Corresponsalía SRI
El jueves 22 la Cámara de Senadores de Paraguay aprobó un proyecto de ley que declara estado de excepción en cinco departamentos del norte del país, con el fin de reforzar los operativos de búsqueda de los miembros de la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo.
A esta organización combatiente se le atribuyen varios secuestros, el último de ellos realizado en octubre del año pasado a un influyente terrateniente del reaccionario Partido Liberal Radical Auténtico, cogobernante junto con otros grupos reformistas.
Al Ejército del Pueblo Paraguayo, resguardado en zonas boscosas de difícil acceso donde coexisten extensas haciendas ganaderas y cultivos ilícitos de marihuana, también se le atribuye la ejecución de un policía y tres civiles tras un enfrentamiento el miércoles último.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, se reunió el mismo jueves con los miembros de la Mesa Directiva del Congreso para presentar un proyecto de ley con la declaración del estado de excepción y pedir su aprobación urgente. El Senado, de mayoría opositora, se reunió el mismo dia y decidió rechazar el proyecto del Poder Ejecutivo, pero aprobó otro, con unas pocas diferencias, presentado por un senador contrario al gobierno.
El proyecto de ley aprobado prevé que el estado de excepción se prolongue 30 días, durante los cuales el presidente tendrá la facultad de ordenar la detención y el traslado de personas sin orden judicial, así como prohibir o restringir reuniones públicas y manifestaciones.
La guerrilla trae en jaque al Estado paraguayo
La última vez que se declaró estado de excepción en Paraguay fue en 2002. El estado de excepción fue utilizado discrecionalmente durante los 35 años en que gobernó el criminal Alfredo Stroessner (1954-1989). La última vez que se declaró estado de excepción en Paraguay fue durante el Gobierno del presidente Luis González Macchi en 2002, en el marco de una serie de manifestaciones en su contra que dejaron varios heridos.
Según la Constitución de Paraguay, el estado de excepción se puede declarar "en caso de conflicto armado internacional o de grave conmoción interior que ponga en peligro el imperio de esta Constitución o el funcionamiento regular de los órganos creados por ella".
El gobierno consideró muy grave el enfrentamiento con el Ejército del Pueblo Paraguayo verificado en el norte en el que fallecieron cuatro personas, por lo que el cura-presidente Fernando Lugo suspendió su viaje a Bolivia. Tras reunirse con ministros y asesores en materia de seguridad, Lugo ordenó un fuerte despliegue de policías y militares en el norte del país para facilitar la búsqueda de los combatientes del Ejército del Pueblo Paraguayo.
Desde noviembre del año pasado, el cura Lugo ha ordenado ya tres operativos conjuntos militares-policiales para buscar a los combatientes del Ejército del Pueblo Paraguayo en la zona norte del país y ninguno de ellos dio resultado positivo alguno.
"No se justifica este estado de excepción porque ninguna de las causales prevista en la Constitución están dadas hoy en Paraguay", dijo el analista político y sociólogo Marcial Cantero Gaona. "Lo que se decidió en el Senado, a pedido del gobierno de Lugo, es un eufemismo del estado de sitio vigente durante más de 35 años en forma continua durante la dictadura de Alfredo Stroessner y el partido Colorado, y solo significará mayor represión", expresó Cantero.
A criterio del analista, "con esta figura constitucional el gobierno tendrá superpoderes para combatir la 'insurgencia' y tendrá facultades para allanar viviendas y locales de organizaciones sociales y políticas, realizar detenciones sin orden judicial, prohibir reuniones, manifestaciones públicas, además de profundizar la militarización de la zona".
Según el comandante de la Policía Nacional José Giménez, los locales de algunos diarios, canales de televisión y radioemisoras de Paraguay están bajo custodia policial desde este jueves, dispuesta por el gobierno "para evitar desmanes". Giménez aseguró a la prensa que no existen amenazas de bomba ni otros peligros similares contra los medios por lo que las guardias son solamente medidas preventivas.
La lucha armada no ha cesado en Paraguay
El último grupo guerrillero que operó en Paraguay, la Organización Político-Militar, fue desarticulado y sus integrantes, según el informe de la Comisión de Verdad y Justicia, fueron apresados, torturados y, en algunos casos, asesinados por la policía política del gobierno de Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay de 1954 a 1989 con métodos terroristas.
El Ejército del Pueblo Paraguayo comenzó a operar públicamente hace dos años. Según el gobierno paraguayo, está integrado por combatientes que reivindican la lucha armada como método para cambiar el sistema económico y social vigente en Paraguay y tiene vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, de quienes ha recibido adiestramiento.
