Foto. (unas esposas encima de un teclado)

Reflexión sobre ciertas censuras cibernéticas

Destacamos hoy esta carta porque teníamos pensado realizar una reflexión sobre los episodios de “dificultades” en internet para desarrollar una labor solidaria, y la opinión de J. viene al hilo y la respaldamos totalmente. Solo explicar algún antecedente para aclarar a lxs varixs lectorxs solidarixs que nos habían comentado que era normal eso en facebook, que a ellxs también les había sucedido (gracias por el interés compis!)...

A lo largo de la singladura de los Comités por un SRI en internet, nos han sucedido “dificultades” como: (Sólo citamos las policiales o de esas sí, verdaderas empresas comerciales)

-Detectar, con pruebas, que uno de los troyanos que activaron en el ordenador de difusión era de la DGS policial, por un error que cometieron.

-En las detenciones y acusaciones de militantes del SRI, meter toda la labor como el A La Calle primero (como AFAPP), el SOLIDARIDAD del SRI después y toda la labor de internet como “clandestina e ilegal” y en el mismo saco ¡¿?!.

-Robo de email y contraseñas, que tras escribir a dichas empresas aclarándolo, nunca fueron reactivadas. Lo que nos ha ocasionado un sin fin de problemas de pérdida absoluta de contactos, impedimentos de activaciones y otros problemas técnicos.

-(sobre el caso facebook) Como no tenemos nada que ocultar, tras las declaraciones de “empresa comercial”, les escribimos aclarando qué es la página, y que reactivasen enlaces para, en todo caso, poderla convertir en esa nueva plataforma. La respuesta, aún con otros requisitos añadidos necesarios para la activación (nombre real, teléfono...): anular los dos perfiles del SRI. Por simples comprobaciones, varias páginas nazis denunciadas repetidamente siguen funcionando a día de hoy.

No, no creemos en tantas casualidades.

Cartas de lectorxs:

Se me viene a la cabeza lo sucedido con la cuenta del facebook de los Comités por un Socorro Rojo Internacional. Y lo hace, porque, mientras que por una parte demuestra una cosa ya sabida por muchos y que es sistemáticamente negada en el subconsciente de muchos otros que pretenden ver todavía aquí unas libertades que no hay ni ha habido nunca, por otra demuestra que la voz de estas organizaciones tiene que ser callada para que sea promocionada la de otras, que se ajustan mejor al concepto que desde el poder quieren hacer pasar (nos quieren hacer tragar) como "Libertad de expresión".
Ya decían hace muchos años los clásicos del marxismo-leninismo que las constituciones burguesas no son más que un cúmulo de frivolidades, pues mientras en ellas vienen recogidas una serie de libertades, en la realidad y en la práctica es ahí mismo donde se quedan, esto es, en el papel.
Pero le haré caso a mi amigo Jack "el destripador", e iré por partes.

Hace un mes, la cuenta de Facebook que los Comités por un Socorro Rojo Internacional venían utilizando desde años para difusión, era cerrada con el pretexto de que eran una empresa "comercial". “Bien”, les ha pasado a otros numerosos perfiles. Pero a los escasos días, y forzados por la situación, obviamente, abrieron otra para seguir con su labor antirrepresiva de denunciar verdades incómodas.
Por una parte, es fácilmente constatable que no eran empresa comercial alguna. Aún así, y a menos de 25 días de inaugurada, pero con otro nombre y contactos, volvió a ser cerrada bajo idéntico pretexto. Al volver a querer activarla -en el tiempo requerido- con un perfil verdadero y público (eso les exigían), les responden que ambas páginas ya han sido eliminadas.

Esto es lo que me hizo pensar. Es claro a todas luces que el poder se ve obligado a disfrazar todo esto utilizando para ello tintes democráticos, en los que se incluye una supuesta libertad de organización, edición, expresión, reunión, manifestación, difusión, etc. Pero es evidente que a nada que se empiece a escarbar un poco, se comprobará inmediatamente que nunca ha sido así. No hay más que recordar las revistas y webs cerradas desde (por poner una fecha de inicio) 1975, fecha a partir de la cuál empezamos a viajar hacia una supuesta democracia.
Me cabrea de verdad el asunto, pues es objetivamente cierto que ha calado en mucha gente ese mensaje de que "hay libertades", tanto que defienden dicha tesis incluso (y a pesar) de ataques contra esas mismas libertades que constatan diariamente ellos mismos.
¿Por qué ese interés en defender una situación que saben incierta? Pues por el miedo que tienen a enfrentarla, razonable en algunos casos, y parapeto de inseguridades en otros. Pero vamos, que me voy del tema.Aquí no ha habido nunca libertad de expresión desde 1939, y hasta antes de ese año solo hubo un breve paréntesis de tres años inmediatamente anteriores, y ahí está la hemeroteca (hablo de las populares, que nadie vaya a la del ABC) para comprobarlo: Área crítica, Crash, Egin, Egunkaria, Apurtuorg, Gaztesarea, Detenciones por reenvíos o comentarios, ahora lo de las cuentas de esos que prometían ser gratis y para siempre. Y no debiéramos olvidar los encarcelados y torturados periodistas de estos medios, webs de organizaciones políticas revolucionarias, revistas de las mismas, todas cerradas por difundir mensajes que ponen en tela de juicio las libertades que este régimen ofrece.

¿Si hay libertad, por qué, defensores (con todos los matices que le queráis poner) de la actual Democracia, el cierre de todos estos medios?
¿NO será que si cierran o ponen dificultades a estos mientras dejan existir a otros es porque los segundos no les cuestionan y son colaboradores necesarios para contaminar de legitimidad un sistema que no os atrevéis a combatir consecuentemente?
Tenéis que avanzar en vuestro planteamiento, a pesar de vuestras dudas, de vuestros miedos (más que comprensibles) y revelaros contra esta inexistente democracia, pues ni vosotros mismos os salvaréis llegado el momento, aunque ahora por las razones que sea penséis que sí.
"Cierro a quien me cuestiona, y al asegurarme de que ninguna opinión lo hará, digo que hay libertad, y, encima, que la gente me apoya". Esa es la teoría que siguen.

Pero ojo, que nadie se llame a engaño. Esto está quedando más claro para cada vez un mayor número de personas, y nosotros no tenemos que dejar de difundirlo para que día a día sean más los que se enteren, a la vez que debemos desenmascarar a quien conociendo estas realidades objetivas no denuncie la situación, pues está ejerciendo (lo quiera o no) de cómplice y colaborador imprescindible. J.