lunes, 10 de octubre de 2016

Materiales de solidaridad con las y los presos políticos.

Foto. Mesa con láminas, pegatinas, tazas, dibujos...
Solidaridad con las y los presos políticos

Rastro político de Tirso de Molina, todas las mañanas de domingo del año. Madrid.
Foto. Mesa con libros, folletos, música...
Materiales muy variados de solidaridad con los represaliados políticos presos.
Foto. Diversas camisetas.
Libros escritos por presos políticos. Trabajos (láminas, esculturas, artesanía) hechos en prisión, camisetas, folletos de información, pegatinas, chapas, tazas de café con láminas de M.P.M., música solidaria, banderas Republicana Popular...

Foto. Panel de chapas y parches.
Jornadas Solidarias. Cartel 10 Octubre.
Convocatorias:

Córdoba. 10 Octubre
-Exposición de carteles del S.R.I.
-Recital de poemas y micro abierto

Portada libro "Dalï lama Pas si ZEN.
Libros:

Sobre la guerra sucia que hace ver al Dalai Lama como un Ghandhi

No tan “Zen” – El Lado Oculto del Dalai Lama

En 2011, Maxime Vivas, escritor, premio Vaillant de Literatura y periodista de gran prestigio en Francia, publicó el libro “Detrás de la cara sonriente: El Lado Oculto del Dalai Lama”. Es autor de otros diez libros.

En una entrevista con China Hoy, de junio de 2016, Vivas sostuvo que el verdadero Tíbet es totalmente diferente al presentado en los medios de comunicación de Occidente. Ello lo descubrió en la visita que hizo a esta región en 2010.
Allá los periódicos, las revistas, la radio, los canales de tele y las marcas en las tiendas emplean la lengua tibetana, sin ninguna excepción. Los profesores universitarios imparten clases en este idioma y la cultura local ha logrado ser protegida gracias a eficaces medidas. Los camareros en los bares trabajan siete horas diarias y cinco días a la semana, obteniendo por ello sus correspondientes honorarios”, comentó Vivas, quien agregó: “Los medios franceses nunca han informado sobre ello”.
Después de regresar a su país y tras un año de investigación, “Detrás de la cara sonriente: El Lado Oculto del Dalai Lama” pudo ver la luz. “Tras haber analizado la información proveniente del Gobierno chino, las publicaciones internacionales y los mismos datos aportados por el grupo Dalai, pude inclinarme por una forma particular de escribir el libro”.
Todos los datos que incluí provienen de libros, artículos, reportajes y videos del grupo Dalai”. Vivas sostuvo que hay muchas contradicciones en estos datos y las enumeró en su libro. “Cuando alguien duda sobre el contenido de mi libro, le aclaro que se basan en las propias palabras del Dalai Lama. No son inventos míos”. (...)

