martes, 31 de marzo de 2015

El gran negocio que son las cárceles. Artículo con datos.

Dibujo. (preso agarrado a barrotes, que son los del dolar)
El negocio oculto de las cárceles españolas

Grandes empresas, como El Corte Inglés, Banco Santander, Telefónica o ACS, y muchos Ayuntamientos, se benefician del trabajo, apenas remunerado, de miles de presos de las cárceles españolas. También la familia Pujol-Ferrusola, que tiene tras las rejas otro de sus oscuros negocios.
El mundo de las cárceles en España es un tema tabú, del que muy poca gente, salvo los que tienen familiares dentro, conoce su verdadera realidad. Como ocurre en nuestro mundo, del sufrimiento de los demás siempre hay alguien que obtiene provecho económico. Eso ocurre también intramuros. Los presos se han convertido en los nuevos esclavos del siglo XXI porque el Estado de Derecho se suele estrellar con los muros de las prisiones, como dice en una entrevista en este mismo número la abogada Charo González.
El negocio de las cárceles ha sido denunciado en numerosos foros de Internet, en publicaciones radicales o de apoyo a presos y en blogs de escasa repercusión. Los medios de masas casi nunca recogen noticias que pongan en duda a la institución penitenciaria. Sin embargo, lentamente, gracias sobre todo al testimonio de presos y organizaciones humanitarias o de apoyo a los reclusos, va emergiendo la información a la superficie.
El Organismo Autónomo de Trabajo y Prestaciones Penitenciarias (OATPP), dependiente de Instituciones Penitenciarias, funciona como una empresa de trabajo temporal (ETT) y tiene a más de 12.000 presos trabajando en unos 200 talleres. A ellos hay que sumar los que están bajo el control del CIRE (Centro para la Iniciativa de la Reinserción) de la Generalitat catalana, que va por libre. Los internos están cobrando sueldos ínfimos, no tienen derechos laborales y están generando una producción por valor de millones de euros con grandes beneficios para las empresas que los utilizan y que además tienen la ventaja de que se ahorran el pago de luz, agua, teléfono e incluso parte de las cuotas de la Seguridad Social, que corren a cuenta de la Administración; y todo ello gracias a los convenios con la OATPP.
El número de reclusos “trabajadores” aumenta año a año y se ha multiplicado por tres en tan solo una década. En teoría estos organismos que contratan presos para el exterior hablan de “programas de reinserción”, aunque lo cierto es que se ha convertido en un negocio lucrativo para muchas empresas. En la memoria de Instituciones Penitenciarias de 2012 se mencionan unos beneficios en todo el Estado de cinco millones de euros (con ventas de 162 millones) gracias a la actividad productiva de los internos de todas las prisiones: un total de 12.217, de los cuales 3.119 producían para empresas privadas.
Portada libro Amadeu Casellas.
Cien empresas, quinientos clientes
Amadeu Casellas estuvo preso en las cárceles españolas durante más de veinticinco años y acaba de publicar el libro Un reflejo de la sociedad. Crónica de una experiencia en las cárceles de la democracia, en el que denuncia con nombres y apellidos a los que se enriquecen con los reclusos. Entre ellos están la familia Pujol-Ferrusola, Telefónica, El Corte Inglés, ACS, el Banco Santander y Ayuntamientos de toda España, pero hay muchos más.
El más llamativo es el de la familia Pujol-Ferrusola, porque entre sus negocios también está este penitenciario, aunque no ha salido a la luz tras destaparse el escándalo sobre las actividades de la saga. Marta Ferrusola, esposa del ex presidente Jordi Pujol, estuvo en la directiva del CIRE a finales de la década de los noventa, aunque nunca se la veía por su despacho. El ex recluso Amadeu Casellas la denunció en su día sin éxito ante la Fiscalía porque decía que cobraba un “sueldazo” sin acudir a su puesto de trabajo. Por otro lado está la empresa Servivending, que suministraba productos y máquinas expendedoras al CIRE y que al parecer fue puesta en marcha por uno de los hijos de Jordi Pujol, aunque actualmente solo aparece como administrador único Manuel Antolín Aznar.
Según fuentes que investigaron al CIRE, la familia Pujol estuvo desde el principio en esta entidad. Se les conoce también un negocio de flores dependiente de esta institución. Estas iniciativas pronto pasaron a otras manos porque, según las citadas fuentes, “los Pujol ponían en marcha el negocio y luego lo vendían”.
El Corte Inglés se enriquece con los presos por partida doble. Por un lado los tiene trabajando para sus tiendas en unas condiciones precarias y por otro lado son luego los propios reclusos los que adquieren esos productos. La multinacional de Isidoro Álvarez suministra sábanas, mesas, camas, bandejas de comida, sillas, ropa para penados y funcionarios, mantas, colchas y hasta los lotes higiénicos. Y son los presos los que están fabricando todo el material textil con sueldos que no pasan de 200 euros al mes. También Correos usa presidiarios como mano de obra, cobrando menos de 12 euros por ocho horas de trabajo.
Otras muchas empresas y sectores se nutren de la mano de obra barata de las cárceles. Por ejemplo, el de fabricación de automóviles. En las cárceles se fabrican los salpicaderos de Seat, Volvo y Renault. También se producen las pastillas de frenos de casas muy conocidas como Jurid. En Lleida los presos le fabrican a la bodega Raimat cajas de fruta de madera y cartón. Hay imprentas donde se hace casi todo el material de los juzgados y audiencias de Cataluña. En Girona, los presos confeccionan con sus manos los álbumes de fotos que fabrica la empresa Manuart.
Otro de los que saca tajada del negocio de las cárceles es el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, a través de su empresa ACS. Construye las cárceles y después cobra el alquiler, como es el caso de Brians 2, la prisión de Manresa, la de Figueras, la de Tarragona y muchas más por todo el territorio español. Por cada una de ellas, dice Casellas en su libro, “cobra al mes más de un millón de euros”. Florentino Pérez fue uno de los constructores que se benefició del Plan de Creación y Amortización de Centros Penitenciarios que supuso la construcción de 46 nuevas infraestructuras penitenciarias en el periodo 2006-2012, con una inversión de 1.647,20 millones de euros, además de otros 1.504 millones ya aprobados por anteriores Consejos de Ministros. Otras empresas que también se han beneficiado son COMSA y Ferrovial. De la primera, su consejero delegado es Josep Miarnau, mientras que Ferrovial está presidida por Rafael del Pino Calvo-Sotelo. También participan del reparto del pastel FCC, grupo de empresas de las hermanas Koplovitz.
Otros productos que hacen los presos son los mosquetones para practicar la escalada y el rápel. También hay trabajos para empresas externas de carpintería metálica, confección industrial o cultivo en invernadero, a los que hay que añadir las tareas para las propias prisiones, como cocina, panadería, mantenimiento, jardinería y lavandería.
Telefónica hace también negocio a costa de los presos, pues mantiene una situación de monopolio. Ello es posible porque todos los reclusos deben comprar obligatoriamente las tarjetas de Telefónica para llamar a su familia, amigos, abogados, etc. Cada tarjeta cuesta un mínimo de 5 euros y pueden hacer dos llamadas a móvil si llaman dentro del territorio español. Si es al extranjero, el coste de la llamada se dispara. Los presos pueden llamar cinco veces a la semana con un coste mínimo de 10 euros semanales por preso. Como en España son más de 60.000, calcúlense los beneficios.
