La ominosa teoría de los recortes de la libertad, por Olarieta.

Dibujo. (candado y cierre en la reja de una prisión)

La ominosa teoría de los recortes de la libertad
Juan Manuel Olarieta

Un país que (casi) siempre ha carecido de libertad, como España, fabrica su propio vocabulario político, repleto de eufemismos, circunloquios y dobles sentidos. Aquí a las huelgas siempre les han llamado paros y al Estado se le califica de represivo, autoritario, policial... A las cosas se las llama de cualquier manera, excepto por su nombre.

Tras la aprobación de la ley mordaza, los amigos de los eufemismos sacaron a pasear la teoría de los recortes de las libertades: en España hay tantas libertades y derechos que el gobierno se puede permitir el lujo de aligerarlos un poco.

La teoría de los recortes asegura que en España hay libertades, aunque están limitadas, restringidas, amenazadas o en riesgo.

De aquí se deduce que los regímenes políticos son como los regímenes alimenticios y las dietas de adelgazamiento: si comes un poco menos, reduces tu peso. Sólo los dogmáticos y los fanáticos dicen que no hay término medio y que las cosas son blancas o negras.

Los recortes de las libertades son como los recortes presupuestarios. De la misma manera que la inversión educativa disminuye un 35 por ciento, la libertad también se ha reducido un 27 por ciento tras la ley mordaza. Para poder disfrutar de una libertad al 95 por ciento, debemos votar a un partido que no recorte nuestros derechos y libertades, o que los recorte un poco menos, que mejore las leyes existentes, etc.

Esta prostitución del vocabulario político procede de la transición. Hasta entonces las organizaciones antifascistas decían “Si nos tocan a uno, nos tocan a todos”, en referencia a los despidos, por ejemplo. Cuando en una fábrica se despedía a un trabajador, la primera reivindicación era que se reincorporara a su puesto de trabajo. A eso se le llama “solidaridad”.

En cualquier trabajo hay quien nunca es despedido. Del mismo modo, en cualquier país hay quien siempre disfruta de todos y cada uno de los derechos. En el franquismo ocurría lo mismo: había quien se reunía, se manifestaba y se expresaba libremente. Pero, ¿se caracterizó el fascismo por la libertad?, ¿había mucha libertad bajo el franquismo?, ¿había poca?, ¿estaban restringidas las libertades o no las había?

Dibujo. (un ojo en un código de barras)

También ahora hay quien se manifiesta, se reúne y se expresa libremente, por lo que esas preguntas se pueden plantear de la misma manera estúpida en que lo hacen los que hablan de recortes.

No es más que la adopción de un punto de vista erróneo sobre la libertad, que pone el acento en quienes disfrutan de ella y no en los demás. Además, cada uno debe atender a sus propios asuntos. Lo opuesto a la solidaridad es el “¿Qué hay de lo mío?”

Desde los tiempos de la transición en España sólo se está contando la mitad de la historia, que es una manera de falsificarla. Se cuentan los partidos legalizados, pero no los que jamás lo fueron. Se cuentan los presos que salieron a la calle y no los que se quedaron dentro. Se cuentan las manifestaciones que vemos todos los días en la calle, pero no aquellas que el gobernador prohíbe...

En un país, como la España actual, la libertad de la que hablan es ese iceberg cuya punta emerge por encima del agua, no lo que hay debajo de ella: la censura, la tortura, las manifestaciones prohibidas, las que se disuelven a palos...

Quienes cuentan la historia tienen plena libertad para hacerlo... a su manera. Sin embargo, que haya detenidos a quienes la policía no tortura, no significa que la tortura no exista. Como la mayor parte de la represión, la tortura es invisible y así seguirá siempre si, además de darle una paliza, al torturado le privas de la posibilidad de denunciarlo y tú no asumes la responsabilidad de hacerlo.

Se pueden poner cuantos ejemplos sean necesarios. Por ejemplo, si huyes de Cuba tienes todas las posibilidades de que España te reconozca el derecho de asilo, pero si huyes de Siria... ¿Se trata de un recorte del derecho de asilo o de otra cosa distinta?

Es lo que Lenin calificó de “partidismo” en el terreno filosófico trasladado al político, cuya consecuencia es que fuerza a los colectivos sociales a tener que pronunciarse: ¿consideran que España es un país en el que la policía tortura?

Este tipo de pronunciamientos ponen a cada cual en su sitio. Quien diga que no existe la tortura o que hay libertad de expresión adopta una actitud pasiva, está muy satisfecho con lo que hay y sostiene al Estado. Por el contrario, quienes denunciamos ambas cosas adoptamos una actitud activa, reivindicativa: no hay libertad y hay que luchar por ella.

Carteles (foto Isabel y recordatorio asesinato, y texto por el 2º aniversario). (en un cartel de un Juzgado de Málaga)

Comité de Málaga por la Amnistía

El Comité de Málaga por la Amnistía surge de la necesidad de organizar el movimiento solidario de resistencia con los represaliados y presos políticos antifascistas.

Ante el aumento de la represión por parte del Estado fascista español contra todas aquellas personas, sindicatos y organizaciones políticas que luchan contra este sistema capitalista criminal, es nuestro deber ser solidarios y organizar la solidaridad que entendemos que debe de ser total, y en ningún momento selectiva con cualquier represaliado o preso político por motivo de discrepancia política o ideológica concreta dentro del pensamiento de izquierda que se tenga. Ya que consideramos compañeros de lucha a independentistas, anarquistas y comunistas. La represión no mide en estos aspectos, que nuestra respuesta a su represión no lo haga.

¡Frente al fascismo y su represión; solidaridad, organización y resistencia!

http://comitedemalagaporlaamnistia.blogspot.com.es/

Cartel. "Derrubando muros, artellando solidariedade". (y comunicado). (y foto de 8 presxs políticxs galegos)

Muro Solidario:
- Cartel-comunicado en torno al día internacional del preso político, editado por el CSRP de Compostela.

Pintada. (Lenin con el puño alzado en plantilla, debajo "PCE(r)")

-Pintada en Iruña-Pamplona.