Se le señala como autor del secuestro de dos terratenientes, uno de los cuales, Fidel Zavala, proviene de una poderosa familia de ganaderos, que fue capturado en octubre de 2008 y mantenido en cautiverio durante 94 días.
Tras cuatro meses de intensos operativos conjuntos entre la policía y las Fuerzas Armadas en la búsqueda de los guerrilleros, el gobierno tuvo que admitir el fracaso pues no se halló a ninguno de los señalados como jefes guerrilleros.
En brazos de los asesinos colombianos
La aparición del grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo ha estrechado las relaciones diplomáticas de Paraguay con Colombia, hasta el punto de encontrarse hoy entre “las mejores del continente”, según el cura-presidente Lugo.
En marzo el canciller de Colombia Jaime Bermúdez visitó Asunción, donde firmó una declaración conjunta con su homólogo paraguayo Héctor Lacognata, constatando el fortalecimiento de las relaciones represivas entre ambos países.
El ministro del interior Rafael Filizzola aseguró a la prensa que la visita de Bermúdez permitía avanzar hacia un nuevo acuerdo de cooperación en el área de seguridad para los próximos dos años.
La cooperación represiva entre Colombia y Paraguay se pudo verificar también con la llegada a Paraguay de un grupo de militares colombianos, expertos en contrainsurgencia, para colaborar con la Policía Nacional en la lucha contra la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo.
En enero de 2009 el gobierno de Bogotá envió a Asunción un embarque de 450 fusiles Galil, de fabricación colombiana, con 100.000 unidades de municiones de 9 mm y 135.000 de 5.56 mm. El armamento, que costó 500.000 de dólares, fue destinado a los mercenarios de la policía desplazados al norte del país en busca de los miembros de la guerrilla.
La continuación de la cooperación entre ambos países sudamericanos quedó en duda cuando el ministro paraguayo de Defensa, Luis Bareiro Spaini, manifestó su oposición al asesoramiento de Colombia a las Fuerzas Armadas de Paraguay. Sin embargo, las declaraciones del presidente paraguayo no dejaron lugar a dudas en cuanto al estrechamiento de los lazos de amistad.
“Con Colombia tenemos una de las mejores relaciones en América Latina. Dio la casualidad que en esa Cumbre (de la Unidad Latinoamericana y Caribeña, de México), el único presidente con el que he pedido una reunión bilateral fue con Uribe para tratar convenios de cooperación. Me aseguró que estamos en buen momento para extirpar el mal del secuestro y el terrorismo”, declaró el cura Lugo.
Los presidentes Lugo y Álvaro Uribe, acordaron mantener el programa de cooperación en materia de seguridad, durante ese encuentro. Lugo le agradeció además a Uribe el apoyo brindado por Colombia a las fuerzas de seguridad paraguayas durante la investigación del secuestro y posterior liberación del capitalista ganadero Zavala.
El derechista Partido Patria Querida (PPQ) vio con buenos ojos el asesoramiento de los militares colombianos “porque tienen mucho que enseñarnos en materia de lucha antiterrorista. En Colombia ha disminuido la cantidad de secuestros que es el flagelo que nos agobia a los paraguayos”, según el PPQ.
Éxito de ventas del manual guerrillero
El 13 de enero de este año el diario asunceño "La Nación" decidió publicar una versión facsímil del manual de operaciones de la guerrilla en un suplemento de 64 páginas. El suplemento de 64 páginas constituyó en un gran éxito de ventas para el periódico, cuya tirada se agotó. Lo tuvo que reimprimir al día siguiente con similar éxito, por lo que la dirección del diario resolvió lanzar una tercera edición. "La tirada promedio fue de unos 7.000 ejemplares por día que se agotaron en las tres oportunidades", dijo el periodista Vicente Páez, del área de noticias judiciales del matutino. "La venta fue sorprendente pues no es común que el diario agote su edición en tres jornadas consecutivas, menos en un país como el nuestro en el que la lectura no es un hábito común y todos los periódicos han visto disminuir sus ventas", expresó Páez.
"La Nación" es uno de los cinco matutino de circulación nacional de Paraguay y su tirada diaria está entre cinco y siete mil ejemplares. El de mayor venta no tiene una tirada superior a 25.000 ejemplares diarios.
"El Manual del EPP" (Ejército del Pueblo Paraguayo), es el título de un manuscrito hallado en agosto de 2008durante un operativo policial a unos 400 kilómetros del norte de Asunción y cuya autoría se le atribuye al grupo guerrillero que opera en esa zona. No constituye, en realidad un manual, sino un posicionamiento político y una guía operativa guerrillera.
"El diario La Nación publica este documento como un aporte a la sociedad", explicó el director del matutino, Alejandro Domínguez, en las sucesivas ediciones. "Consideramos que todos los compatriotas tienen derecho a informarse de los planes que aplica este grupo criminal, a fin de adoptar los recaudos pertinentes", agregó.
