Cartel. "Libertad presxs políticxs. Fueron ejemplo de lucha y compañerismo... Solidaridad de clase". (de unas fábricas sale un puño erguido) |
Movimiento
Obrero:
ENTREVISTA
Sacada
de la revista Área Crítica, nº 42, mar-abr 1992
Con
el militante del PCE(r) LUCIO GARCIA BLANCO:
«Hay
que aislar al sistema»
El
militante del PCE(r) Lucio García Blanco salió de la cárcel a
finales de noviembre de 1991, donde se encontraba por «asociación
ilícita» y después de que la Audiencia Nacional quisiera
involucrarle a él y su Partido en actividades de «colaboración con
banda armada». El propio Tribunal, en su sentencia, tuvo que
reconocer que dicho Partido apoya la lucha armada revolucionaria pero
que sus militantes, como tales, no la practican. La condena por
«asociación ilícita» fue de seis meses de prisión. Lucio fue
detenido el 12 de abril de 1990 en Oviedo por lo que ha pasado un año
de más en la cárcel. En total, Lucio ha pasado unos 12 años en
distintas cárceles. Tiempo que, no obstante, no le ha hecho perder
el sentido del humor: «Me llamo Lucio García Blanco, tengo 41 años,
soy nacido en Valladolid pero criado en Asturias, mecánico de
profesión y... matador de toros».
-AREA
CRITICA: Y además, según hemos sabido, enamorado del mar.
-Lucio:
Sí, del «mar»... y del Engels.
-¡Jejeje!,
está bien eso, buen humor, claro que tú has sido hombre de mundo...
-Hombre,
dicho así suena frívolo, pero sí, yo estuve haciendo la ruta del
Che. Me fui con un par de amiguetes a Sudamérica y cruzamos desde
Buenos Aires a Caracas hasta volver acá. Trabajábamos para
sobrevivir, lo pasamos bastante apurado, pero fue bonito en la medida
en que convivimos con los pueblos conociendo sus costumbres, su
cultura y también sus problemas.
-¿Tienes
tentaciones de volver por esos países a ver cómo florecen las
revoluciones?
-Lo
que creo es que eso hay que planteárselo aquí donde estarnos. Pero,
yo que he visto como viven esos pueblos, me gustaría decir, si se me
permite, que el sistema de Cuba supone un salto muy importante en
relación a esos pueblos. A Cuba hay que mirarla desde la perspectiva
de aquel entorno y no tanto desde la nuestra. En estos momento en que
se habla de crisis del socialismo y demás, es importante apoyar
aquello.
-Bueno,
vamos a ver, ¿tú desde cuando militas y en dónde?
-Mi
militancia empieza en Galicia en 1976 en un ambiente político de
lucha contra la Reforma política. Es allí que conozco al PCE(r) y
comienza una historia que todavía está por finalizar. Allí sufrí
mi primera condena por cortar un pino para una barricada... Seis años
me cayeron.
-¿Seis años por cortar un pino?
-Bueno, por cortar un pino fueron tres años y por tener una botellina
de ácido sulfúrico pues hacen el resto. Salí de la cárcel en el
84, y después de un año de militancia llevando la sección de
Propaganda del Partido, volví a "caer" en Valencia. Aquí
entraron los GEOS con 'fuegos artificiales" en mi casa a las
tres de la noche pegando petardazos y al grito de ¡armas, armas!,
entonces yo les llevo a la cocina donde tenía el mortero de machacar
los ajos (risas) y, bueno, se desilusionaron mucho al no encontrar
otro tipo de armas. Para condenarme llegaron a ser muy originales:
por primera vez inventaron una cosa que se llama «intentar»
colaborar con banda armada...
-¿«Intentar»
colaborar...?
-Sí,
en otras ocasiones me habían condenado por «colaboración», lo que
ya en sí es un concepto muy ambiguo por el que meten a gente en el
trullo por nada, y ahora por esto que te digo: entre nosotros, yo
creo que lo han inventado exclusivamente para mí (risas).
-Volviendo
a lo del pino, que me tiene intrigado, ¿en qué contexto fue eso?
-Eso
fue en un momento en que había unas luchas muy importantes contra la
conversión de ASCON de Vigo en las que el PCE(r) se vincula a ellas
impulsándolas con un estilo distinto frente a las centrales
sindicales que tiraban la lucha hacia atrás. Lo del pino en
concreto, te aclaro, era una barricada que hacía ese Partido en
solidaridad con los presos políticos y en la que yo ni siquiera
participé, pero como decían que era el responsable de todo lo que
hacía el Partido en la zona, pues me lo achacaron todo. Esto fue a
primeros de mayo del 78. Llegamos a montar comités de solidaridad
con ASCON en toda Galicia y a plantear la necesidad a una huelga
general a la que llamaba el PCE(r). Lo consideraron grave y nos
detuvieron a unos 12 ó 14 y, a raíz de eso, estuve seis años en la
cárcel.
