miércoles, 25 de marzo de 2015

¿Cómo se vive una visita a una presa política?.

Poster. "Victoria Gómez. Presa antifascista de los GRAPO". (y su foto)
Visita a Victoria Gómez Méndez

El 14 de marzo estuve en la cárcel de Caceres II, visitando a Victoria Gómez.

Quería recoger en este correo algunas de las cosas que hablamos y mis impresiones.
Desde Octubre del 2014 me carteo con Victoria, concretamente con ella puesto que es la única presa comunista encerrada en Extremadura (mi tierra).
En noviembre realizamos en Badajoz unas jornadas por la amnistía (tenéis el cartel publicado en vuestro blog) y decidimos que los beneficios irían destinados a la camarada Victoria.
Tras mucho cartear y varias de estas cartas resultar “extraviadas” me comunicó a finales de febrero que ya era posible que realizara la visita que tantas ganas tenía.

Poco más de precontexto a la visita, finalmente el 14 de Marzo pude charlar con Victoria.
Entré algo más tarde que la visita a otra presa, aún así los funcionarios me largaron de allí a la misma hora que a esta familia, por lo que estuve poco más o menos media hora allí.

He de reconocer que se me mezcló un nudo de alegría y a la vez una profunda tristeza al acercarme al habitáculo en el que me esperaba Victoria, con una sonrisa enorme, como la que una madre le dedicaría a su hijo.

Lo primero que hizo fue preguntarme por las jornadas de noviembre, ya que la carta en la que le contaba fue una de las que cayó en el olvido. A relación con esto empezamos a hablar de otra charla y otras acciones que estamos preparando para el 1 de abril por el aniversario del exterminio de Isabel Aparicio.

Después hablamos de la salud de Arenas y Arango, también le ha llegado la triste carta de los familiares de Manuel denunciando que ha empeorado mucho su salud, y que hace unos meses (cuando se encontró el supuesto cadáver de Publio Cordón) fue citada a diligencias en Madrid, allí pudo hablar (a gritos y sin verle) con Manuel Arango, y me comentó muy desolada que apenas podía moverse por sí solo... A relación con esto, Victoria se encuentra bastante bien de salud ( todo lo que se puede estar estando encerrada).

Me dijo un par de veces que nos estábamos moviendo mucho, que le encantaba ver a la juventud organizándose. Con esa sonrisa que no borró en toda la visita... ¿Cómo no vamos a movernos, camarada? solo así podemos haceros, al menos, sentir libres.

Cuando le hablé de que otrxs camaradas le escribirían me lo agradeció, pero me dijo que mucho mas importante era seguir dando fuera...

Andaba pidiéndome que le prestará “Imperialismo: la fase superior del capitalismo” de Lenin (que ya hay compañerxs ofrecidos para comprárselo) cuando aparecieron los funcionarios para poner fin a nuestra corta, pero intensa, charla.

Se despidió con un “Salud y Resistencia” y el puño en alto.
Al salir y recoger mis cosas me entregaron un paquetito que incluía un pin hecho a mano con la republicana y la estrella roja... Precioso.

En Abril volveré a visitarla, salud camaradas.

 
Foto. Pancartita de mano. "Libertad presxs políticxs comunistas, antifascistas, anarquistas, independentistas". (de fondo colores Republicana Popular)
Muro Solidario:
-Madrid 21M.

Foto. (Ludmila con su fusil en las manos)
Memoria Histórica:
Paso a la mujer trabajadora

Ludmila Mijailovna

Ludmila Mijailovna Pavlichenko nace en Belaya Tserkov (Ucrania) el 12 de julio de 1916. De altas dotes académicas, estudia Historia y al mismo tiempo trabaja en un arsenal soviético. Apuntada al club de tiro de dicha fábrica, pronto destacó como estupenda tiradora, cualidad que posteriormente la hizo mundialmente conocida. Se licencia y especializa en Historia en la Universidad de Kiev.
 
En junio de 1941 la Alemania nazi ataca la URSS. Inmediatamente Pavlichenko, como militante bolchevique que es, se apunta voluntaria para participar en la lucha. Cuenta la historia de esta revolucionaria una curiosidad: que, debido a su porte, más de modelo (alta, bella, peinada, uñas pintadas, ropa muy cuidada...) que de estudiante soviética, el oficial encargado del reclutamiento la miró con tal asombro que Ludmila tuvo que sacar el carné de tiradora experta y de militante del Partido para ser creída. El oficial seguía tan asombrado con su presencia casi burguesa que le recomendó alistarse en la unidad médica, a lo que esta revolucionaria se negó. Al final fue admitida en el Ejército Rojo, en concreto en la 25 División de Infantería, como tiradora experta.
 