En Euskadi los presos trabajan para Eroski y Citroën. En Cataluña el Grupo Codorniu tiene a condenados trabajando para bodegas de Lleida. Otras empresas que utilizan la mano de obra barata de los presos son Saveco, Valeo (automóviles) y Asimelec (electrónica y comunicación).
Además OATPP tiene contratos con Ayuntamientos de toda España y todo signo político. Las Cámaras de Comercio de muchas provincias firman convenios con esta entidad. También tiene convenio con las cárceles la Confederació d’Associacions Empresarials de Balears (CAEB).
Se calcula que más de 100 empresas y 500 clientes particulares contratan presos, aunque la cifra real es difícil de conocer ya que los datos no se hacen públicos y no aparecen en el BOE. En este sentido hay que mencionar al blog en apoyo a los presos, Punto de Fuga, que está haciendo un meticuloso trabajo de investigación sobre estas empresas.
Las denuncias sobre explotación de presos empiezan a ser cada vez más numerosas. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía informó recientemente de que unos 12.000 reclusos están empleados en la cárcel con sueldos de hasta 0,5 euros a la hora y entre 80 y 300 euros al mes. Señalan que la vulneración de derechos laborales de los presidiarios es “un problema casi desconocido” que niega horas extra o vacaciones y “aporta un subsidio de desempleo máximo de 100 euros”.
Otras fuentes coinciden en que los presos empleados no tienen pagas extraordinarias, horas extra o vacaciones ni por supuesto posibilidad de denunciar su situación a través de los sindicatos, porque éstos están ausentes de las cárceles. Al obtener la libertad, por haber cotizado, no disfrutan del subsidio de excarcelación –426 euros, hasta en 18 meses– sino de la prestación por desempleo que apenas llega a los 100 euros, por lo que muchos internos prefieren no trabajar. Los salarios, según estos informadores, oscilan entre los 120 a los 150 euros al mes, con horarios de 8 horas diarias, cinco días a la semana.
Montaje. "El negocio de las cárceles". (sobre una foto de celda, el símbolo del dolar y texto)
El Banco Santander hace caja
Valentín Matilla González es un ex recluso que estuvo tres años en Villabona (Asturias) y fue excarcelado en noviembre de 2013. Corrobora lo que publica Casellas: “Hay negocios en todas las cárceles, pero solo algunas se consideran ‘productivas’, porque fabrican para empresas”. No es el caso de la prisión de Villabona, pero sí, por ejemplo, de la del Dueso (Cantabria), “a la que todos quieren ir porque trabaja con muchas subcontratas y hay mucha indigencia. Para que te trasladen tienes que portarte bien y por supuesto hay tráfico de influencias”.
Habla de El Corte Inglés, el suministrador “oficial” de los objetos de consumo de los presos: “Si un interno quiere tener una televisión, no puede ir al mercado libre, sino que tiene que comprarla en El Corte Inglés”. El sistema es el siguiente: aparece por las cárceles cada 15 días lo que los internos llaman “el demandadero”, que recoge las necesidades de productos y objetos de los reclusos. Luego acude a El Corte Inglés a por ellos.
También el Banco Santander se beneficia de una situación de monopolio porque los presos solo pueden tener sus ahorros en la entidad de Botín. Incluso, si se mandan transferencias, tienen que ser a través de este banco.
Los presos gastan e ingresan a través de una tarjeta vinculada al Santander. Pueden ingresar un máximo semanal de 100 euros, lo que ocurre habitualmente los miércoles. Si, por ejemplo, el ingreso se hace un jueves, hasta el siguiente miércoles no se cobra, “así que imagínate qué negocio hace el Santander con el dinero de todos los presos de España durante los días que no pueden hacer uso de él”.
Matilla conoció a muchos presos que venían de otras cárceles españolas y le contaron los negocios de cada localidad. Pone el caso de Alcalá-Meco, en el que un director trasladó la panadería de la prisión al exterior para aumentar el negocio.
En el Centro de Integración Social (CIS) de Villabona se preparan los destinos remunerados para algunos internos. Por ejemplo, para el sector de limpiezas, en el que la remuneración es de 150 euros mensuales. En la cocina las condiciones laborales “son un escándalo”, según Matilla, en referencia a las largas jornadas y la escasa remuneración. Luego están los cursos de jardinería remunerados que se realizan a través de convenios entre instituciones penitenciarias y muchos Ayuntamientos españoles. Los presos aseguran que no existen tales cursos, sino que son enviados a trabajar igual que los empleados municipales, cobrando unos 300 euros mensuales con la misma jornada laboral que sus compañeros; además, aseguran, tienen que pagarse el transporte.
El Ayuntamiento de Langreo fue el primero de Asturias que firmó un convenio con la prisión de Villabona a través del CIS. En teoría los reclusos trabajan en un taller de formación para aprender un oficio y luego reinsertarse en la vida laboral. Lo cierto es que no es así. Son peones utilizados (sin recibir ninguna formación) en las tareas de jardinería del Ayuntamiento. No está con ellos ningún monitor o formador sino que son grupos de 3-4 personas acompañados de un empleado municipal que les indica la tarea a realizar.
Los presos con los que contactó esta revista aseguran que para este tipo de trabajos no se hacen nóminas sino que “te dan un papel de mala manera”. En Villabona, dice Matilla, los destinos remunerados “los maneja un tipo, la mano derecha del director de seguridad, que por supuesto funciona por medio del tráfico de influencias, con sus chivatillos y una cola de gente esperando para que les reciba y les de un trabajillo”.
Antiguamente había economatos que ahora han pasado a denominarse “boutiques”. Este cambio de nombre ha supuesto simplemente un aumento de precios de los productos que se venden.
Funcionarios a cuerpo de rey
Pero no son solo los empresarios los que sacan tajada de los presos. También se benefician muchos funcionarios de prisiones, que utilizan entidades públicas, como el CIS o el CIRE, desde las cuales se mueven todos estos negocios, muchas veces camuflados como talleres de formación, y cuya filosofía empresarial no es por supuesto explotar a los presos sino “integrarles en el mundo laboral”.
Según Casellas los empleados del CIRE “viven a cuerpo de rey y son parte del entramado que explota a los presos”. ATLÁNTICA XXII intentó ponerse al habla con Instituciones Penitenciarias para preguntar sobre estas denuncias, aunque indicaron que por “vacaciones” nadie podía atender a la llamada de la revista. Lo mismo ocurrió con otro de los organismos denunciados por Casellas en su libro, el CIRE. Su directora, Elisabeth Abad i Giralt, eludió contestar a las preguntas de esta revista, aunque desde el gabinete de prensa mandaron un mensaje en el que afirmaban que el CIRE tiene un objeto más social que económico y que “es una empresa pública de la Generalitat de Catalunya que se ocupa de la reinserción de las personas privadas de libertad, mediante la formación en oficios y el trabajo penitenciario”.
Fernando Romero

