Foto. Jeremy Hammond. |
El
caso Hammond
Juan Manuel Olarieta
En noviembre de 2013 un tribunal federal de Estados Unidos condenó a Jeremy Hammond a 10 años de cárcel por piratear los servidores de Strategic Forecasting, una agencia de información más conocida como Strafor, que tiene su sede en Austin, Texas. Utilizando el seudónimo de Lulzsec, uno de los círculos de Anonymous, Hammond creó en Wikileaks el archivo GI Files (Global Intelligence Files o Archivos Mundiales de Inteligencia) que divulgó 5 millones de correos secretos de Strafor.
Tanto Hammond como su hermano Jason son dos conocidos militantes antifascistas en Estados Unidos que han participado en choques violentos contra los neonazis en Chicago. En la cárcel tiene la correspondencia censurada y bloqueada de manera muy estricta, de modo que no se conocen exactamente su condiciones de reclusión.
Hammond capturó 200 GB de datos, incluyendo correos y números de tarjetas de crédito que luego utilizaron para hacer donaciones millonarias a instituciones públicas de caridad.
Los servidores de Strafor no se pudieron volver a poner en funcionamiento hasta seis meses después. Los correos electrónicos interceptados por Hammond demostraron que Strafor recopilaba información en nombre de grandes multinacionales que luego compartía con las centrales de espionaje y el FBI.
Por ejemplo, espió a los Yes Men por encargo de Dow Chemical, cuando los militantes denunciaron a la multinacional química por la catástrofe de 1984 en Bhopal, India, que causó miles de muertos.
Al mismo tiempo Strafor colaboraba con la policía de Texas para infiltrar el movimiento Ocuppy Austin en los primeros meses que siguieron a la formación del movimiento en 2011.
La condena es brutal. La pena por pirateo es superior a la pena promedio por asesinato (6 años). Además, después de cumplir los 10 años de cárcel, Hammond deberá cumplir otros tres años más de libertad vigilada. Es casi el doble de la que le impusieron a Kevin Mitnick, que fue uno de los piratas más buscados en Estados Unidos.
Fue detenido en marzo del 2012 gracias al chivatazo de Hector Xavier Monsegur, conocido como "Sabu", que fue quien dio la orden de piratear a Strafor y que, en realidad, era un confidente del FBI. Tras su detención Hammond dijo que era el propio FBI el que estaba utilizando la red de Anonymous para realizar determinados ataques ya que el infiltrado "Sabu" era el encargado de decir dónde y cuándo había que atacar, es decir, un caso claro en el que es la policía quien provoca el delito.
En cualquier caso se trata de una condena absurda desde el punto de vista judicial, pues no se puede condenar a alguien por vigilar a quien vigila, es decir, por hacer exactamente lo mismo. Atenta al principio de igualdad ante la ley; "o todos o ninguno".
Juan Manuel Olarieta
En noviembre de 2013 un tribunal federal de Estados Unidos condenó a Jeremy Hammond a 10 años de cárcel por piratear los servidores de Strategic Forecasting, una agencia de información más conocida como Strafor, que tiene su sede en Austin, Texas. Utilizando el seudónimo de Lulzsec, uno de los círculos de Anonymous, Hammond creó en Wikileaks el archivo GI Files (Global Intelligence Files o Archivos Mundiales de Inteligencia) que divulgó 5 millones de correos secretos de Strafor.
Tanto Hammond como su hermano Jason son dos conocidos militantes antifascistas en Estados Unidos que han participado en choques violentos contra los neonazis en Chicago. En la cárcel tiene la correspondencia censurada y bloqueada de manera muy estricta, de modo que no se conocen exactamente su condiciones de reclusión.
Hammond capturó 200 GB de datos, incluyendo correos y números de tarjetas de crédito que luego utilizaron para hacer donaciones millonarias a instituciones públicas de caridad.
Los servidores de Strafor no se pudieron volver a poner en funcionamiento hasta seis meses después. Los correos electrónicos interceptados por Hammond demostraron que Strafor recopilaba información en nombre de grandes multinacionales que luego compartía con las centrales de espionaje y el FBI.
Por ejemplo, espió a los Yes Men por encargo de Dow Chemical, cuando los militantes denunciaron a la multinacional química por la catástrofe de 1984 en Bhopal, India, que causó miles de muertos.
Al mismo tiempo Strafor colaboraba con la policía de Texas para infiltrar el movimiento Ocuppy Austin en los primeros meses que siguieron a la formación del movimiento en 2011.
La condena es brutal. La pena por pirateo es superior a la pena promedio por asesinato (6 años). Además, después de cumplir los 10 años de cárcel, Hammond deberá cumplir otros tres años más de libertad vigilada. Es casi el doble de la que le impusieron a Kevin Mitnick, que fue uno de los piratas más buscados en Estados Unidos.
Fue detenido en marzo del 2012 gracias al chivatazo de Hector Xavier Monsegur, conocido como "Sabu", que fue quien dio la orden de piratear a Strafor y que, en realidad, era un confidente del FBI. Tras su detención Hammond dijo que era el propio FBI el que estaba utilizando la red de Anonymous para realizar determinados ataques ya que el infiltrado "Sabu" era el encargado de decir dónde y cuándo había que atacar, es decir, un caso claro en el que es la policía quien provoca el delito.
En cualquier caso se trata de una condena absurda desde el punto de vista judicial, pues no se puede condenar a alguien por vigilar a quien vigila, es decir, por hacer exactamente lo mismo. Atenta al principio de igualdad ante la ley; "o todos o ninguno".
Dibujo. (proletarios con pancartas que son puños gigantes) |
Poesía:
"Crisis
total"
Las
esperanzas arden entre abismos,
se abruman nuestros sueños y conquistas;
las crisis, las miserias y los vicios
se imponen, como crueles genocidas...
Atrás cayeron crueles dictadores,
y aún así, corruptos y usureros
hoy visten de “estadistas y señores”,
por sobre la humildad del pueblo obrero.
La guerra y la pobreza nos castigan.
¡El más necesitado está sufriendo!
La libertad, el pan y la justicia
¡reclaman, hoy, un cambio para el pueblo!!!
se abruman nuestros sueños y conquistas;
las crisis, las miserias y los vicios
se imponen, como crueles genocidas...
Atrás cayeron crueles dictadores,
y aún así, corruptos y usureros
hoy visten de “estadistas y señores”,
por sobre la humildad del pueblo obrero.
La guerra y la pobreza nos castigan.
¡El más necesitado está sufriendo!
La libertad, el pan y la justicia
¡reclaman, hoy, un cambio para el pueblo!!!
Fernando
Adrián Zapata
Grupo
Cultural "Letras al porvenir", ARGENTINA
(Última
entrega. Gracias compañerxs!!)
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