La URSS carecía casi de armamento moderno debido a la situación bélica abierta en tantos frentes a la vez, así que dotan a Ludmila del archiconocido fusil Mosin-Nagant. Este histórico fusil, que tan buenos servicios prestó a la revolución soviética, no era nada adecuado sin embargo para el trabajo de tirador preciso, pues medía 123 centímetros de largo (difícil de camuflar), tenía un brutal retroceso (descubrimiento del tirador) y necesitaba de cerrojo entre disparo y disparo (lento).
Aún así, ya desde el primer día en el frente Ludmila se destaca como una tiradora de enorme precisión y estrategia. En Belyayevka primero y en Odessa después, en sólo dos meses ocasiona 187 bajas al enemigo fascista. Y hay que tener muy en cuenta que la labor de estos y estas francotiradoras de élite consistía en eliminar altos cargos y oficiales del enemigo, como mandos militares, guías de ametralladora, enlaces, etc.
Su fama como antinazi mortal empieza a tomar tal carta de prestigio, que cuando los nazis rumanos cercan Odessa en septiembre de 1941, se retira el Ejército Rojo llevándose a los francotiradores a Sebastopol, ya que los nazis los catalogaron como objetivo número 1 a encontrar y eliminar.
 
Para proteger Sebastopol se guarnecen y fortifican 100.000 soldados rojos y los mejores francotiradores soviéticos. Los nazis alemanes y rumanos no conocen piedad. Bombardean la ciudad con proyectiles de 7 toneladas y millones de bombas más. Asesinan a niños, ancianos y enfermos para buscar la información del lugar donde se apostaban los terribles tiradores que estaban diezmando a sus jefes. Ludmila decide cambiar de arma, mucho más adecuada para labores de tanta precisión en la cercada ciudad. Le dotan de un SVT 40, fusil automático de repetición. Pasa noche a noche vigilando, sin dormir apenas, sin mover ni un músculo emboscada entre las ruinas de los edificios, pues sabe la responsabilidad que tiene el formar parte del grupo de mayor élite del glorioso Ejército Rojo y el más odiado por los fascistas.
En mayo de 1942 ya ha ocasionado 257 bajas mortales entre altos cargos y combatientes de élite nazis. Es ascendida a teniente por méritos de guerra y citada en el parte internacional de héroes soviéticos del Frente Meridional. Su fama la hace ser de nuevo el objetivo más buscado por los nazis que rodean la ciudad. Son torturados, asesinados y degollados varios niños y detenidos en busca de información para localizarla. En junio, ya agotada por tantas noches en guardia, y con 309 nazis de alta graduación abatidos, es gravemente herida por el estallido de un mortero fascista que le explota muy cerca.
 
Como es el objetivo preferente a eliminar por los nazis, es sacada de Sebastopol en un submarino para que no pudiera ser capturada. Días después, a inicios de julio, la ciudad cae en manos nazis y las escenas de horror (violaciones, torturas, degollaciones...) se convierten en la realidad única.
 
Recuperada de las gravísimas heridas, pero sin volver a tener la puntería y precisión anteriores, se dedica a labores de proselitismo, propaganda y organización. Se la declara héroe nacional soviética. Aprovecha esta fama internacional y viaja a Estados Unidos para participar en la Asamblea Internacional de Estudiantes, celebrada en Washington. En Nueva York da cinco mítines multitudinarios. No ocultó ni por un instante su militancia en el PCUS y su enorme respeto por Stalin. Miles de simpatizantes comunistas y militantes de izquierdas asisten a dichas charlas. Incluso el cantante Woody Guthrie compuso una canción en su honor que, obviamente, fue vetada en muchas emisoras yanquis. Dice así:

La señorita Pavlichenko es bien conocida para nosotros,
su país es URSS y la lucha su vida,
todo el mundo la querrá siempre,
300 nazis cayeron bajo su arma.
Su sonrisa brilla tanto como el nuevo sol de la mañana,
300 perros nazis cayeron bajo su arma,
en el calor o la fría nieve,
usted sigue derribando a sus enemigos.
Este mundo amará su dulce cara lo mismo que yo,
Pues más de 300 perros nazis murieron bajo su arma.”

Continúa dando charlas y haciendo propaganda soviética hasta 1945. Acabada la guerra mundial y vencidos y expulsados los nazis de tierras soviéticas, esta héroe popular vuelve a su hogar. Se dedica durante sus años restantes a ejercer de monitora. Muere en Moscú en el verano de 1974.

Otras francotiradoras:
-Ana Kostryna, con 387 bajas al enemigo fascista
-Natalia Kovshova y Maria Polivanova, con 298 fascistas de alto rango ejecutados, entre ellos 5 francotiradores nazis de máxima élite
-Inna Mudretsova con 141
-Roza Shanina con 100
-Lidia Gudovancheva con 60...
Fueron unos 1.600 los hombres y mujeres que actuaron como tiradores expertos en el Ejército Rojo. Entre los objetivos conseguidos había incluso un General del Alto Estado Mayor nazi de visita en el frente, ¡un avión derribado! y casi 1.000 comandantes y oficiales.

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