Foto. Ruymán Rodríguez. |
Torturas:
Al
joven Ruymán Rodríguez en Gran
Canaria
Iniciado
en febrero de 2013, cuando la
Federación Anarquista de Gran Canaria
realojaba a las veinte primeras familias en unos bloques de viviendas
abandonados, esta Comunidad alberga hoy a más
de 200 vecinos
que no cuentan con otra alternativa habitacional.
Aunque
para muchos se ha convertido en un ejemplo de auto-organización
popular, los vecinos de "la
Esperanza"
han denunciado el "hostigamiento
policial"
con el que -dicen- se les pretende "intimidar
para echarlos del pueblo".
"Durante
gran parte del 2014 nos estuvieron acosando. Siempre había apostada
en la puerta de la Comunidad una patrulla identificando a todas las
personas que entraban y salían. Todo eso paró cuando se denunció
el caso en los medios de comunicación. Pero ahora, con la proximidad
de las elecciones, tenemos la intención de convocar una rueda de
prensa para hacer públicas nuestras exigencias y exponer cómo las
autoridades se han desentendido de todas estas familias",
asegura
Ruymán.
El
joven, uno más de los vecinos de estos bloques de viviendas,
considera que esta iniciativa habría motivado la detención y las
"torturas"
que
-según afirma- "sufrió
la pasada semana a manos de la Guardia Civil".
"En
el cuartelillo envolvieron las porras en toallas y me dieron una
paliza"
"Estaba
en la parada de guaguas, esperando para dirigirme a mi puesto de
trabajo, cuando se detuvo un coche de la secreta, de la
Guardia Civil.
Sin identificarse, sin darme motivos ni especificar si estaba
retenido o detenido, los agentes me llevaron al cuartelillo. Fue un
secuestro con todas la palabras"
- sostiene Rodríguez.
Ruymán
Rodríguez
refiere, asimismo, que "los
insultos cargados de odio ideológico y las amenazas"
comenzaron nada más llegar a las dependencias policiales.
"Me
decían que me fuera de Guía, que
estaba llenando el pueblo de gentuza.
Yo les respondí que en la Comunidad no había gentuza, sino familias
sin recursos. Les dije que lo que estábamos haciendo era darle un
techo a personas que no tenían ni para comer por culpa de las
políticas aplicadas por la gente a la que ellos defienden".
"Entonces
-asegura
Rodríguez-
se irritaron y uno de los agentes respondió dándome una bofetada.
Luego me esposaron y empezaron a darme rodillazos, codazos, golpes
por todo el cuerpo. Esto no les pareció bastante, envolvieron las
porras en toallas y me dieron una paliza"
"Antes
de los porrazos me estrangularon en tres ocasiones. El agente que me
detuvo se enguantó y empezó a presionarme la nuez de Adán con los
pulgares hasta provocarme una insuficiencia respiratoria. La tercera
vez comencé a escupir sangre".
"Estaba
claro que me habían hecho un seguimiento. Sabían dónde trabajaba y
hasta que me había operado recientemente el pulgar, que me
retorcieron. Luego me tiraron a los calabozos esposado y sin poder
moverme, mientras seguían los insultos y las vejaciones"-continúa
denunciando el joven.
Según
el relato de Rodríguez,
los agentes dejaron de golpearle cuando les advirtió que "iba
a pedir un habeas corpus para comparecer ante el juez, que iba a ver
los hematomas, y que entonces tendrían que responder por lo que
estaban haciendo". "También les dije
-añade- que
al día siguiente llamaría a los medios de comunicación. Eso les
disuadió".
Logo. "Los pobres empiezan a unirse. Una experiencia comunitaria única en el archipiélago canario". (y dibujo de varias manos unidas y fotos de vecinxs de la Esperanza) |
"Me
acusan de atentado a la autoridad y me piden cinco años de cárcel"
"La
noche la pasé entre los centros de Salud de Guía y Gáldar y el
Hospital Doctor Negrín, porque empecé a expectorar sangre, a la
mañana siguiente me llevaron a los juzgados. Para mi sorpresa
se
me acusa de atentado a la autoridad y me piden cinco años de
cárcel".
"El
juez estimó que no había motivo para imputarme ese delito,
consideró lo sucedido como una falta de desobediencia, y lo rebajó.
Sin embargo el Guardia Civil que me denuncia no queda conforme con
eso, recurre la decisión del juez e insiste en acusarme del delito
de atentado a la autoridad. Actualmente, el juicio está en suspenso,
hasta que el juez decida si acepta o no el recurso. Si mantiene el
juicio de faltas y se me pide una multa o si el guardia civil se sale
con la suya y
son cinco años de cárcel".
"La
intención de todo esto es desestabilizar el proyecto de ocupación
más grande del estado español"
Para
Rodríguez
existe una relación directa entre el episodio que relata y el
"intento
de asustar a los vecinos de la Comunidad".
"Temen
que nuestras reclamaciones se hagan públicas antes de las
elecciones, que salgamos en los medios de comunicación y quieren
quitarme de en medio. Lo
digo públicamente, y quiero que quede grabado, que si a mí me pasa
algo serán responsables las fuerzas y cuerpos de seguridad".
"Piensan
que aquí hay un líder
y
que si me meten en la cárcel conseguirán que cunda el pánico entre
los demás. Pero lo que no saben es que si yo me voy, este proyecto
de ocupación, el más grande de todo el Estado, seguirá siendo
gestionado por los vecinos como ahora sucede".
"Lo
que ha querido la policía es meternos miedo, para la gente empiece a
irse, para que se vuelvan a los bancos donde dormían, a las casas
donde vivían hacinados. Pero no les está funcionado. La voluntad y
la esperanza
–concluye
Rodríguez-
es
siempre más fuerte que el miedo".
De
Canarias Semanal:
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