-Al
cabo de los cuales sales y estás un año fuera hasta caer detenido
nuevamente en 1984 en Valencia. Tu actividad, comparándola con la de
Vigo, ¿había variado o era del mismo tipo? ¿Qué haces en ese
intervalo?
-Mi
actividad ha estado siempre relacionada con el PCE(r) y, en ese
sentido, mi militancia estaba orientada a difundir la idea del
marxismo-leninismo general y el Programa Político de mi Partido en
particular. No he hecho otra cosa en mi vida que reunirme con
trabajadores intentado formar células del Partido y Círculos
Obreros sindicales más amplios que llevaran la lucha sindical a unos
niveles de independencia de las centrales oficiales y de su ligazón
con el Gobierno y el Sistema, eso es todo.
-También
has dicho que intentaste montar un aparato de propaganda, ¿no es
cierto?
-Sí,
me encargo de eso y de difundir el periódico del Partido que en
aquel entonces se llamaba «Gaceta Roja», un periódico que se hacía
en la clandestinidad. Nos detienen por eso y la condena en concreto
se debe a que en un periódico que se estaba elaborando se iba a
insertar una carta de los GRAPO donde esta organización explicaba el
por qué de lo que llamaban" impuesto revolucionario". Una
carta, por cierto, que había aparecido publicada por aquellas fechas
en «Interviú», en «Cambio 16», en «Tiempo» y no sé si en
algún otro medio más y, bueno, a ellos no les detienen por insertar
eso, pero a mí sí, y a eso es a lo que llaman «colaboración en
grado de intención». Lo de «intención» se debía a que ni
siquiera salió la carta.
-Eso
pasó en Valencia y otros cuatro años de cárcel en Soria. Sales,
¿y...?
-Salgo
y me voy para Asturias donde monto con otra gente la Asamblea de
Parados en Avilés que cobra un auge importante durante una temporada
y, posteriormente, desarrollo una labor en general de lucha
antirrepresiva a favor de los presos políticos.
-Eso,
¿en la legalidad?
-Sí,
sí, eso en la legalidad, pero no duró mucho. En la medida en la que
me sigo sintiendo acosado, y testigo de ello son los trabajadores de
Naval que tenían una emisora para cuando hacían manifestaciones y
donde podía oírse a la policía cómo, refiriéndose a mí, decían:
«seguir al pollo de Avilés, que va por aquí, que va por allá...»,
siempre así, entonces, digo, llega un momento en que no me dejan
hacer una actividad mínima y paso de nuevo a militar en el Partido
desde la clandestinidad en Asturias hasta que un (mal) día, mientras
circulaba por el barrio antiguo de Oviedo, me para una furgoneta de
la policía y me conducen a comisaría y comienzan de nuevo las
torturas.
-¿Se
sigue torturando?
-Bueno,
yo hace año y medio que he pasado por comisaría y me han torturado
y bastante durante los cinco días que estuve allí, golpes,
"quirófano", etc. En la sentencia incluso se especificaba
que yo había sido reconocido por el forense y que tenía hematomas
de los pies a la cabeza. En la declaración ante el juez Garzón
denuncio torturas y él me dijo que lo tramitara y tal pero hasta la
fecha no sé nada de ello , o sea, las denuncias que se ponen no
transcienden.
Foto de Lucio de la entrevista de 1992. |
-En
esta ocasión la sentencia también es un poco "particular",
¿no?
-Sí
,parece ser que ya "cantaba" mucho volver a condenarme por
algo similar a lo anterior, ya no había pinos ni cosas raras, así
que me condenaron por «asociación ilícita». Esto supone un
"salto" en relación a las anteriores condenas que, en mi
opinión, puede tener dos lecturas: por un lado, en plena ofensiva,
contra los trabajadores, ellos necesitan tener a mano un tipo de
acusación como ésa (como en los viejos tiempos) para condenar a la
gente que ellos llaman «violentos» que responden a las
reconversiones, etc., y por otro, puede hablarse de un pequeño
triunfo pues hemos conseguido desenmascararlos al obligarles a
condenarnos por nuestra actividad, que es una actividad política en
un momento en que, según ellos, el comunismo ha fracasado y resulta
que están condenando a comunistas aquí por «asociación ilícita»,
eso es significativo.
-Ya
en Asturias, ¿estás al tanto de las últimas luchas y movidas?
-He
procurado estar en contacto en todo momento con ellas y desde el
principio del encierro de Barredo he estado yendo allí y
participando en las barricadas y demás, hasta el punto de que, ¡hay
que joderse!, me han vuelto a detener.
-¿Cómo
es eso?
-Sí,
bueno, a 100 metros del pozo Barredo, justamente el día que iban a
salir los sindicalistas, pues iba yo con un minero pegando unos
carteles por allí y vinieron unos policías muy enfadados que nos
pusieron las pistolas en la cabeza y nos llevaron a comisaría donde
nos retuvieron un día para pasar de allí al Juzgado de Mieres que
nos dio la libertad provisional exigiendo que nos presentemos los
días 1 y 15 de cada mes.
