Foto. (Portando el féretro de Dilek Dogan) |
Turquía:
En
los barrios rojos de Estambul:
http://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.es/2016/01/en-los-barrios-rojos-de-estambul.html
En
los barrios rojos de Estambul (2):
http://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.es/2016/01/en-los-barrios-rojos-de-estambul-2.html
En los barrios rojos de Estambul (y 3)
http://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.es/2016/01/en-los-barrios-rojos-de-estambul-y-3.html
En los barrios rojos de Estambul (y 3)
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Portada libro de Roque Dalton. |
Poesía
histórica:
Roque
Dalton
Las
confortaciones de los Santos Auxilios
I
(1932)
Agustín
Farabundo Martí
dejó que lo abrazara
el cura con quien se había negado a confesarse
y caminó firmemente al paredón.
dejó que lo abrazara
el cura con quien se había negado a confesarse
y caminó firmemente al paredón.
De
pronto se volvió
y llamó a Chinto Castellanos,
secretario presidencial, quien lo había acompañado toda la noche
platicando y fumando puros
en la capilla ardiente.
y llamó a Chinto Castellanos,
secretario presidencial, quien lo había acompañado toda la noche
platicando y fumando puros
en la capilla ardiente.
-Dame
un abrazo vos -le dijo en el oído-,
está fregado que sea de un cura tan intrigante
el último abrazo que me lleve de la vida.
-¿Y por qué yo? -Le dijo Chinto.
-Ah -le contestó Farabundo-, porque vas a ser uno de nosotros,
ya verás.
está fregado que sea de un cura tan intrigante
el último abrazo que me lleve de la vida.
-¿Y por qué yo? -Le dijo Chinto.
-Ah -le contestó Farabundo-, porque vas a ser uno de nosotros,
ya verás.
Y
fue a ponerse frente al pelotón que lo fusiló.
II
(1944)
A
Víctor Manuel Marín para poder fusilarlo
le tuvieron que poner unos burros de madera
(esos que se usan para poner la tabla de planchar)
por los sobacos.
En la tortura le habían fracturado las piernas
y los brazos y algunas costillas,
fuera de que le habían destripado un ojo
y machacado los testículos.
le tuvieron que poner unos burros de madera
(esos que se usan para poner la tabla de planchar)
por los sobacos.
En la tortura le habían fracturado las piernas
y los brazos y algunas costillas,
fuera de que le habían destripado un ojo
y machacado los testículos.
El
mismo cura que no pudo confesar a Farabundo,
se le acercó a Víctor Manuel y le dijo:
“Hijo mío, vengo a reconfortarte el espíritu”.
se le acercó a Víctor Manuel y le dijo:
“Hijo mío, vengo a reconfortarte el espíritu”.
Y
aquél le contestó entre sus dientes rotos
y sus labios reventados:
“Es el cuerpo el que me flaquea, no el espíritu”.
y sus labios reventados:
“Es el cuerpo el que me flaquea, no el espíritu”.
Después
lo fusilaron.
III
(1973)
Cada
vez que leo en las páginas sociales
del Diario Hoy o de La Prensa Gráfica
esas lujosas esquelas mortuorias
de a doscientos colones o más
avisándonos que se murió un burgués
reconfortado con los santos auxilios
de nuestra religión católica,
pienso en todo lo que nos dicen esos dos muertos
que rechazaron esos confortos y auxiliaciones
del Diario Hoy o de La Prensa Gráfica
esas lujosas esquelas mortuorias
de a doscientos colones o más
avisándonos que se murió un burgués
reconfortado con los santos auxilios
de nuestra religión católica,
pienso en todo lo que nos dicen esos dos muertos
que rechazaron esos confortos y auxiliaciones
(de
“Las historias prohibidas de Pulgarcito”)
Pantallazo. (foto bombas sobre una ciudad) |
Música
combativa
Dibujo. (mano empuña un megáfono) |
Un saludo solidario. Quiero empezar esta pequeña carta sin ánimo de ser o querer ser presuntuoso, pero seguro a la vez como estoy de que voy a hablar de un tema que al 97 por ciento de lxs lectorxs de este blog antirrepresivo les ha pasado desapercibido: la descripción que día a día acompaña a cada imagen (bien sea esta una foto, una pintada, una pancarta, dibujo, viñeta) que este blog viene publicando desde junio de 2013.