Publicado en el número 34 de la revista ATLÁNTICA XXII

lunes, 30 de marzo de 2015

"A un latido de distancia", relatos de la negra prisión.

Portada "A un latido de distancia. Adelaida Artigado". (dibujo de mano con lápiz que sombrea 5 pisadas, esto a través de una alambrada)
Historias del negro presidio
Libro “A un latido de distancia”

La crisis del libro (cierta o exagerada), la hegemonía de las grandes editoriales y la jungla en que se ha convertido el sector (si no lo ha sido siempre) convive con una floración de pequeñas iniciativas que publican extraordinaria literatura. No sólo por más original, sino sobre todo porque el contenido -sanguíneo, vital y apegado a la calle- desprende una rebeldía y unas pulsaciones que ponen en evidencia la rutina mercantil de grandes corporaciones y autores consagrados. Un notorio ejemplo es el libro “A un latido de distancia”, de Adelaida Artigado, publicado en noviembre 2014 por Tokata (Ediciones para el debate y la lucha social). Se trata de una antología de relatos muy breves (a lo sumo cinco páginas) que fotografían la negra y cruda realidad de las cárceles, la sevicia del sistema que las controla, y la penosa vida a la que se ven condenados los presos.

Los relatos son muy simples y directos, como un pedazo de realidad a la que nada se pudiera quitar ni añadir. Dicen que de ese modo se distinguen los grandes cuentos. Ni siquiera es fácil hacer una selección entre estas pequeñas narraciones bien documentadas. “Estos ochenta y pico relatos cortos, proverbiales, poéticos, perpetúan el latir de ese corazón, evocan la existencia de ese genio popular, con sencillez, sobriedad, incuso laconismo. Al fin y al cabo, lo que señalan es evidente, quienes lo sufrimos lo sabemos”, explica Fernando “Alcatraz” en el prólogo.

En “La Incógnita” se relata cómo en las cárceles uruguayas con grandes narcotraficantes aumentaron los sobornos, por lo que se introdujo a la policía con el fin de que controlara a los funcionarios. Pero aumentó la corrupción, la venta de droga y la presencia de armas de fuego en las prisiones, motivo por el que entró la guardia republicana. Dado que tampoco mejoró la situación, se completó la cadena de vigilancia con el ejército, que terminó por controlarlo todo. Pero “¿Quién vigila a los militares?”, termina la pieza. A pesar de que Estados Unidos abolió la esclavitud en 1865, cuenta “Esclavos encubiertos”, el departamento de Agricultura de Alabama y los empresarios de la agricultura pidieron en 2012 mano de obra barata (por ejemplo, la de los presos) para sustituir a los 120.000 inmigrantes que abandonaron el estado. Pero “los granjeros de Alabama no tuvieron suerte, porque las industrias penitenciarias ya tenían empleados a los reos en las grandes multinacionales”.

Según la autora del libro, “las injusticias, las torturas y otras miserias que el sistema judicial y los ´poderes públicos' fomentan, están mucho más allá del aquí y ahora. De ahí que los relatos de este libro se extiendan a diferentes lugares, ámbitos y tiempos”. Así ocurre con “El pecado es un placer y no un delito”, donde se recuerda que corresponde a Sor Magdalena de San Jerónimo el honor de diseñar en el siglo XVII el proyecto de la primera cárcel para mujeres en España. Así, en 1608, Felipe III estrenaba en Madrid y Valladolid las primeras Casas Galera para la población femenina.

