viernes, 19 de agosto de 2016

Presos políticos palestinos en huelga de hambre, y llamamiento.

Dibujo. (del rostro de un preso palestino salen dos brazos en señal de plante)
285 presos palestinos inician una huelga de hambre en las cárceles israelíes

El 4 de agosto el Club de los Prisioneros Palestinos (PPC siglas en inglés) informó de que al menos 285 presos palestinos en las
cárceles del régimen de Israel iniciaron una huelga de hambre indefinida en protesta a las políticas represivas de las autoridades israelíes.

“Unos 285 presos palestinos miembros del Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) comenzaron una huelga de hambre a fin de protestar las aplicaciones explotadoras y las posturas opresivas de la administración de la Cárcel Israelí”, anunció el Club de Presos Palestinos en un comunicado.

El texto precisó que las fuerzas israelíes realizan allanadas en las cárceles y violaciones tal y como registro y transporte de los
presos a otras cárceles.

Los prisioneros han adoptado tal medida después de que el régimen de Israel negó liberar a otro detenido que, pese a haber cumplido su pena, continúa encarcelado y en huelga de hambre como protesta desde hace 51 días, informó una fuente palestina.

Se trata de Bilal Kayed, un palestino que tras haber finalizado una pena de 14 años y medio de cárcel por sus actividades dentro del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP, la izquierda histórica palestina), el régimen de Tel Aviv decidió ponerlo en detención administrativa, un controvertido régimen extrajudicial que permite a Israel mantener detenidos por una duración ilimitada a sospechosos, sin notificarles las razones ni garantizarles un proceso.

Los hermanos Balbul, por su parte, están en huelga de hambre desde hace 20 días para denunciar también su detención administrativa.
Foto. Solidaridad palestina con los presos en huelga.
Llamamiento a la opinión nacional e internacional para apoyar por todos los medios la lucha de los prisioneros políticos en la Palestina ocupada

El movimiento de prisioneros Palestino en lucha se intensifica cada vez más –esta resistencia, en particular, se manifiesta por el desencadenamiento de numerosas huelgas de hambre indefinidas- para denunciar y hacer frente a las políticas de represión, opresión y de crímenes contra la Humanidad que realizan las fuerzas de ocupación sionistas en el interior de las cárceles de la Palestina ocupada.
Estas políticas de violencia ciega se han desatado contra todos aquellos prisiones políticos que en Palestina han declarado su total solidaridad con el prisionero político Bilal Khaled, que está en huelga de hambre desde junio.
Hoy este movimiento de lucha y enfrentamiento en las prisiones ha ido extendiendo aún más su solidaridad con la incorporación de nuevos militante, y a la cabeza del mismo, se encuentra el camarada Ahmad Saadat, secretario general del Frente Popular de la Liberación de Palestina.
Lo que está ocurriendo hoy en las prisiones del enemigo es extremadamente grave. Esta situación debe impulsar a todas las fuerzas que defienden la justicia, la democracia y que luchan contra las detenciones políticas en el mundo árabe y en el resto del mundo a promover acciones con el objetivo de informar lo antes posible y extensamente del combate de estos prisioneros y proporcionarles el apoyo necesario. Es preciso movilizarse por todos los medios y bajo todas las formas posibles contra esta política sionista de terror emprendida contra los prisioneros políticos y expresar una vez más nuestro apoyo a la resistencia armada del pueblo Palestino por la liberación de toda Palestina.
París 01-08-2016

Le CRI Rouge

Dibujo. (brazo vendado y esposado a un catre)
Carta de lectorxs:
¡Debemos actuar ya!

Un saludo intenso. Os escribo para que, sobre todo, mediante vosotros, mediante todos y cada uno de vosotros, estas palabras lleguen a vuestros cercanos, incluso, y sobre todo, a los no concienciados.
Es urgente que hagamos algo, y ya, por los presos políticos gravemente enfermos. Tenemos los casos de Manuel Arango, Juan García Martín, Marijose Baños Andújar, Ibon Iparragirre...
La gravedad de salud y la política de exterminio no entiende ni de fronteras, ni de si los presos son independentistas o comunistas, o antifascistas, o anarquistas, o antiimperialistas, o simplemente demócratas, o que lo estén multados y castigados por defender su puesto de trabajo (osea, su pan y el de su familia) a golpe de barricada, de acción directa, y no podemos permitir que esto nos divida ni nos regionalice. Ellos no lo tienen tan fácil como nosotros, que si estamos en la calle vamos al médico si nos duele algo, o podemos cambiar nuestra dieta si así nos lo recomienda nuestro estado de salud. Nada de eso. A ellos les hacen chantaje consciente y sistemáticamente para que renieguen de lo que son y a cambio a lo mejor les atienden ligeramente. Es gravísimo que se juegue así con su vida y nadie lo debería permitir independientemente de la ideología política que tenga, salvo si está alineada con el poder, claro, que entonces ya se sabe.
Este es un llamamiento urgente porque la mejora de su situación depende en gran parte de nosotros, más exactamente lo que depende de nosotros es hacer presión para que, los que pueden, mejoren dicha situación inaplazable y alarmantemente grave.
Se pueden hacer mil pequeñas y cotidianas acciones diarias para mejorar su situación tales como imprimir con esa impresora (que todos tenemos en casa) 10 panfletos explicándola y dejarlos en lugares donde solamos estar que concentren gente, o sacar el tema en nuestras charlas y darlo a conocer, denunciarlo sin descanso y sistemáticamente en redes sociales, llevarse pegatinas sobre los presos gravemente enfermos y distribuirlas por fiestas populares, aglomeraciones de gente, hablar de su caso en las numerosas radios libres y centros ocupados del Estado, llamar a las prisiones para presionar directamente, en definitiva, conseguir que cada vez más gente se involucre, pero primero involucrarnos nosotros mismos, en esta lucha por salvar su vida.
Se ha demostrado muchas veces que la presión popular funciona y no son pocos los casos en los que se han logrado mejoras, e incluso salvar sus vidas, como demuestra lo recientemente ocurrido con el preso político del PCE(r) Juan García Martín, al que han dado cita en oftalmología fruto de dicha presión popular, o los casos de presos políticos vascos en los que también se conseguían mejoras sustanciales, fruto de la combinación de la lucha que ellos llevaban dentro y el movimiento de solidaridad fuera.
Ellos lo dieron todo por nosotros sin pedir nada a cambio. Es hora de devolverles parte del favor.
Como decía un panfleto del SRI hace años hablando, precisamente, de otra presa política enferma, "las próximas sentencias de muerte están ya firmadas, malditos seamos si lo consentimos".
¡Solo nos tienen a nosotros! ¡Hagamos algo ya antes de que sea demasiado tarde! ¡Libertad presos políticos gravemente enfermos!.
Un solidario.

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