Poster. "Paco Cela Seoane, preso comunista do PCE(r)". |
Niegan
visita ya concertada de solidario a Paco Cela Seoane
“...
He ido a visitar a Paco Cela Seoane a la prisión de Picassent, con
la sorpresa que no me han dejado entrar por que no salía la cita en
el ordenador, he intentado explicarle que venía de lejos y que sí
tenía cita, con lo cual me ha dicho que no salía en el ordenador y
punto, y me ha cerrado la ventana en la cara, me he quedado ahí de
pie exigiendo que me dejaran verle, con lo cual ha venido otro
funcionario a preguntarme que me pasaba, le he explicado la situación
y le he dicho que tenía una captura de pantalla con la cita, me ha
dicho que se lo enseñara a su compañera de la entrada (ya que no se
permiten móviles dentro), se lo he enseñado y me ha dado la razón,
entonces ha llamado a seguridad para comunicarlo, y me han denegado
entrar igualmente.
Después
de varias discusiones sobre el tema decido irme, y al salir me dice
un chaval que estaba en el parking que unos secretas han estado
haciendo fotos a mi coche...
La
semana pasada ya me pasó lo mismo, pero al insistir al final me
dejaron entrar...
Así
se las gasta este estado fascista e instituciones penitenciarias para
aislar más a los presos políticos, poner trabas e intentar
acojonarte con numeritos, pero a mí no me conocen, soy muy cabezón,
y la semana siguiente voy a estar ahí les guste o no...
La
SOLIDARIDAD no se puede reprimir, comprar, matar o encarcelar, y voy
a romper el aislamiento que sufre Paco cueste lo que cueste...
Rendir-se
no es cap opcio !!!
LLIBERTAT
PACO CELA SEOANE
X.”
JKal. (en un muro al que ilumina la luna, una pintada, con la hoz y el martillo). |
Muro
Solidario:
-Dibujo
de Juan Karvellido “Libertad para Manuel Arango”.
Caja del medicamento Trankimazin. |
Caras
ocultas de la crisis en España
Crece
un 57% el consumo de ansiolíticos y somníferos
Impunidad
fascista
Los
fascistas sí tienen amplia libertad de expresión
Captura
de pantalla de la libertad de expresión que algunos sí tienen,
además de mucha mala baba e inmundicia.
Fotos de M.X. Jonhson, con el puño en alto y cuando soldado. |
EE.UU.
Un
nuevo día
Por
Mumia Abu-Jamal
Los
eventos de primeros de julio siguen resonando en la conciencia
nacional.
Los
asesinatos no provocados cometidos por policías en las calles del
Medio Oeste de Estados Unidos y los subsecuentes asesinatos de
algunos policías en Texas nos indican que se ha alcanzado una nueva
etapa en la guerra interna más larga del país, y que nadie sabe
cómo acabará.
Obviamente
el problema de la violencia policiaca no es nada nuevo.
Cuando
el reverendo Dr. Martin Luther King, hijo, encabezó protestas contra
la segregación racial en Selma, Alabama en los años 60, los
policías no auxiliaron a los manifestantes. Al contrario, golpearon
a los hombres y mujeres indiscriminadamente para proteger los
privilegios de los blancos. El puente Edmund-Pettus bridge se volvió
resbaloso con la sangre de los negros derramada ahí.
Hoy
en día asesinan con impunidad total a hombres, mujeres, niñas y
niños negros –como Mike Brown, Rekiah Boyd, Tamir Rice, Eric
Garner– y nada les pasa. Los grandes jurados que operan en secreto,
y los jueces que emiten fallas no tan secretas, coinciden en
dictaminar “homicidio justificable” y los policías asesinos
reciben ascensos de trabajo.
“Qué
buen trabajo” ––y nada.
Ahora
los medios, los políticos y los policías dicen que Micah Xavier
Johnson es “un hombre loco”, o según un político prominente,
“trastornado”.
Pero
si es un hombre loco, ¿qué es lo que provocó su locura?
¿Estaba
loco cuando fue a asesinar a personas afganas en representación del
Imperio? Tal vez su capacitación era demasiada buena.
La
opresión enloquece a la gente. La vuelve loca. Convierte los
cerebros calmados en mentes dementes, consumidos por la ira, la rabia
y los resentimientos.
Los
medios, los pastores y los políticos lo insultan, pero ya está
fuera del alcance de sus maldiciones.
Su
vida ya era una maldición naciendo nigger
en Estados Unidos. Es una maldición suficientemente mala.
En 1951,
el gran poeta, Langston Hughes (1902:1967), escribió las siguientes
líneas en su poema, “Harlem”:
¿Qué
pasa con un sueño diferido?
¿Se
marchita
como
una pasa en el sol?
¿O
se encona como una llaga –
y
luego corre?
¿Apesta
como carne podrida?
¿O
forma una costra de azúcar –
como
un dulce con jarabe?
Tal
vez solo se hunda
como
una carga pesada.
¿O
explota?
Desde
la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
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