Dibujo. (Empresario subido a hombros de obrero) |
Entrevista:
David
Macián, “La mano invisible”: “Estamos a un paso de la
esclavitud del trabajador”
El
director debuta con esta adaptación de la novela de Isaac Rosa,
proyecto de cine en cooperativa con el que se construye una alegoría
corrosiva y certera de la precariedad laboral, y con la que Macián
insiste: “Hace falta reagruparse y reorganizarse”.
La
"mano invisible" que Adam Smith inventó para explicar la
capacidad auto reguladora del libre mercado se ha convertido hoy en
una zarpa sucia y enorme que está afanando todo lo que puede. El
novelista Isaac Rosa aprovechó la metáfora smithiana para titular
una de sus novelas, que ahora ha llegado a la gran pantalla de la
mano de David Macián, en un proyecto de cine en cooperativa. La
precariedad laboral, el significado real del trabajo, el
enfrentamiento entre trabajadores, el control y abuso de la empresa,
la pérdida de dignidad de los obreros, el miedo a perder un salario…
se muestran a los espectadores igual que se ‘exhiben’ los
trabajadores de esta ficción política.
Once
personas son contratadas para hacer su trabajo en una nave industrial
frente al público. Un obrero, una costurera, un carnicero, una
teleoperadora… Todo lo que hacen lo destruyen ellos mismos nada más
acabarlo. Alegoría corrosiva y certera de la precariedad laboral, la
película –muy digna visualmente y con unas interpretaciones
notables- es un intento de todo el equipo por provocar una reacción.
“Hace falta reagruparse y reorganizarse”.
-Unas
personas trabajan en una nave industrial, separadas unas de otras y
frente a un público. Muy surrealista, si la realidad no fuera ya
delirante, ¿no?
Se
juega a llevar al extremo, al absurdo el trabajo. La intención con
la puesta en escena es ponerlo más de manifiesto. Esas personas
haciendo un trabajo improductivo, un obrero levanta una pared para
luego tirarla, un carnicero corta piezas de animales y las mete en la
basura... ¡Clama al cielo! Están en un espacio desnudo, solo con un
foco sobre ellos, pero ellos sienten que están trabajando. Y ahí ya
hay una reflexión sobre lo gratificante o lo absurdo del trabajo.
El
control de las empresas sobre los trabajadores. Te controlan las webs
que visitas desde el ordenador, cuándo entras y cuándo sales, los
tiempos de descanso que te tomas…
Pues
sí y no solo por el control, también por la psicosis que tenemos y
que termina por hacer que unos trabajadores tiren piedras sobre
otros. Las empresas quieren resultados aunque quemen a sus
trabajadores. Y los trabajadores tienen miedo a perder el puesto y
tragan con todo. Al final repercute en que en lo laboral todo se
pervierte. Genera algo muy feo, mucha competitividad y terminas
pisoteando al de al lado o te conviertes en un chivato para la
empresa. Tal y como está la cosa hoy, el trabajo saca lo peor de
nosotros. Son los valores contrarios a los que tenían antes los
obreros. Hace mucha falta organizarse y manifestarse.
Sí,
se ha perdido el sentimiento de clase y el orgullo obrero. Todo el
mundo se considera clase media y desprecian a los que están por
debajo. Muchos asocian clase obrera con trabajos que no están bien
valorados en la sociedad, y somos todos lo mismo. Ha cambiado mucho
el panorama laboral, ahora con el auge del sector servicios nadie
está orgulloso de su trabajo, más bien es una condena.
-Usted
mismo lo apunta, ¿la clase obrera, aunque no se sienta como tal, ha
sido cómplice de la situación?
Sí,
al final somos partícipes de ello. Si fuéramos más críticos, nos
negaríamos a entregarnos a este juego. Hoy nadie dice que sea de
clase obrera. Yo tengo 35 años y no conozco a nadie que no diga que
es de clase media. El deterioro del mercado laboral va a ir a peor.
El único camino es volver a reagruparse y organizarse.
-Antes
había hecho cortometrajes, pero en este primer largo ha apostado por
el cine político. ¿Es más necesario hoy que en otros momentos?
Mis
cortos eran todo lo opuesto, desenfadados, comedia, con algún apunte
social pero muy velado. Ahora que he sufrido mis propios cambios
internos me siento más apegado a la realidad. Siento que hay que
reivindicar tantísimas cosas que necesitaría muchos más años de
vida para hacerlo. El cine político es muy necesario.
