sábado, 8 de octubre de 2016

La solidaridad de la URSS con la España republicana. (1 de 2)


Pie de foto “Varios aspectos de la imponente manifestación de entusiasmo y gratitud con que el pueblo barcelonés acogió la llegada a su puerto del buque soviético «Zyrianín», con carga
de varios millares de toneladas de víveres destinados a las mujeres y los niños del pueblo español, y costeados por suscripciones y donativos recaudados entre los obreros de la URSS
De la revista Crónica nº 363 de 25 de octubre de 1936.
HAGAMOS DE LA MEMORIA ANTIFASCISTA UN PRESENTE DE LUCHA Y RESISTENCIA

La solidaridad de la URSS en la lucha contra el fascismo (I de II)

No se puede hablar de la solidaridad y del apoyo a la lucha antifascista en España a nivel internacional sin dedicar un apartado especial a la ayuda recibida desde la URSS.
Fue el país que rompió el bloqueo para la venta de armas a la República decretado por el “Comité de No Intervención” que tenía por objetivo ahogar la lucha antifascista mientras miraban para otro lado cuando se trataba de la venta y suministro de armamento, cuando no de la intervención directa de los nazis alemanes o los fascistas italianos y portugueses.
Pero también fueron los obreros, campesinos, hombres, mujeres y niños los que desde primer momento comenzaron a enviar todo tipo de ayuda para mitigar las penalidades que traía aparejada la guerra.
Una ayuda que ha sido posteriormente, en el mejor de los casos ignorada y ninguneada, tergiversada y manipulada.
Pero lo que es una realidad es que los primeros barcos que llegaron con ayuda fueron soviéticos y como la foto muestra, la llegada del buque soviético Zyrianin en octubre de 1936, al puerto de Barcelona fue recibido con una multitudinaria manifestación de reconocimiento a la solidaridad del pueblo soviético, un reconocimiento que fue una constante durante los tres años que duró la guerra y de las que reproducimos algunos ejemplos a continuación. Estos papeles históricos son tan importantes para desvelar a los verdaderos solidarios con la España republicana, que haremos la entrega en dos capítulos, que se pueden leer de forma independiente:

"La Unión Soviética, a la vanguardia

Frente a la actitud cobarde y suicida de Europa, la Unión de Repúblicas Socialistas levanta en alto la bandera de solidaridad con el pueblo español, que combate por sus libertades y por las de la Humanidad entera.
Aparte del dolor que nos produce la actitud de los Gobiernos democráticos del mundo, inhibiéndose ante los sucesos de España, nos sentimos fortalecidos por el alto espíritu de solidaridad de todas las conciencias libres del mundo. De todas partes nos llegan palabras llenas de la emoción profunda de las masas trabajadoras. Pero de todas las voces la que más nos reconforta es la de la URSS, porque es la voz unánime de todo el pueblo ruso: la voz franca y potente de sus 170 millones de habitantes transmitida por medio de su Gobierno.
Ante el temor infundado de las grandes naciones democráticas, ante las dilaciones suicidas y cómplices de la Conferencia de “no intervención”, la URSS ha dicho su palabra: Oigámosla: “Deseando no permanecer en la situación de los que contribuyen involuntariamente a una acción injusta, el Gobierno de la URSS no ve más que una salida a la situación que se ha creado: devolver al gobierno de España el derecho y la facultad de que gozan en la actualidad todos los gobiernos del Mundo y dejar a los participantes del acuerdo en libertad de vender o no vender armas a España”.
El periódico “Izvestia” caracteriza la declaración del embajador soviético en Londres, camarada Maisky, como la conclusión directa y clara del acuerdo de no intervención.
La declaración del embajador ruso en Londres ha sido acogida con profunda satisfacción por los trabajadores soviéticos. En numerosos mítines que han tenido lugar en Leningrado, Moscú, Kharlov, Toula, Rostov y otras importantes ciudades, los trabajadores, declararon apoyar decididamente la política firme del Gobierno bolchevique para la defensa de los intereses de España.
En un mitin celebrado en Dniepropretovsk, al que asistieron millares de obreros, uno de los oradores declaró lo siguiente: “Saludamos con toda efusión y calurosamente la declaración del camarada Maisky, que expresa la voluntad y el pensamiento de los 170 millones de ciudadanos de la URSS”.
La Prensa publica una carta de los cosacos koljosianos del Don y del Kuban, dirigida al heroico pueblo español, diciendo: “Nos orgullece que nuestro grande y poderoso país haya sido el primero en levantar su voz para la defensa de la joven y maravillosa República española. Nos ufanamos de que actualmente resuene en todos los rincones del mundo nuestro llamamiento: “¡Fuera las manos sobre la España republicana!”. Resuene en el mundo entero, salve las montañas, cruce los valles y los mares, hasta llegar a vuestras trincheras y ciudades defendidas palmo a palmo nuestro saludo cosaco koljosiano”.
Los asistentes a las reuniones organizadas por los grandes centros fabriles y establecimientos industriales de Leningrado aprobaron en toda su extensión la actitud de la URSS, procediendo a nuevas suscripciones a favor de las mujeres y niños de los luchadores españoles.
Los trabajadores de la fábrica de calzado “La Commune de París”, de Moscú, que son 6000 aprobaron una moción en la que se manifiesta: “Nuestro Gobierno tiene mil veces razón al declarar que no puede tolerar la mentira e hipocresía de los Estados fascistas. Ya es hora de oponer una barrera a la ayuda de los intervencionistas fascistas”.
Esto, en cuanto a la cuestión política. De todas partes de la URSS continúan llegando a Moscú adhesiones y millares de kilos de productos alimenticios, centenares de miles de calcetines, trajes, zapatos y efectos destinados al heroico pueblo español."