“Libertad con billete de ida y vuelta” recrea la historia de “el Chacho”, golpeado de niño en el cuartelillo por un sargento de la guardia civil, tras una pelea de pandillas, aquello fue el prólogo de lo que vendría después. A los 17 años (en 1970) le capturó la policía y “el Chacho” no fue sino una víctima más de la Ley de Vagos y Maleantes. En agosto de 1975, otra detención, esta vez por llevar 20 gramos de hachís. Trasladado a la Modelo de Valencia y condenado a cuatro años de prisión, salió a la calle con otros casi 9.000 presos por el indulto real de noviembre de 1975. Pero entonces su destino estaba escrito: “Sin ayudas sociales, sin casas, sin trabajo...no tenían otra opción que delinquir para sobrevivir y sus billetes de vuelta al presidio estaban, ya de antemano, previstos, pagados y asegurados”.

“A un latido de distancia” se detiene a veces en personajes bien conocidos, a quienes la historia ha concedido titulares. Como Sócrates (“Sentencia a un librepensador”), que bebió con decisión de la cicuta que le portó el carcelero y así impartió una postrera lección: “Los ideales hay que defenderlos hasta el último aliento”. O el ejemplo de Óscar Wilde, acusado de sodomita y condenado a dos años de trabajos forzados en diferentes prisiones. Murió sin blanca y como un proscrito, pese al éxito anterior de su literatura. O Miguel Hernández (“el poeta revolucionario estuvo preso de cárcel en cárcel, asesinándole de hambre y olvido). O Salvador Puig Antich, miembro del MIL-GAC, ejecutado en marzo de 1974 en el patio de la cárcel Modelo de Barcelona, tras ser condenado en un Consejo de Guerra.
Cartel. "Isabel Aparicio Sánchez 1 abril 2014 ...semilla de libertad... 1er aniversario de su asesinato por desatención médica absoluta. Amnistía". (sobre foto de cartel con su foto contando el asesinato)
Pero Adelaida Artigado escoge la mayoría de las veces a personajes anónimos, cuyo recuerdo da vida a una tragedia personal o bien testimonia, en un puñado de palabras, toda una época. Isabel Aparicio “fue una presa política del PCE(r) que vivió media vida en la clandestinidad y la otra media encarcelada”. Murió en la prisión de Zuera (Zaragoza), en régimen FIES, “víctima de la cárcel y del abandono sanitario” (en 2008 salió del quirófano con el útero y los ovarios extirpados sin su consentimiento, al contrario de lo establecido en el protocolo). Patxi Zamoro, uno de los primeros presos FIES, fue detenido tras un intento de atraco y condenado a once años de prisión. Cuatro años después de salir del “talego”, donde protagonizó motines e intentos de fuga, “el cuerpo de Patxi se dio por vencido. Lo había consumido la tortura”. A Iwao Hakamada se le condenó a la pena capital en 1966 en Japón, ya que se le declaró culpable de un triple asesinato. Uno de los jueces, 39 años después, se arrepintió del veredicto, a lo que se añadía la falta de pruebas. Hace años que Iwao Hakamada perdió el raciocinio.

El libro también se adentra en el territorio de la memoria histórica (de las prisiones). No hay aquí espacio para medias tintas ni lenitivos, pues la realidad se ofrece en toda su despiadada crudeza. “En espera de no recibir noticias” relata cómo en las prisiones del franquismo, “los presos eran amontonados como el ganado destinado al matadero”. Bebían en charcas estancadas, sin higiene, condenados a pasar hambre, sed o por epidemias como el tifus, el cólera o la tuberculosis. Las ejecuciones se realizaban de un día para otro. Otra de las pequeñas crónicas se sitúa en Guatemala, entre los años 1946 y 1948, y tiene como protagonista al doctor John Cutler, quien se dedicaba a los ensayos con cobayas humanas (reclusos y enfermos mentales de psiquiátricos guatemaltecos) financiados por el Servicio Público de Salud Estadounidense. El objetivo de estos criminales experimentos era comprobar los efectos de la penicilina en el tratamiento de la sífilis y la gonorrea. Obama y Hillary Clinton pidieron perdón muchos años después a las víctimas de Cutler.

Y así suma el libro unos 80 relatos que componen un fresco de la ignominia humana pero también de la capacidad de rebeldía. Uno de estos ejemplos de tenacidad y perseverancia es la biografía de la autora, Adelaida Artigado. Hija de campesinos migrantes de la Sierra de Segura, con sólo 6 años le clasificaron en la escuela como “deficiente intelectual” e “indisciplinada”. Dejó las aulas, ya que prefería la calle como hábitat en el que desarrollar su vida. Nacida en 1966 fue precoz en muchas cosas (aunque quizá no tanto para los pobres de la época: con 14 años trabajaba “como sirvienta de los servidos” y a los 18 ya tenía dos hijos). Aprendió lo mejor, dice con orgullo, de su madre, una pastora de cabras que nunca aprendió a leer ni escribir. Adelaida aprendió... a los 27 años y “A un latido de distancia” es su tercer libro (antes escribió “Ligeras como plumas” además de “Y me escondo entre colores”).

Tokata (Ediciones para el debate y la lucha social) edita el libro “A un latido de distancia”, pero anteriormente ha lanzado otros como “Un resquicio para levantarse. Historia subjetiva del APRE (Asociación de Presos en Régimen Especial)”, de Javier Ávila Navas, quien pasó casi treinta años de su vida en la prisión, muchos de ellos en “régimen especial”, el de mayor crueldad, aunque logró fugarse y encabezar luchas intramuros. Tokata edita asimismo boletines en los que se abordan, por ejemplo en el número de noviembre de 2014, cuestiones como la huelga de hambre iniciada este verano en la prisión de A Lama (Pontevedra) por Emilio Sánchez del Peso; o el castigo de aislamiento impuesto en la prisión de Soto del Real (Madrid) a cinco presos por una huelga de hambre, además de artículos como “La gran falacia de la justicia” o “La imposible reconciliación con la dictadura del capital”. El boletín se define como instrumento de comunicación de los presos en lucha, con los reclusos y con el exterior de las cárceles. Además emiten un programa semanal, “Tokata y fuga”, a través de las radios libres.