Un vendedor de diarios, Marcio Dos Santos, explicó que en las tres ocasiones, sus clientes le pedían que les trajera la publicación. "Hasta hoy me preguntan algunos si se va a volver a editar", afirmó.
Enrique Troncoso, un trabajador electricista que vive en Luque, a unos 15 kilómetros de Asunción, relató que compró "por curiosidad. Como en nuestro país no existen guerrilleros desde hace mucho tiempo, quería saber qué dicen, cómo se preparan, qué piensan, por qué hacen lo que hacen", manifestó.
La lucha armada no ha cesado en Paraguay
El último grupo guerrillero que operó en Paraguay, la Organización Político-Militar, fue desarticulado y sus integrantes, según el informe de la Comisión de Verdad y Justicia, fueron apresados, torturados y, en algunos casos, asesinados por la policía política del gobierno de Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay de 1954 a 1989 con métodos terroristas.
El Ejército del Pueblo Paraguayo comenzó a operar públicamente hace dos años. Según el gobierno paraguayo, está integrado por combatientes que reivindican la lucha armada como método para cambiar el sistema económico y social vigente en Paraguay y tiene vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, de quienes ha recibido adiestramiento.
Se le señala como autor del secuestro de dos terratenientes, uno de los cuales, Fidel Zavala, proviene de una poderosa familia de ganaderos, que fue capturado en octubre de 2008 y mantenido en cautiverio durante 94 días.
Tras cuatro meses de intensos operativos conjuntos entre la policía y las Fuerzas Armadas en la búsqueda de los guerrilleros, el gobierno tuvo que admitir el fracaso pues no se halló a ninguno de los señalados como jefes guerrilleros.
En brazos de los asesinos colombianos
La aparición del grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo ha estrechado las relaciones diplomáticas de Paraguay con Colombia, hasta el punto de encontrarse hoy entre “las mejores del continente”, según el cura-presidente Lugo.
En marzo el canciller de Colombia Jaime Bermúdez visitó Asunción, donde firmó una declaración conjunta con su homólogo paraguayo Héctor Lacognata, constatando el fortalecimiento de las relaciones represivas entre ambos países.
El ministro del interior Rafael Filizzola aseguró a la prensa que la visita de Bermúdez permitía avanzar hacia un nuevo acuerdo de cooperación en el área de seguridad para los próximos dos años.
La cooperación represiva entre Colombia y Paraguay se pudo verificar también con la llegada a Paraguay de un grupo de militares colombianos, expertos en contrainsurgencia, para colaborar con la Policía Nacional en la lucha contra la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo.
En enero de 2009 el gobierno de Bogotá envió a Asunción un embarque de 450 fusiles Galil, de fabricación colombiana, con 100.000 unidades de municiones de 9 mm y 135.000 de 5.56 mm. El armamento, que costó 500.000 de dólares, fue destinado a los mercenarios de la policía desplazados al norte del país en busca de los miembros de la guerrilla.
La continuación de la cooperación entre ambos países sudamericanos quedó en duda cuando el ministro paraguayo de Defensa, Luis Bareiro Spaini, manifestó su oposición al asesoramiento de Colombia a las Fuerzas Armadas de Paraguay. Sin embargo, las declaraciones del presidente paraguayo no dejaron lugar a dudas en cuanto al estrechamiento de los lazos de amistad.
“Con Colombia tenemos una de las mejores relaciones en América Latina. Dio la casualidad que en esa Cumbre (de la Unidad Latinoamericana y Caribeña, de México), el único presidente con el que he pedido una reunión bilateral fue con Uribe para tratar convenios de cooperación. Me aseguró que estamos en buen momento para extirpar el mal del secuestro y el terrorismo”, declaró el cura Lugo.
Los presidentes Lugo y Álvaro Uribe, acordaron mantener el programa de cooperación en materia de seguridad, durante ese encuentro. Lugo le agradeció además a Uribe el apoyo brindado por Colombia a las fuerzas de seguridad paraguayas durante la investigación del secuestro y posterior liberación del capitalista ganadero Zavala.
El derechista Partido Patria Querida (PPQ) vio con buenos ojos el asesoramiento de los militares colombianos “porque tienen mucho que enseñarnos en materia de lucha antiterrorista. En Colombia ha disminuido la cantidad de secuestros que es el flagelo que nos agobia a los paraguayos”, según el PPQ.