-Como
militante del PCE(r), ¿tú ves algún tipo de alternativa o solución
a ese intento de matar industrialmente Asturias?
-Tengo
claro que la solución pasa por la lucha con una dirección
determinada y, en ese sentido, es muy importante señalar los pasos
que se han dado en la lucha de la minería tanto en el plano de la
organización como en el plano político. En el primero, es de
destacar que se ha dado de lado a las centrales sindicales y que se
ha llevado adelante un tipo de lucha independiente y muy organizada,
es decir, que la lucha se llevó al margen y en contra de las
centrales durando más que la que ellos "promovieron",
estructurándose, además, toda suerte de coordinadoras, plataformas
y comisiones de delegados surgidas en las asambleas y con voz en
ellas, con quien verdaderamente había que negociar. Esto ha sido un
paso importante, aunque es verdad que eso va ha tardar en imponerse
en la medida que la costumbre, los hábitos de la legalidad, etc.,
van a retardar un poco ese camino de lucha independiente. En
Asturias, por otra parte, está la experiencia de los años 60, todo
el mundo se acuerda de las Comisiones Obreras, y por ahí es por
donde hay que ir...
-Te
refieres al espíritu que hizo surgir las primeras Comisiones
Obreras, no a las CC.OO. como sindicato, o...
-Sí,
me refiero a esas Comisiones Obreras que no se basaban en carnés ni
en contactos con las instituciones, sino que estaban en la
clandestinidad y que surgían y resurgían a la luz con la lucha al
margen de cualquier tipo de legalidad y demás. Eso es lo que está
imponiendo la práctica. El problema es asumirlo de una vez por
todas.
-Tú
sabes que hay sindicatos y "sindicatos", que los hay
institucionales y otros que son independientes pensando que con los
primeros no hay perspectivas de tirar hacia adelante y han montado
otros todos los que tratan de quedar al margen de presiones y
controles, ¿cómo ves tú eso?
-Es
cierto. En concreto aquí en Asturias hay un sindicato que surge a la
izquierda de CC.OO. (por discrepancias con ella) con la intención de
potenciar un sindicalismo independiente, más asambleario y tal, pero
llega un momento en que las propias limitaciones de la legalidad
pues, como decir, les hace contenerse, lo hemos visto en las luchas
de Barredo por ejemplo, donde los trabajadores imponían un tipo de
sindicalismo independiente muy por encima de cualquier sindicato
legalizado, y, claro, incluso estos sindicatos aparentemente más
izquierdistas, llega un momento en que tienen que autocontrolarse en
la medida en que los trabajadores se toman en serio lo de ser
independiente realmente en el sentido de que sean las Asambleas los
portavoces de todo y donde se elijan los representantes y se adopte
una lucha más radical, más politizada, y más consecuente, o sea,
dar ala cabeza y no a los pies de sistema. Entonces, ¿qué pasa?,
pues que estos sindicatos -más izquierdistas- se revuelven y se
plantean si deben ser más moderados, si hay que dar una imagen más
moderada o "civilizada", y eso porque, en palabras de ellos
mismos, les «pueden cerrar el chiringuito» ,y es verdad, eso es
así, o sea, llega un momento en que si sobrepasan los márgenes de
la legalidad -que son bien cortos- pues en efecto les amenazan y los
propios dirigentes saben que los pueden procesar y meter una pila de
años de cárcel. Estás cogido: o te autocontrolas y controlas de
paso a los currelas o si te pasas...
-Resumiendo,
¿hay futuro?
-Mi
opinión es que el futuro está en plantearse el camino de la
revolución, de un nuevo sistema. Las reconversiones no son algo
casual, sino inherentes al sistema. Ésto no quiere decir que haya
que plantearse la revolución para mañana mismo, claro está, pero
si somos conscientes de eso y enfocamos las luchas hacia esas metas,
hacia el aislamiento del sistema actual, pues iremos consiguiendo
cosas concretas. En resumen, se trata un poco de ir en una dirección
u otra, y en este sentido tomando la dirección de hacer huelgas
dentro del orden institucional tipo 14-D o así, pues no se va a ir a
ningún lado y la práctica lo ha demostrado. Ahora bien, si se toma
la otra vía, la de ir en contra y al margen de las instituciones y
las centrales politizando esa vía y ver que el problema no es
conseguir un poco más de dinero o mantener el puesto de trabajo sino
echar abajo a toda esta gente, entonces si hay futuro.
-Cuando
hacemos esta entrevista, es Carnavales, ¿qué vas a hacer?
-¿Que
qué voy a hacer? Pues divertirme para luego poder ir con energías a
las luchas, pasarlo "dabuten" en los Carnavales de Avilés,
que son los mejores, ahora estoy aquí con una charanga que...
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