Enric Llopis. Rebelión.

Citas del 30 y 31 de marzo. F.Castro y Khalil Gibran.
Aprender y luchar, luchar y aprender.
Citas del 30 y 31 de marzo.

domingo, 29 de marzo de 2015

Esculturas de Balmón, poemas de Paco Cela, Balmón y Manu Carmona.

Escultura de Pepe Balmón. (un solidario recoge a la esposada y moribunda justicia. Pisa con su pie el libro "Lex")
Nuevas esculturas de José Balmón Castell
Foto. Pepe Balmón agarrando una escultura. (dos manos sostienen a unos danzantes vestidos típicamente)
Poesías de presos políticos antifascistas

Recogidas del libro “Extrema indigencia, extrema pobreza”:

Poema de Paco Cela "Aquí estamos".
Poema de Pepe Balmón "Mi calle".
Poema de Pepe Balmón "El Patio".
Poema de Manu Carmona "Huelga de hambre en la cárcel".

Cartel. "1ero Abril Día Internacional de Acción por lxs huelguistas de hambre en las prisiones griegas".
Grecia
Llamado de solidaridad internacional por la Red de Luchadores Presos para el 1 de Abril

http://es.contrainfo.espiv.net/2015/03/26/grecia-llamado-de-solidaridad-internacional-por-la-red-de-luchadores-presos/


Foto. (nazis apilan libros en un coche tras requisarlos)
Aclarando la memoria histórica.
Colaboración

Los nazis empezaron arremetiendo contra los comunistas, no contra los judíos
Los primeros libros quemados oficialmente por los nazis fueron las obras de Marx

En la historia “oficial” actual -escrita como siempre por los vencedores- se sigue leyendo que fueron libros judíos los primeros quemados por los nazis. Quedará demostrado que fueron las obras de Marx las primeras quemadas en el acto principal de la campaña nazi contra la cultura. A nadie le debiera parecer trágica la verdad, sin embargo, ¿por qué han trucado la historia?.

El 30 de enero de 1933 se designa canciller a Hitler. El 4 de febrero dictan la Ley para la Protección del pueblo, con obligada requisa de materiales escritos considerados peligrosos. El 5 numerosas sedes de los partidos comunistas fueron asaltadas, alguna quemada y todas sus bibliotecas destruidas. El 27 incendian el Reichstag y acusan a los comunistas. Esa misma noche detuvimos a 5.000 comunistas en toda Alemania”.
El 28, aplican leyes de excepción por las que quedan prohibidas o totalmente restringidas las reuniones, prensa y opiniones.
Se nombra a Goebbels ministro para la Ilustración del Pueblo y Propaganda y a Goering del Interior “Hitler me había confiado el ministerio prusiano del Interior con el fin de aniquilar al comunismo”. El 7 de abril redactan la Ley Relativa al Gobierno del Estado, y el 8 se envía un mandato a las organizaciones nazis, proponiendo la destrucción de libros peligrosos. Cuentan con la colaboración de Heidegger, nombrado en abril rector de la universidad de Friburgo, y que el 1 de mayo de 1933 se afilia al partido nazi. En uno de los listados internos, se señalan las obras comunistas como las principales a destruir.
Los asaltos a bibliotecas públicas o privadas, a la caza del libro rojo se desata. El 11 de abril se queman libros en Düsseldorf, y semanas antes lo hicieron en Kaiserslautern y Wuppertal. El 2 de mayo en Leipzig. El 5 de mayo, asaltan la biblioteca de la Universidad de Colonia, recogieron todos los libros de autores judíos y los queman. El 6, asaltan el Instituto Sexual de Berlín y requisan sus libros. El 8, en Friburgo, en la quema también participa Heidegger.
Pero todo estaba preparado en secreto para la terrible fecha del 10 de mayo de 1933.
En Berlín, con Goebbels en persona (pues era el acto inicial y oficial de la “quema total”), y tras ser asaltada la Universidad, llevan 25.000 volúmenes a la plaza Opern. Miles de personas se reunían ante los estudiantes nazis que abrían el “espectáculo”. Tenían preparado una enorme parafernalia y un himno, y tras cada estrofa tiraban a la hoguera los libros de los autores más odiados.
Así, el himno empezó “Contra la clase materialista y utilitaria. Por una comunidad de Pueblo y una forma ideal de vida”.
Las obras de Carlos Marx inauguraron la hoguera entonces. Después depositaron al fuego fascista las obras de Kautsky.
La gente vibró, dicen las crónicas. Ya estaba el artefacto encendido. Goebbels explicó entonces los motivos de la quema y tras sus arcadas teóricas y delirantes, se siguió con el himno purificador, y siguieron quemando autores: Heinrich Mann, Glaeser, Kaestner, Foerster, Freud, otros autores, los textos de sexología secuestrados en el Instituto, Bertolt Brecht...
Ese mismo día, y ya preparado con mucha antelación, decenas de miles de libros se queman en Bonn, Braunschweig, Bremen, Breslau, Dortmund, Desden, Frankfurt, Göttinger, Hannover, Munich, Núrenberg, Rostock, Worms, Würzburg y otras ciudades.
El 12, en Halle-Wittenberg y el 15 en Hamburgo. El 17 en Colonia, en Karlsruhe y con la participación de niños de la infancia nazi quemando libros en Heidelberg. El 19 en Kassel y en Mannheim. El 21 en Darmstadt, en Essen y en Weimar...