Ayuda nº 24, 21/10/1936

Dibujo: "Hagamos de la memoria..." (mani obrera con enormes puños de pancartas de mano)
"LA SOLIDARIDAD DEL PUEBLO SOVIÉTICO
La lucha del pueblo español, admiración de los trabajadores del mundo entero. (…)

Desde el primer momento nuestra heroica lucha despertó, no solamente la atención, la curiosidad, sino también la admiración y el entusiasmo de los trabajadores de todo el mundo, de todos los hombres amantes de la libertad y la democracia, que veían en nuestra lucha, no solamente una pugna entre dos tendencias, no solo una guerra civil por el predominio de tal o cual política, sino la gran batalla entre la democracia y el fascismo, en la que se juega, no ya la suerte de España, sino la suerte de todo el mundo civilizado frente a la barbare fascista.
Esa admiración, ese entusiasmo por nuestra lucha, se tradujo en manifestaciones de solidaridad hacia el pueblo español en armas.

La solidaridad de los Sindicatos soviéticos
Fueron los primeros, los Sindicatos de la Unión Soviética. Los obreros de la Unión Soviética, que saben perfectamente lo que el fascismo representa para los pueblos, que conocen por propia experiencia lo que es el régimen de terror, de miseria, de hambre, de explotación sin límites, por haberlo vivido bajo el zarismo… Pero la solidaridad de los obreros soviéticos para con el pueblo español no fue, no podía ser, una solidaridad platónica.
Ellos, que han conocido los sufrimientos de una guerra civil larga y penosa, los tormentos del hambre y del bloqueo, saben que la solidaridad es algo más que sonoras declaraciones de admiración y simpatía. Saben que es necesario ayudar eficazmente a los combatientes, ponerlos en condiciones de resistir los embates del enemigo al abrigo de privaciones. Y, dando rienda suelta a su espíritu solidario, respondiendo al llamamiento de sus Sindicatos, los obreros soviéticos acudieron presurosos a aportar su ayuda materia al pueblo español.

¡12millones de rublos!
A los pocos días, el 5 de agosto, los obreros soviéticos enviaban a España más de 12 millones de rublos, producto de sus suscripciones.
Esta acción de los obreros soviéticos fue el punto de partida para una gran campaña de solidaridad en favor de los antifascistas españoles. A partir de ese momento, no ha transcurrido un solo día sin que los trabajadores soviéticos expresen, bajo todas sus formas, su solidaridad con el pueblo español en armas. Los mítines en favor de España reúnen a millares y millares de trabajadores; las manifestaciones en las calles, con carteles alusivos a nuestra lucha, son verdaderos ríos humanos; las recogidas de fondos no cesan un momento. Dos barcos soviéticos han llegado ya a España cargados de víveres para muchas mujeres, para los hijos de los combatientes, para nuestros bravos milicianos. El pueblo soviético no quiere que nuestros niños pasen las torturas del hambre que sus hijos pasaron durante la guerra civil.
Y esta acción de solidaridad no es la acción de unos cuantos: es la acción de todo un pueblo que liberado de las cadenas de la esclavitud económica y política, viven hoy alegre y feliz. En su felicidad y en su alegría no olvidad nuestros dolores y sufrimientos.
(…)"

Ayuda nº 22, 17/10/1936

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