Fotos. Policías USA reprimiendo.

La policía de Estados Unidos ha matado a más de 1.000 personas en lo que va de año

La policía de Estados Unidos ha matado a más de 1.000 personas en lo que va de año. A mediados de noviembre murieron dos ciudadanos más, uno en Oakland y otro en Minneápolis.

En Oakland la policía disparó contra un hombre que se les acercó con lo que parecía ser una pistola, que resultó ser una réplica, cuando la policía dispersaba cientos de vehículos que participaban en un espectáculo ilegal realizando maniobras peligrosas. Aún no se ha identificado la raza de la víctima.

En Minneápolis, cientos de manifestantes obstaculizaron una carretera durante horas en protesta por un incidente en el que policías tirotearon a Jamar Clark, un negro de 24 años. Unas 51 personas fueron detenidos en la protesta. La policía insiste en que Clark se enfrentó a los policías que respondían a la denuncia de un asalto, pero algunos testigos aseguran que los uniformados dispararon mientras el joven ya estaba en el suelo, sin moverse ni resistirse, y que ya estaba esposado cuando recibió un balazo en la cabeza.

En respuesta a las protestas, la alcaldesa de Minneápolis solicitó al Departamento de Justicia abrir una investigación. Los manifestantes exigen que la policía presente el vídeo del incidente.

El Departamento de Justicia no cuenta con un registro oficial completo del uso de la fuerza por los miles de departamentos de policía en el país. Por lo tanto, The Guardian y el Washington Post, por separado, han hecho recuentos independientes.

Según los cálculos de The Guardian, el incidente en Oakland marcó la víctima 1.000 de este año. De ese total, 883 murieron por balas disparadas por policías, otros 47 después de ser sometidos a choques eléctricos de los táser policiales, 33 después de ser atropellados por un vehículo de la policía y 36 que fallecieron durante la detención.

La tasa de muertes de civiles a manos de la policía es actualmente de 3,1 cada día. El recuento supera los 1.000 muertos.

Aunque los negros representan sólo 13 por ciento de la población, son asesinados por policías casi dos veces más que los blancos.

A la vez, unos 44 millones de residentes (mayores de 16 años) han tenido por lo menos un encuentro directo con la policía entre 2002 y 2011, y el 75 por ciento de los que padecieron algún uso de fuerza por la policía percibieron que eso uso fue excesivo, según un nuevo informe del Departamento de Justicia.

Según el informe oficial, los negros tienen más de dos veces la probabilidad de padecer fuerza no letal o la amenaza de fuerza de la policía que los blancos, dice el diario Washington Post.

Las protestas en Minneápolis no son aisladas ni únicas. Desde los incidentes de Ferguson, Misuri, en agosto del año pasado –cuando un policía disparó y mató a Michael Brown, negro desarmado de 18 años de edad– las noticias sobre el uso excesivo de la violencia, incluida la letal, han generado protestas e indignación en el país, sobre todo por la desproporción de casos en que policías blancos han matado a jóvenes negros. Eso generó un movimiento llamado Black Lives Matter, a partir de una sencilla consigna que afirma que las vidas de los negros son importantes.

Decenas de casos parecidos han alimentado un movimiento contra la violencia policial y la impunidad en estos casos. Esto ha contribuido a un debate nacional, que ha llegado hasta la cúpula política, por promover una reforma no sólo de la policía, sino del sistema judicial penal, sobre todo por la inocultable injusticia racial que se evidencia desde la actuación de las policías en las calles, el proceso judicial y la demografía de la población más encarcelada del mundo.

Ese movimiento se ha extendido a las universidades, con un enfoque más amplio sobre el racismo institucional que prevalece en Estados Unidos, y miles de jóvenes han participado en una creciente ola de acciones con resultados sorprendentes, incluida la renuncia de recortes.