Los poderosos círculos judíos seguían sin movilizarse ante este acto fascista terrible. No olvidemos que para las elecciones de 1933 la “Asociación de los Judíos de la Nación Alemana” pidió el voto para el NSDAP y que de momento no se había tocado apenas su economía. Eso fue más tarde. Sin embargo la prensa comunista internacional lo difundió y expandió, e incluso las revistas burguesas Newsweek y Time hablaron en 1933 de holocausto de libros en la Alemania del partido nazi.

Consultas:
-Historia universal de la destrucción de libros (libro)
-Goering sobre la quema del Reichstag (entrevista)
-Alemania, año 1 del holocausto (artículo)
-Heidegger, guía para principiantes (libro)
-Breve memoria-historia (subjetiva) del siglo XX y XXI (libro)
-Varios libros donde constan como primarios en la quema los libros judíos.

sábado, 28 de marzo de 2015

4ª entrega de "los presos políticos nos escriben y opinan".

Portada "Los presos políticos nos escriben y opinan. 4º entrega". (dibujo mano con pluma de pájaro escribiendo)
Los presos políticos nos escriben y opinan...
Nuevas cartas
4ª entrega

Folleto. 24 páginas papel duro. Portada color y texto tintas negra, marrón y roja. 3 €

Cartas de:
-Victoria Gómez Méndez (3)
-Juan García Martín
-Israel Torralba Blanco
-Mónica Refoxos Pérez
-Paco Cela Seoane
-Manuel Arango Riego

Disponible en la mesa dominical de Tirso de Molina

Foto. Concentración con pancarta "Amnistía presxs políticxs".
A extender la consigna de Amnistía
Córdoba, concentración Amnistía presxs políticxs

Reproducción. Postal a la directora de Castellón II. (Anverso un hombre señala con el dedo y ¡Ustedes serán los responsables!. Reverso, texto sobre cómo está Manuel)
DIFUSIÓN: Escribamos a la prisión de Albocasser
Reproducción. Postal a Arenas. (anverso foto de pintada "Libertad Arenas PCE(r)", y anverso poema y sitio en blanco para unas letras a Arenas)
Postales de protesta a la cárcel de Castellón II y de apoyo a Manuel Pérez Martínez. Reproduce, difunde, envía...

Cartel Jornadas antirrepresivas en Málaga. (Programa y de fondo foto de mani y banderas)
Convocatorias:

MÁLAGA. Hoy
Jornada Antirepresiva
-Charlas Casos “Negro”, “Jose, Pablo y Zarco” y sobre represión.
-Comida Popular
-Expo dibujos José María Sánchez Casas
-Expo mujer en el franquismo
-Conciertos Tomaselli, PabloMaydeYerba, Leszno...

Organiza Coordinadora Antifascistra de Málaga

Camiseta con dibujo de M.P.M. Arenas. (un currela con casco y encapuchado blande apuntando un tira cohetes)
Muro Solidario:

-Camisetas sobre M.P.M. Arenas. (La Tostadora)
Camiseta. "Libertad Arenas. Es comunista no terrorista". (más frase en pequeño y la hoz y martillo)

Portada del dossier "Genocidio (Holocausto Español)" (foto de fusilados apilados en un montón)
Cartas de lectores:

El Parlamento navarro proclama el terrorismo de ETA como “genocidio”

¡Genocidio el del fascismo español!
Nos tocará ver y alucinar mucho en los momentos políticos que vivimos, pero lo del Parlamento de Navarra aprobando la votación, con los votos de UPN, PP y PSN, de una propuesta de un grupo fascista de “víctimas del terrorismo” (Dignidad y Justicia) de declarar la lucha de ETA como ¡genocidio!, es ya para clamar al inexistente cielo.
Esta votación y aprobación es una sinvergüencería, judicial, política y humana.
No cumple ninguno de los puntos exigidos por las leyes internacionales sobre genocidio, para ni siquiera haber considerado esta propuesta. Todos los casos de genocidio mundial lo llevaron a cabo los propios Estados, nunca organizaciones que se enfrentaran a ellos. Para disimular la trola intragable, algún tertuliano y papel ha maquillado la proclama como “exterminación de los diferentes”.
Pero me dejo de judicialismo internacional, pues ellos mismos en 1945 y 46 permitieron que España se librara del juicio (internacional) por sus centenares de miles de asesinados y colaboración abierta con nazis, fascistas italianos, portugueses, y de aquellos mares de olvido estos riachuelos ridículos...
Me duele, me indigna, falsea toda la historia, que unos fanáticos propongan algo a unos politicuchos -de bajísima catadura moral- para limpiar su propia historia de España. Éstos, por supuesto, a lo suyo...
Habiendo datos y pruebas concluyentes: las decenas de miles de asesinados, los acuerdos con el eje fascista, delegados en los Consulados, la División Azul, etc, etc, la España fascista no fue juzgada en 1945 en los Juicios de Núremberg, y los asesinatos en España se pudieron seguir dando impunemente. Miles de ejecuciones, miles de muertos en prisión, cientos de miles de torturados, expropiados de todas sus pertenencias... Incluso en 1975 se permitieron (y las Leyes Internacionales no dijeron nada) fusilar “legalmente” a 5 antifascistas.
Nada cambió, ni sus protagonistas, ni sus funciones. Solo los hombres (necesidad genética) y los nombres. Lo guiaba todo el sucesor legal de Franco. En 1977 se autoamnistían de sus miles y miles de asesinatos (dejan sin embargo a presos comunistas y anarquistas en prisión) y supuesto borrón y cuenta nueva. Adiós Genocidio fascista español.
La historia de la falsa transición ya sale reflejada todos los días en esta misma página, así que me ahorro el espacio.
Ahora, para seguir tapando sus vergüenzas sangrantes -que supusieron cientos de miles de muertos-, se atreven en 2015 a semejante baladronada de truhanes.
Sólo un pesar más. Entiendo los votos de UPN y PP, pues al fin y al cabo son hijos y descendientes políticos, económicos y morales de Franco. Pero ¡pobres socialistas históricos! que aún siguen enterrados en cunetas de media España desde hace casi 80 años. Semejante escupitajo han sufrido de su “propio” partido.
Añado una escucha que un colega oyó en Radio Euskadi en voz de un tertuliano que justificaba -así como disculpándose- la aprobación de ¡genocidio!: “es que dejó de existir el centro derecha en Gipuzkoa por culpa de ETA”. ¡¿?!
Y así siguen... E.

viernes, 27 de marzo de 2015

Denunciemos la situación de Arenas en cada calle, pared, acto...

