Final del culebrón en Honduras
El Imperio mete orden: Zelaya y Micheletti firman un pacto
M.I.R. Batallón Chile
Ni la ONU ni la OEA: Luego de los fracasos de su "ministerio de Colonias" regional para imponer el "orden democrático" en Honduras, Washington, mediante un acuerdo entre republicanos (sostenes de Micheletti) y demócratas (sostenes de Zelaya) decidió meter mano en su portaaviones terrestre del patio trasero.
El pacto firmado se resume en tres puntos: Zelaya somete su restitución (solamente hasta las elecciones) al Congreso hondureño, renuncia a la convocatoria de una Constituyente para su reelección, y (con o sin Zelaya) acepta la formación de un gobierno de "reconciliación nacional" que restablezca el "orden constitucional" en Honduras.
Como señalan los expertos: Sucedió lo obvio, lo que lógicamente debía ocurrir. Ambos sectores, Zelaya y Micheletti, responden a dos líneas internas del Imperio USA (el Departamento de Estado y el Pentágono) enfrentadas en el Congreso estadounidense tras el golpe que derrocó a Zelaya el 28 de junio pasado.
La OEA y los gobiernos de izquierda regionales, en extraña alianza, perdieron protagonismo y quedaron marginados del acuerdo suscripto por imposición de Washington.
La izquierda ya empieza a interpretar el pacto como una "traición de Zelaya" al movimiento que lo apoyó y luchó por su retorno en las calles, y muchos analistas señalan el arreglo como una vuelta del presidente derrocado al redil del establishment de poder hondureño del que se había alejado para abrazar demagógicamente el "socialismo" de Chávez.
De cualquier manera, el naciente capítulo de la "reconciliación" marca una experiencia: Washington controla con mano de hierro su patio trasero, y se reserva el derecho exclusivo de voltear y/o de restaurar gobiernos regionales según le convenga a sus intereses.
El desenlace del culebrón bananero, con un Imperio desdoblado en "derecha" (Micheletti) e "izquierda" (Zelaya), termina con los falsos sueños de "libertad e independencia" pregonado por los gobiernos regionales, y demuestra claramente que en América Latina el que dicta, regula y controla la "gobernabilidad del sistema democrático" es EEUU.
El discurso "anti-EEUU" de los gobiernos (por "izquierda" y por "derecha") sólo rige para los foros y las "cumbres". A la hora de las decisiones de fondo, las administraciones regionales se alinean y disciplinan dentro de la estrategia estadounidense.
Con el pacto entre Zelaya y Micheletti, una vez más, gana Washington y pierden todos los que creen que la nueva "revolución latinoamericana" se va a gestar desde gobiernos burgueses que gerencian para los bancos y corporaciones capitalistas en la región.
Informe
IAR Noticias / EFE
Los delegados del presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, y del de facto, Roberto Micheletti, firmaron el jueves un acuerdo para poner fin a la crisis causada por el golpe de Estado del 28 de junio, apremiados por una misión de EEUU que impulsó el acercamiento final.
El pacto suscrito establece que el Congreso Nacional debe decidir sobre la restitución de Zelaya y es uno de los 12 puntos de una propuesta del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, que estuvo en la negociación por parte de ambas comisiones desde el 7 de octubre.
El documento que engloba todos los acuerdos será firmado posiblemente el viernes, anunciaron miembros de ambas comisiones, que el jueves volvieron a la mesa de diálogo tras casi una semana de interrupción por desacuerdos sobre el regreso de Zelaya al poder.
El pacto general incluye el establecimiento de un Gobierno de reconciliación nacional, verificación internacional, una comisión de la verdad, el reconocimiento de las elecciones de noviembre, y el rechazo a una amnistía política y a una Asamblea Constituyente.
El convenio no establece plazos para que el Parlamento resuelva sobre la restitución, dijeron a medios locales los jefes de las comisiones de diálogo de Micheletti y Zelaya, Armando Aguilar y Víctor Meza, respectivamente.
La reanudación del diálogo fue auspiciada por la delegación estadounidense, encabezada por el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, y por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Las delegaciones se reunieron para que los representantes de Micheletti presentaran a los de Zelaya la propuesta relacionada con trasladar al Congreso Nacional la decisión sobre el regreso del depuesto gobernante a la presidencia.
"Ya se está acabando el tiempo, sólo tenemos un mes antes de las elecciones del 29 de noviembre; entonces, desde el punto de vista de EEUU y de la comunidad internacional, necesitamos un acuerdo lo más rápido posible", advirtió Shannon en una rueda de prensa tras la reanudación del diálogo.
Unas 12 horas después, el secretario de Asuntos Políticos de la OEA, Víctor Rico, anunció la firma del acuerdo decisivo en una breve comparecencia ante la prensa junto al funcionario estadounidense.
El diálogo "ha llegado a una feliz conclusión, hace apenas unos minutos las delegaciones designadas para este diálogo han suscrito el acta y los textos correspondientes", expresó Rico.
Shannon anunció de inmediato que, logrado el acuerdo, su país apoyará las elecciones de noviembre, cuyos resultados la comunidad internacional amenaza con no reconocer si no se restituye a Zelaya.
"Estados Unidos va a acompañar a Honduras en sus elecciones del 29 de noviembre", sostuvo el subsecretario.
"Esto es un gran momento para Honduras, el pueblo hondureño debe estar sumamente orgulloso de lo que los hondureños han logrado en este momento", añadió.
Destacó, además, que no recordaba "otro ejemplo en las Américas de un país que haya enfrentado el tipo de crisis que Honduras ha enfrentado, una ruptura de su orden democrático y que lo han resuelto con negociaciones, sin imposiciones, sin violencia".
Después de la firma del acuerdo, la misión estadounidense se reunió con Micheletti en la Casa Presidencial y con Zelaya en la embajada de Brasil, donde éste permanece refugiado desde el 21 de septiembre, tras volver por sorpresa al país.
El presidente de facto anunció en una declaración ante la prensa en la Casa Presidencial, poco antes de concretarse el acuerdo, su respaldo a que el Parlamento decida sobre la restitución de Zelaya, aunque insistió en que, a su criterio, le compete a la Corte Suprema de Justicia.
"Pero también entendemos que nuestro pueblo reclama pasar la página de nuestra historia en estos momentos difíciles que vivimos; por tal razón, he decidido apoyar esta nueva propuesta para lograr un acuerdo final cuanto antes", indicó.
Zelaya, por su parte, declaró a Radio Globo que "el solo hecho de que se esté ya reconociendo la necesidad de retrotraer los poderes del Estado al 28 de junio del 2009 significa un triunfo para la democracia hondureña y (...) el retorno de la paz para el país".
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