Después de que el libro saliera a la luz, muchos medios occidentales lo criticaron: “No es un verdadero reportaje. Fue realizado por orden de las autoridades chinas”. Al referirse a estos cuestionamientos, Vivas expresó que es lógico que las autoridades inviten a periodistas a realizar reportajes sobre su país, así como también muchos reporteros franceses han sido invitados a Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos. Sin embargo “lo que el Estado nos lleva a ver no es lo que queremos conocer. En mi caso, yo solo he escrito en el libro lo que he visto con mis propios ojos”.
Según Vivas, nadie puede conocer de verdad el Tíbet si no lo ha visto con sus propios ojos ni ha realizado una profunda investigación. Y lo explica con un ejemplo publicado en su libro. El escritor francés recordó cuando el Dalai Lama acusó al Gobierno chino de haber matado a una gran parte de la población tibetana. Según lo dicho por el Dalai, después de este supuesto “acto de terrorismo”, la población del Tíbet debió haber quedado reducida a la mitad: del millón de habitantes habría pasado a tener solo 500.000.
Al escuchar estas palabras del Dalai Lama, muchos seguramente habrán condenado la “crueldad” del Gobierno chino y lo habrán tildado de “dictatorial”. Empero, de acuerdo con los datos de especialistas en demografía de Occidente, de haber ocurrido realmente esta “matanza” cada mujer tibetana habría tenido que alumbrar entre 10 y 12 niños para explicar así las actuales cifras de la población (3,18 millones de habitantes en 2014). Evidentemente, esto es imposible. Y quiere decir que solo hay una verdad: nunca hubo tal “matanza”. No fue más que una mentira del denominado “estudio” del Dalai Lama y sus seguidores.
La mayoría de franceses no se han adentrado mucho en el Tíbet porque los especialistas y periodistas que sí lo conocen de verdad no aparecen en los medios debido a impedimentos políticos. Además, sus reportajes son normalmente rechazados por estos motivos políticos.
Una vez que el libro comenzó a venderse en Francia, algunos de sus seguidores comenzaron a pegar sobre estas ediciones un cartel que decía: “Críticas al Dalai Lama”. Y lo hacían para que muchos optaran por no leerlo. “Sin embargo, después de descubrir mis escritos, los lectores se dieron cuenta de todo. Ya nadie duda de lo que digo, porque descubro que las mentiras del Dalai se encuentran en sus propias palabras”.
Montaje. (Dalai se quita la careta = CIA)
Trato injusto
En 2011 se llevó a cabo en Toulouse, Francia, un festival sobre el Tíbet. Por esas coincidencias de la vida, las actividades tuvieron lugar en el pueblo natal de Maxime Vivas, justo cuando se publicaba su libro.
En aquella ocasión, un canal de tele local invitó a Vivas a un programa y planeó un encuentro entre el escritor y el Dalai Lama, junto con su intérprete francés. Lamentablemente, ni el Dalai ni su intérprete aceptaron la invitación, al señalar que daban importancia “solo a la religión y no a la política”. Seguramente, el Dalai Lama había leído ya el libro de Vivas.
La visita de tres días del Dalai Lama a Toulouse fue informada diariamente por los canales de televisión locales. Pero como el contenido era tan monótono, prefirieron hacer reportajes más equilibrados. Un canal invitó a Vivas para un programa de noticias que se iba a emitir en vivo. El motivo era su libro y sus puntos de vista acerca del Dalai Lama. Sin embargo, después de tres minutos concedidos al escritor, la estación suspendió el programa. El presentador le dijo: “Señor Vivas, si usted no tiene nada importante que hacer, es mejor que se retire de aquí”.
Luego se conocería lo que verdaderamente ocurrió. Según Vivas, un periodista de aquella estación televisiva estaba justo con el Dalai Lama y sus seguidores en un hotel de cinco estrellas. En ese momento, el Dalai vio a Vivas en la pantalla de televisión y se enojó mucho. Le pidió al reportero que le comunicara en forma urgente con el canal. El presentador recibió la orden de detener el programa y ahí fue cuando expulsó a Vivas del canal.
Pero el asunto no terminó ahí porque un asesor del Dalai Lama envió después un correo electrónico dirigido al entonces presidente francés Nicolas Sarkozy para pedir una sanción al canal de televisión por haber invitado a una “voz crítica”. (…)

Lo que es inaceptable para Vivas es el no haber podido explicar a su pueblo natal sus apreciaciones sobre el Dalai Lama, y que ello haya derivado en una carta al presidente francés. “¿Qué derecho tiene el Dalai Lama de hablar de democracia ante nosotros?”, se preguntó.
Más allá del mal momento generado por este asunto, Vivas analizó también el papel del Dalai Lama en Occidente. “En realidad, él es un instrumento que Occidente usa para pelear contra China”, señaló. En su libro, menciona que las ideas del Dalai Lama son siempre cambiantes. “Antes él creía en la reencarnación y aseguraba que en su otra vida había sido una linda muchacha. Pero últimamente critica estas creencias y las atribuye al viejo sistema feudal”, recordó el escritor, quien aclaró: “Esto no es un asunto meramente religioso. Es también político”.

El libro ha sido traducido a seis idiomas. (...)

Artículo completo en:

Colaboración enviada por X.L.

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