Difusión. Panfleto de SRI marzo 2015. "¡Impidamos un nuevo crimen de Estado!".
Campaña por la libertad de Arenas, más urgente que nunca

-Panfleto editado por el SRI este mes, tras la carta de sus familiares denunciando su agravamiento general. Reproduce, difunde, tradúcelo a idiomas.

Pintada. "Libertad Camarada Arenas". (en un murete del paseo del río)
-Pintada en Valladolid

Pintada. "Libertad Arenas". (en una cristalera de tienda cerrada)
-Pintadas en Córdoba


Pintada. "Libertad PCE(r)".(en otra cristalera)

Tarjetas a Arenas. (anverso foto de una pintada "Libertad Arenas PCE(r)". reverso su dirección y poema)
-Tarjeta para enviar a M.P.M.
"Vencedores seremos,
Porque somos titanes 
Sonriendo a las balas
Y gritando ¡Adelante!"

-Pintadas en Xixón (Asturies):
Pintada. "Libertad Arenas PCE(r)". (en un murete)

Pintada. "Libertad Arenas PCE(r)". (en un murete de valla)
Pintada. "Libertad presos antifascistas". (con hoz y martillo, en un murete)
Pintada. "Libertad PCE(r)". (en la pared de una subestación eléctrica)
Pintada. "presos.org.es". (en una fachada)
-Pintadas y cartelería en Elda y Petrer (Alicante):

Foto. (4 carteles de "Amnistía, libertad inmediata Camarada Arenas", en un panel informativo)
Pintada. "Libertad Arenas". (con hoz y martillo, al lado de otra que ponía lo mismo que ha sido tachada)
Foto. (10 carteles de Arenas y 2 de Arantza Díaz, en un poste de anuncio electoral)
Pintada. "Libertad presos políticos enfermos". (y la hoz y martillo, en un muro de carretera)

Postal de Sánchez Casas. (una presa -en postura recogida- en cárcel dentro de cárcel, con formas de cubos y rectángulos)
El Estado penitenciario
Iñaki Egaña, historiador
http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/gara_2015-03-14-06-00/hemeroteca_articles/el-estado-penitenciario