Éxito de ventas del manual guerrillero
El 13 de enero de este año el diario asunceño "La Nación" decidió publicar una versión facsímil del manual de operaciones de la guerrilla en un suplemento de 64 páginas. El suplemento de 64 páginas constituyó en un gran éxito de ventas para el periódico, cuya tirada se agotó. Lo tuvo que reimprimir al día siguiente con similar éxito, por lo que la dirección del diario resolvió lanzar una tercera edición. "La tirada promedio fue de unos 7.000 ejemplares por día que se agotaron en las tres oportunidades", dijo el periodista Vicente Páez, del área de noticias judiciales del matutino. "La venta fue sorprendente pues no es común que el diario agote su edición en tres jornadas consecutivas, menos en un país como el nuestro en el que la lectura no es un hábito común y todos los periódicos han visto disminuir sus ventas", expresó Páez.
"La Nación" es uno de los cinco matutino de circulación nacional de Paraguay y su tirada diaria está entre cinco y siete mil ejemplares. El de mayor venta no tiene una tirada superior a 25.000 ejemplares diarios.
"El Manual del EPP" (Ejército del Pueblo Paraguayo), es el título de un manuscrito hallado en agosto de 2008durante un operativo policial a unos 400 kilómetros del norte de Asunción y cuya autoría se le atribuye al grupo guerrillero que opera en esa zona. No constituye, en realidad un manual, sino un posicionamiento político y una guía operativa guerrillera.
"El diario La Nación publica este documento como un aporte a la sociedad", explicó el director del matutino, Alejandro Domínguez, en las sucesivas ediciones. "Consideramos que todos los compatriotas tienen derecho a informarse de los planes que aplica este grupo criminal, a fin de adoptar los recaudos pertinentes", agregó.
Un vendedor de diarios, Marcio Dos Santos, explicó que en las tres ocasiones, sus clientes le pedían que les trajera la publicación. "Hasta hoy me preguntan algunos si se va a volver a editar", afirmó.
Enrique Troncoso, un trabajador electricista que vive en Luque, a unos 15 kilómetros de Asunción, relató que compró "por curiosidad. Como en nuestro país no existen guerrilleros desde hace mucho tiempo, quería saber qué dicen, cómo se preparan, qué piensan, por qué hacen lo que hacen", manifestó.
Cómo cobrar un secuestro
El manual guerrillero da pautas para la captura, negociaciones, cobro y liberación del secuestrado, entre otras.
El "manual del EPP" fue incautado por la Fiscalía en la casa de un dirigente campesino, actualmente prófugo de la justicia e imputado por el secuestro del ganadero Luis Lindstron llevado a cabo en julio de 2008. El texto se le atribuye a Alcides Oviedo, uno de los miembros del grupo actualmente preso y condenado por el secuestro de la esposa de un poderoso empresario realizado en 2001.
En el documento se dan pautas para el acercamiento a la probable víctima de secuestro, la captura, la retirada, el cautiverio, las negociaciones, el cobro y la liberación del secuestrado.
Uno de los manuscritos señala la intención del grupo de llevar a cabo varios secuestros con el objetivo de recaudar dinero, para potenciar la organización.
El fin, según el manual guerrillero, era ejecutar posteriormente "retención" de políticos o jueces y canjearlos con presos del grupo armado. "Es conveniente que hagamos inteligencia sobre funcionarios públicos (gobernador, diputado, senador, juez, etc.) que puedan estar al alcance de nuestros combatientes, a fin de retener a uno de ellos y proponer un canje por los compañeros presos", señala una parte del documento.
El manual guerrillero da pautas para la captura, negociaciones, cobro y liberación del secuestrado, entre otras.
El "manual del EPP" fue incautado por la Fiscalía en la casa de un dirigente campesino, actualmente prófugo de la justicia e imputado por el secuestro del ganadero Luis Lindstron llevado a cabo en julio de 2008. El texto se le atribuye a Alcides Oviedo, uno de los miembros del grupo actualmente preso y condenado por el secuestro de la esposa de un poderoso empresario realizado en 2001.
En el documento se dan pautas para el acercamiento a la probable víctima de secuestro, la captura, la retirada, el cautiverio, las negociaciones, el cobro y la liberación del secuestrado.
Uno de los manuscritos señala la intención del grupo de llevar a cabo varios secuestros con el objetivo de recaudar dinero, para potenciar la organización.
El fin, según el manual guerrillero, era ejecutar posteriormente "retención" de políticos o jueces y canjearlos con presos del grupo armado. "Es conveniente que hagamos inteligencia sobre funcionarios públicos (gobernador, diputado, senador, juez, etc.) que puedan estar al alcance de nuestros combatientes, a fin de retener a uno de ellos y proponer un canje por los compañeros presos", señala una parte del documento.
1 comentario:
FERNANDO LUGO, CONOZCA A UN CHANTA
http://luisaguerowagner.zoomblog.com
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