus distorsiones, pues no me enrollo más y me voy a lo que quizás aún no conozcáis: las novedades sobre el proceso de nuestras enfermedades.

Dibujo Manuel Arango. Marzo 2014. "Resistencia". (y esbozo cara de mujer)

Empiezo por Manolo (Arango), que todavía está esperando que le lleven a hacerle la ecografía del hígado para poder empezar con el tratamiento de interferón. Los meses van pasando y el retraso, evidentemente, no juega a su favor. Con una tasa de transaminasas que triplica la cifra máxima asumible, es más que lógico pensar que la hepatitis continúa haciendo estragos en su hígado, lo que le puede llevar a un infarto hepático, así que él, por su cuenta y riesgo, ha empezado a tomar medidas. Ha dejado de tomar cualquier medicamento, con lo que los dolores de la espalda se los pasa “a pulso” y los de cabeza, que son bastante frecuentes, los palía metiendo la cabeza en agua fría. Y es que no hay otra, muchachos, todos sabemos cómo es la sanidad en las cárceles: el abandono total, a lo que se viene uniendo el desmantelamiento de la sanidad pública. La combinación no puede ser más desamparante.

Menos mal que, al menos en mi caso, por fin se empieza a ver la luz al final del túnel porque, si no ocurre algo que lo impida -y aquí dentro puede ocurrir, no sería la primera vez-, en unos meses me operarán de la sinusitis. ¿Cuándo?, pues no lo sé, lo que sí os puedo decir es que la última consulta al otorrino me hicieron una endoscopia y firmé la autorización para pasar al quirófano. Dentro de poco me llevarán para hacerme las pruebas de anestesia, las radiografías y demás. A partir de ahí, la lista de espera.

Seis años ha costado y os aseguro que ha habido que batallarlo hasta el último segundo porque el otorrino que me tocó (es el que le toca a todos los sufridos y sufridores pacientes de la Seguridad Social) no tenía intención de mandarme a hacer la endoscopia.

Daba por zanjado el tema de mi infección permanente en las fosas nasales y de mis asfixias nocturnas con un “no tiene sinusitis” (ni se me ocurrió entrar con él en un “toma y daca” sobre este punto; y podría haberlo hecho porque hace 30 años que me la diagnosticaron a lo largo de los cuales me la han seguido detectando; hay gente que cree en los milagros, no es mi caso); a continuación siguió con un “no es necesaria la operación (mejor; pasar por un operatorio y un post-operatorio simplemente para que “arreglen” la nariz es algo que no me seduce; a mí, mi nariz me resulta estéticamente hermosa, lo es en todos los sentidos, y no tengo ningún interés en que me la cambien); para concluir con que todos mis problemas en este terreno se solucionaban con gotas nasales a base de corticoides for ever and ever (no sé si todo el mundo sabe, al menos yo lo sé y sin haber estudiado medicina, que no se debe abusar de la cortisona; sin embargo, para él ese principio no es aplicable a la suministrada por la nariz. Entonces ¿por qué viene claramente especificado en el prospecto de las famosas gotas? ¿Es que ahora las farmacéuticas ya no fabrican medicamentos basándose en la ley capitalista de la máxima ganancia?)

Bueno, pues a ver si después de la operación dejo de soportar la tortura de tener que levantarme todas las noches dos, tres y hasta cuatro veves a causa de la tos y de la asfixia que me provoca el no poder respirar. Ya os tendré informados.

Y poco más guapetones. A Enrique Kuadra no le hemos visto porque no ha venido a los exámenes de la UNED en febrero y no creo que estemos con él en mayo porque, para esas fechas, le faltará poco para salir en libertad. Por fin tuve noticias de Arantza Díaz, su carta tardó mes y medio en llegar. La he contestado y dicho que, cuando terminen de leerlo, nos envíen el “Reportaje al pie de la horca”.

Os envío uno de los últimos dibujos de Manolo hecho por el 8 de marzo y la carta que me devolvieron de ( ) porque puse mal la dirección.

Cuidaros mucho todos. Con un millón de besos de Manolo y míos. Se os quiere.

¡Por el comunismo!

Isabel.