Hace unos años seguimos compungidos el caso de una joven ama de casa de 22 años que encontró una cartera con una tarjeta bancaria e hizo uso de ella para comprar pañales y productos alimentarios imperecederos para llevar a casa, donde sus dos hijas pasaban penurias. A la segunda intentona, un empleado del supermercado la denunció, no por un supuesto uso fraudulento de la tarjeta, sino porque dado su aspecto no parecía lógico que hiciera una compra de más de cien euros.
La desdichada mujer fue detenida y condenada a prisión. Fue indultada a las puertas del presidio, pero habría sido una más a engrosar una lista interminable de ese enorme universo concentracionario español que, en alguno de sus momentos más álgidos, llegó a contar con 80.000 presos.
Hoy, España es el país número 13 del mundo en presos per cápita, 159 por cada 100.000 habitantes. El primero de la Unión Europa y al parecer el segundo de Europa, por detrás de Rusia y con el permiso de Polonia.
Casos como la mujer de los pañales u otros tan sangrantes se agolpan en la prensa diaria, reforzando la idea de un Estado represivo, acosado quizás, que, como si fuera un señor feudal, acota los límites de actividad política y social de una manera violenta. Aterrorizando.
Escarmentando con energía, creando iconos de su dureza, para amedrentar al resto. El miedo es la señal humana más universal.
En los últimos meses, parte de la opinión pública asiste perpleja a las condenas y encarcelamientos por razones de opinión, trabajo político, respuesta laboral e incluso hurto menor. Una novedad que, en el caso vasco, no rompe tendencia, ya que hace años que la evidencia está ahí: el castigo a un «delito» político cometido por un militante vasco sobrepasa todos los límites europeos en la materia.
La excepcionalidad española está relacionada con su propia naturaleza. El Estado, y en esa percepción la estancia del PSOE o PP en el Gobierno ha sido indiferente, no ha respondido a la marginalización y a la pobreza con el aumento de su compromiso social, sino todo lo contrario, con el endurecimiento de su Código Penal. A la exclusión económica, la España de Rajoy y Zapatero ha opuesto la exclusión carcelaria.
La reducción en las inversiones sociales, las sucesivas reformas
laborales y la consiguiente precarización de la vida, han contado,
paralelamente, con un contraataque carcelario. No solo en el
endurecimiento de las penas, en el compromiso de los jueces en mantener el estatus económico y a la clase dirigente en su pedestal, sino también en las formas. Y, obviamente, en el Código Penal.
Las nuevas cárceles de Iruñea y Zaballa, la proyectada de Zubieta y, en la misma medida, la dejación continuada del Estado de los internos, su deterioro asistencial, de acogida y alimentación, son parte de ese entramado desequilibrado y previsto por una estrategia marcada para ahondar en la división social. No hay dinero para educación o salud pero sí, en cambio, para la construcción de macro-cárceles.
La lógica a la que asistimos con las máximas de los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, así como la centralización de la riqueza en unas pocas manos, ahondando en que las desigualdades más acentuadas que nunca tiene su extensión en el desarrollo del entorno carcelario.
Y como sucede en todo aquello que resulta rentable, se anuncia la privatización de los servicios carcelarios, tal y como ya existe en otros lugares del mundo, en especial en EEUU, donde las empresas privadas azuzan a la Policía para que detengan a mansalva, porque eso es un negocio que da terribles beneficios.
Francia ya experimenta, en esa línea, un sistema mixto, donde la gestión de algunas cárceles corresponde a empresas privadas y la custodia del detenido al Estado. Una empresa española, Eulen (¿recuerdan cuando Arzalluz acusó a Mayor Oreja de tener intereses en empresas de seguridad?), acaba de ganar una licitación en Perú para construir la primera cárcel privada. Se abre la cadena. Policías, guardia civiles, fiscales, jueces y agentes privados que mantendrán la seguridad de su sistema. Una ristra que comienza en la carrera de San Jerónimo.
Durante la década de 1990, cuando España tenía 105 presos por 100.000 habitantes (un tercio menos que en la actualidad), los patios de las prisiones estaban repletos de marginalidad, los núcleos duros de la pobreza. También de drogadictos y traficantes al por menor, porque los que se beneficiaban de su tráfico, hoy junto a la prostitución incluido en el PIB, se recostaban en los sillones de bancos y grandes corporaciones. De apellido ilustre, jamás serán imputados por narcotráfico, actividad que, como saben, mueve tanto o más dinero que el mercado del petróleo.
La excepcionalidad a la marginalidad carcelaria la ponían entonces los presos políticos vascos, relacionados todos ellos con ETA y los CAA, algunos con el independentismo catalán o el activismo anarquista y aquel solitario Javier Sánchez Erauskin, director de Punto y Hora encarcelado por entrevistar a la hermana de un refugiado que luego mataría el GAL.
Con el comienzo del siglo XXI, la excepcionalidad vasca abrió nuevas celdas. Por primera vez desde la muerte de Franco, centenares de militantes también políticos pero no armados, agolparon las galerías y marcaron de nuevo la diferencia en Europa. En Francia, en Italia, en Gran Bretaña, en Alemania, los presos políticos lo eran por pertenecer a organizaciones armadas y peligrosas, como diría Ronnie Kasrils.
En España también, pero con nueva jurisprudencia y código penal, por apostar por un cambio radical (revolucionario) sin hacer uso de las armas. La excepcionalidad de Sánchez Erauskin dejó de serla. Un solo ejemplo entre decenas: la dirección de un diario («Egin») fue condenada a prisión y el medio cerrado.
El sustrato social de unos y otros (militantes de ETA o de GGAA, HB, Jarrai, Ekin...), sin embargo, era el mismo. En las prisiones
continuaron siendo la excepción, donde los migrantes-extranjeros entraron en el círculo carcelario hasta convertirse en minoría mayoritaria (31%). Mucho que ver, asimismo, con los nuevos muros excluyentes. Migrantes que pasaron de ser ilegales a considerarse delincuentes, sin delito por medio. Y por eso surgió un nuevo anexo a la cárcel, el de los CIEs (centros de internamiento de extranjeros), ya experimentados en Francia (CRA, centros de Retención Administrativa) paradójicamente con españoles que durante el franquismo huyeron por el hambre o las torturas.
Decía que la vasca era excepción, aunque debería añadir que con
mayúsculas. En el último medio siglo de la historia carcelaria española han sido cerca de 7.000 los vascos que han pasado por la cárcel por razones políticas. Por ello, la excepcionalidad, cuando el número es tan elevado, es un supuesto quizás no demasiado acertado. Algún día habrá que reformularlo.
Nuevamente, la realidad ha sido terca. Si frente al creciente derribo social español la respuesta ha sido, como apuntaba, el incremento carcelario como método corrector, en el caso vasco la «corrección» ha ido por los mismos derroteros. En 2015, las cárceles contienen internos por los mismos motivos que hace 50 años, en 1965, entre otros por asociación ilegal o protestas laborales. Pero también se anuncia la entrada en prisión de amigos de militantes de ETA fallecidos, por el hecho de haberles pagado una esquela, precisamente en este diario.
Hoy, gracias a la estadística, sabemos que el encarcelamiento no tiene relación directa con el delito. A pesar del endurecimiento del Código Penal. Sabemos que en España las cárceles están repletas y sobresaturadas (a un 135% de ocupación) pero que la situación, por el contrario, no guarda relación con un incremento espectacular del delito, con una trasgresión de las formas de convivencia.
España y Francia son estados penitenciarios en la medida que cumplen un papel de vanguardia en el actual sistema capitalista. Endurecer las sanciones y fortalecer su sistema de justicia penal es la apuesta de Madrid y París frente a la alternativa, promover sociedades más equitativas. Esta elección es también violencia, tanto pública como privada, y afecta, como ya lo intuyen, a los más desprotegidos.

Nota de pres.o.s. Recomendamos este buen artículo, pero con la crítica de que Egaña falla como historiador en ciertas interpretaciones en la situación de los presos vascos, pues desde 1976 no ha habido un solo día en las cárceles españolas sin presxs políticxs del PCE(r) y de los GRAPO, muchxs de ellxs vascxs. Y el olvidarlo supone desmemoria. ¿O hay que recordar que ni siquiera -3 de ellos vascos- les afectó la falsa amnistía de 1977?. ¿O la muerte del comunista vasco Kepa Crespo en huelga de hambre? ¿O la muerte a tiros por el B.V.E de Eizagirre? ¿O que el director de Area Crítica (vasco) fue preso por entrevistar a Arenas y la revista (radicada en Bilbao) cerrada?... Por solo citar unos pocos casos.

Citas del 27, 28 y 29 marzo. Glinka, Cervantes y Clausewitz.
Aprender y luchar, luchar y aprender.
Citas del 27, 28 y 29 de marzo.