Dibujo. (mano del $ sobre el cielo, encima del Capitolio capitalista) |
-Cuando
alguien hace una película como ésta ¿tiene en mente un objetivo,
alguna pretensión?
Conseguir
la visibilidad. El título es La mano invisible. Esta misma película
está hecha desde la precariedad, hemos formado una cooperativa y
nadie ha cobrado un sueldo. La intención siempre era generar debate
y creo que ya lo hemos conseguido. En las proyecciones con público y
coloquio posterior funciona muy bien. Hay gente que se emociona
muchísimo. A veces hay una sensación triste, la gente ha luchado
años a muerte por conseguir mejoras laborales y ahora está todo por
los suelos.
-Volvemos
a lo mismo, ¿los obreros han traicionado a las generaciones
anteriores que tanto lucharon?
Sí,
ha habido traición, porque hemos participado en esto. Los obreros de
hoy han traicionado a los de las generaciones anteriores. Cuando
estaba con trabajos de teleoperador o administrativo, intentado sacar
algo de dinero para seguir haciendo cine, yo tenía una ventaja, como
no me interesaban los trabajos me ponía límites. Pero no es así
para todos. También hay gente que quiere jubilarse en una empresa.
Yo he visto traiciones, he tenido enfrentamientos con compañeros.
Hay casos intolerables. No se puede decir sí a todo. Odio la frase:
"Con la que está cayendo". Hay fronteras morales. Llega un
momento en que hay que lanzarse y que pase lo que tenga que pasar.
Se
parece mucho, pero, claro, en el cine hay una parte artística, es
vocacional y eso termina siendo malo, porque hace que lo veas todo
desde otro lado. La pasión, considerarte un artista, puede
precarizar más la situación y poner todavía más bajo el listón
de lo que debería estar permitido. A nadie le gusta ser becario,
pues en el cine hay gente que está tres años sin cobrar. Es
insostenible. Ello sin contar la falta de apoyo institucional a la
cultura.
Owell
Jones hace hincapié en eso en el libro Chavs: la demonización de la
clase obrera. Chavs es como choni. Miran a la clase obrera con desdén
porque les consideran unas chonis y unos paletos. Todos pertenecemos
a la clase obrera, pero responsabilizamos de todo al otro. Si alguien
está en el paro es que no ha buscado trabajo, si alguien se va a
quedar sin casa, qué hubiera pagado su hipoteca. Así se sienten
mejor.
Claro,
no tiene ni pies ni cabeza que estés haciendo un trabajo que no
sirve para nada. Hemos perdido el norte y la dignidad en lo laboral.
Antes había un orgullo, por ejemplo, con la minería el pueblo se
volcaba, se miraba a los mineros con admiración. Está en ¡Qué
verde era mi valle! de John Ford. Ahora se hacen algunos trabajos
incluso con asco y personas de mi edad solo piensan en lo que harán
el fin de semana y en la jubilación.
Estamos
a un paso de la esclavitud del trabajador. Pero con el 15M muchos
despertamos y ha habido una especie de cambio. A la gente no le gusta
nada lo que está viendo. Pero ahora están pasando cosas en todas
las direcciones, espero que haya más cambios y que sean más
coherentes.
Es
verdad, ¡lo increíblemente horrible que está todo! Parece que
hemos tocado fondo, pero seguimos cayendo más bajo. Cada día
suceden cosas inexplicables. Pero yo soy optimista, creo que sí
tocaremos fondo de verdad y eso nos hará reaccionar. Personalmente
eso es lo que me pasó a mí, cuando lo veía todo oscuro, reaccioné.
La situación es horrible, pero hay que tener esperanza, es necesario
morir de pie. Si nos rendimos ante la desesperación de lo que vemos…
es una gran putada vivir así.
En:
Cartel. "Solidaridad activa frente a la represión" nº cuenta gastos causa Rubén. (dibujo cadena que se rompe) |
¡Solidaridad
activa frente a la represión!
Se
ha abierto una cuenta para colaborar con los gastos del proceso
judicial de Rubén González, juzgado en la IV fase de la Operación
Araña.
AMNISTÍA
TOTAL!
"Sindicatos de €stado. No te defienden, viven de ti. Organízate al margen de los sindicatos traidores. ¡No colabores, no participes, no legitimes! (símbolos de UGT y CCOO con un "No" encima) |
Muro
Denuncia:
No hay comentarios:
Publicar un comentario