jueves, 18 de agosto de 2016

Sobre el libro de Angela Davis (2 de 2)

Portada libro Davis y un cartel con su imagen.
Colaboración. Libros (2 de 2)

Comentario al libro de Angela Davis “Democracia de la abolición” (y II)

Mientras que el libro se mueve en el terreno de la denuncia no hay ninguna objeción, éstas surgen cuando se adentra en los orígenes del sistema carcelario y sus alternativas. Aquí la fuerza de sus denuncias van perdiendo fuelle por un motivo principal y es que no se cuestiona que el origen de la represión, las cárceles, el sistema penitenciario forma parte esencial del sistema capitalista y que cualquier alternativa a las prisiones pasa por la destrucción de ese sistema y todo lo demás son planteamientos reformistas que solo tratan de desviar la atención del problema principal.
Vayamos por partes. En primer lugar explica las características de la represión en las cárceles de EEUU por su pasado esclavista y racista. Es cierto que este pasado puede explicar ciertos aspectos de la represión así como la pervivencia de la pena de muerte pero pasa por alto que en EEUU raza y clase van unidos. El racismo se ha utilizado a través de toda la historia para dividir y enfrentar a la clase obrera pero no es el origen de un Estado cada vez más represivo.
Es cierto que la población carcelaria tiene un componente racial. Si bien a nivel del conjunto de la población son minorías raciales respecto a la población blanca; en las cárceles, estas minorías (afroamericanos, chicanos, indígenas, asiático americanos, a los que se han venido a unir los musulmanes tras el 11-S), se convierten en la mayoría y los presos blancos son la minoría. Pero lo que no cuenta Angela Davis es que estos porcentajes son similares a los que nos encontramos si nos pusiéramos a hablar del componente racial que configuran los sectores más explotados y oprimidos de los EEUU. Lo que viene a demostrar que clase y raza van unidas, pero Angela Davis se olvida de las clases y lo centra en la raza y de esta manera el problema se convierte en un problema meramente ideológico, con cambiar la mentalidad y llevar una amplia campaña por la abolición de las prisiones ya tendríamos resuelto el problema. No tiene en cuenta que el complejo industrial-penitenciario ya funcionaba en España en el año 39, los fascistas utilizaron la fuerza de trabajo de los presos republicanos para realizar las grandes obras públicas de la postguerra, posteriormente serían los nazis en los campos de concentración, por no hablar de que los regímenes de aislamiento total y privación sensorial son un invento que tiene su origen en Alemania en los años 70 y sus destinatarios fueron los miembros de la RAF, vamos prisioneros políticos, y que posteriormente fueron exportados y copiados en otras latitudes. De ahí su perplejidad ante el hecho de que Sudáfrica adopte en sus prisiones el modelo de EEUU. “Estoy recalcando la adopción por parte de Sudáfrica de las supermax debido a la aparente sencillez con la que la versión más represiva del modelo carcelario de Estados Unidos se ha establecido en un país que ha iniciado recientemente un proyecto de construcción de una sociedad democrática, no racista y no sexista. Sudáfrica fue el primer país del mundo en garantizar constitucionalmente los derechos de los gays, y abolió la pena de muerte tras el desmantelamiento del apartheid. A pesar de todo, siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos, el sistema carcelario de Sudáfrica está creciendo y volviéndose cada vez más represivo (...)
Foto. Cárcel en U.S.A. (atestada de presos)
La participación sudafricana en el complejo industrial-penitenciario supone un grave impedimento para la creación de una sociedad democrática.”.1 Efectivamente, en este párrafo es donde se planea el meollo de la cuestión. Sudáfrica tiene un gobierno del Congreso Nacional Africano, compuesto mayoritariamente por negros, el apartheid ha sido desmantelado pero el sistema capitalista, el poder económico, financiero, y las clases siguen existiendo como con el régimen anterior (en este aspecto nada ha cambiado), de ahí, la necesidad de reforzar y reforzar el aparato represivo y para ello nada mejor que tomar el modelo de uno de los pioneros en la represión, los EEUU. El racismo es un plus añadido a la represión que puede explicar algunas características especiales pero desde luego no son su origen ni fundamento.
Estas posiciones le llevan a plantear como alternativa a la cárcel la abolición de las mismas y eso sin tocar el sistema capitalista. Que hay alternativas a la cárcel, si claro que las hay, pero no desde luego dentro del sistema capitalista como plantea Angela Davis. La realidad con la que nos enfrentamos en todos los países capitalistas es un aumento de la represión y del número de presos, a medida que se va profundizando la crisis del capitalismo se va hacia formas cada vez más abiertas de fascismo y aquí es donde reside el punto débil de todo su planteamiento, la existencia de las prisiones es una cuestión ideológica y su abolición un proceso de concienciación de la población que traerá aparejada una profundización de la democracia sin cuestionarse el tipo de sistema en que se encuentran inscritas.
Cuando se plantea el tema de las prisiones no lo podemos hacer desde los casos individuales de ese numero reducido de presos que son “reinsertados”, y que Angela Davis toma como ejemplo de como debiera funcionar el sistema y como con los recortes se ha frenado este proceso. Cuando hablamos de la problemática de las prisiones tiene que tomarse el sistema en su totalidad, y esa totalidad y realidad no es otra que las prisiones son los lugares donde se encierra y se tritura a los desposeídos, esa es su función y las previsiones es que la situación no irá a mejor sino que empeorará.
Lo que no deja de llamar la atención es que un personaje como Angela Davis, conocedora de la realidad de los Estados Unidos nos hable de democratización de esa sociedad, parece olvidar que esta hablando de un país de capitalismo de Estado, imperialista, de un país que ha eliminado los restos de libertades políticas con el Act Patriot, que tiene cárceles clandestinas repartidas por todo el mundo, que ha legalizado la tortura, el
secuestro y el asesinato de sus oponentes políticos, que nunca ha respetado los derechos humanos ni dentro de sus fronteras y mucho menos fuera. La ideología desarrollada en torno a la cuestión de las cárceles se sustenta en unas condiciones políticas y económicas y para poder hablar de la abolición de las cárceles antes tendríamos que ponernos a “abolir el sistema capitalista”.

1. Angela Davis: “Democracia de la abolición. Prisiones, racismo y violencia”

Cartel. "Manuel Arango llibertat! Pres comunista del PCE(r) malalt i en condicions d'aïllament".
Muro solidario:

-Cartel del Comité SRI Catalunya sobre Manuel Arango.

Cartel. "Libertad Manuel Pérez Martínez... Rompe el silencio ¡infórmate y actua!" (foto de Arenas bajando esposado del avión y direcciones páginas arenaslibertad y presos.org)
-Cartel de difusión para exigir la libertad del “Camarada Arenas”.

Con dibujo de M.P.M. "Palestina Vencerá" (un joven con el pañuelo palestino, y la bandera)
-Camiseta en el puesto solidario de Tirso de Molina, Madrid, todos los domingos del año.

Pancarta. "Amnistia". (Cuelga de un tejado de un edificio)
-Pancarta en Vitoria-Gasteiz durante sus pasadas fiestas.

Pantallazo de la bienvenida a Arantza y David.
Comida solidaria con David Garaboa y Arantza Díaz

Comida solidaria en Bar Faluya (02-07-2016)
 

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