Es natural que lo cotidiano lo normalicemos, incluso que lo interioricemos, pero eso no puede ser, de ninguna de las maneras, excusa para no agradecer la ingente labor que conlleva el realizar la descripción que acompaña a las imágenes, con objeto de que lxs lectorxs invidentes podamos tener la misma información que vosotros, lxs lectors que, afortunadamente, veis.
Podría parecer en un primer momento que el agradecimiento de esta labor esclarecedora fuera únicamente cosa de los propios invidentes, de la misma manera que también en un primer momento pudiera parecer que la solidaridad con las personas presas o represaliadas fuera cosa únicamente de las organizaciones en las que estas militaran o de sus familiares o amigos más directos. Sin embargo, tanto en un caso como en el otro, ni de lejos puede achacarse este deber a los afectados más inmediatos.
¿Y que porqué viene todo esto? Pues bien sencillo, por la colosal tarea que el SRI se ha tomado para describir los carteles del Socorro Rojo de la época de la guerra civil que hemos podido ir disfrutando estos días anteriores.
En realidad esta ha sido la excusa, pero si bien se puede decir que es extensible a las descripciones que todos los días realizan, me parece que en este caso la de dichos carteles puede servir de punta de lanza: ¡hasta 18 carteles han llegado a incluir en una misma entrada! ¿Sabéis la complejidad que eso entraña? Lo explicaré detenidamente para que nos hagamos conscientes.
Ellos eligieron acertadamente el formato de pie de foto, es decir, unas pocas y perfectamente comprensibles palabras, para realizar la descripción que acompaña al elemento que hay que describir. Como se puede suponer fácilmente, esto no resulta nada fácil, y si no, haced, haced la prueba e intentad describir la imagen de alguno de los carteles aludidos, a la par que transcribís el contenido de los mismos. O sea, por un lado descripción de dibujos o logos del cartel, y por otro transcripción del texto que le acompañe.
Se coge un cartel, se transcribe su texto, y se intenta explicar en pocas palabras, que además tienen que ser objetivamente comprensibles, el dibujo (no siempre sencillo o simple de explicar) que tenga ese cartel. Bien, pues si esto ya es tremendamente difícil y complejo ¡imaginad que lo tenéis que hacer con 18 carteles de una tacada! y seguramente entre otras mil actividades diarias, porque digo yo que los editores de este blog tendrán vida privada, profesional, etc, con todo lo que eso conlleva. Sin dejar de lado, claro está, que este de los carteles es solo un ejemplo, aunque muy laborioso, y que la tarea tanto de describir como de transcribir es constante y diaria, y no solo con carteles, sino también con chapitas, cuadernillos, pancartas, pegatinas, pintadas, llaveros, esculturas, comics, viñetas, posters, ....
NO sé si podemos llegar a ser conscientes de lo que supone, pero no nos vendrá mal empatizar y pensar mucho en ello, ya que hasta ahora, como digo, no creo que muchos lo hayamos hecho. Desde aquí, de nuevo, mi más sincero agradecimiento de todo corazón por la continuada labor de eliminación de barreras para que la información nos pueda llegar a todos, y mi más ardoroso deseo de que cada vez más personas seamos conscientes de esta realidad y de la gratitud de la que los descriptores de los Comités por un SRI son merecedores. ¡Gracias! Sí, muchas gracias, por, y a pesar de malos días, días de mayor o menor tino, días con más o menos dificultades, días con más o menos ganas, días en los que seguro no han faltado los problemas y las preocupaciones, no faltar nunca ¡nunca! a la cita con la destrucción de las barreras que nos impone en este caso nuestro condicionamiento físico de no ver, y gracias también, como he dicho antes, desde el punto de vista solidario (ya que a los dos ámbitos y personas que afectan a los mismos concierne) por ensanchar conciencias y ayudar a adoptar hábitos integradores.
Un invidente y solidario.
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