Foto. Artículo en Egin de Arenas. |
Documento
histórico
En
1984, Manuel Pérez Martínez, Arenas, salía de la cárcel tras años
de absoluto aislamiento. Varios medios combativos se hicieron eco de
sus palabras en entrevistas y artículos. Le entrevistaron la mítica
revista Punto y Hora, el periódico Combate y otras cabeceras.
Asistió como invitado a actos políticos en Las Karreras, varios
puntos de Andalucía y Madrid. La entrevista con el órgano de LCR
salió publicada en julio de 1984. Coincidiendo, a los escasos días,
debido a la persecución y falta total de libertad que sufría
Arenas, pasa a la clandestinidad. A principios de noviembre, Egin
publica una opinión de un militante del PCE (i) y abogado en que
arremete contra Arenas. Un mes más tarde, desde la clandestinidad,
Arenas escribe una colaboración para Egin, destapando a quien
insultaba no esperando respuesta.
Diario
Egin. 5 diciembre 1984
Opinión.
Colaboración
Comunistas
y cuestión nacional
“RESPUESTA
A M. VALVERDE
El
n° de Egin correspondiente al 6-11-84, inserta un comentario de M.
Valverde, bajo el título "Los comunistas y la cuestión
nacional vasca", sobre el que me siento obligado a hacer algunas
precisiones.
El
comentario en cuestión se refiere de manera explícita y muy directa
a unas declaraciones hechas por mí a COMBATE (órgano de la Liga
Comunista Revolucionaria), y me atribuye no sé qué aviesas
intenciones o comunidad de intereses con la reacción española. No
parece sino que el único objeto que persigue el señor M. Valverde
no es otro sino ése: presentarme como "un chovinista
castellano" más de la "izquierda española y españolista".
Pues
bien, antes de nada responderé que no acostumbro a darme por aludido
ante este tipo de acusaciones, por considerar que ellas descalifican
por sí mismas a quienes las lanzan contra mí y contra mi Partido y
porque, además, no me afectan en absoluto (los comunistas solemos
tener la piel bien curtida). Pero cuando se me atribuyen, con
pretensiones de ridiculización y de la manera más chabacana, ideas
y actitudes tan disparatadas, tales como que "condeno" la
lucha de liberación nacional de Euskadi, o que "insulto"
al pueblo trabajador vasco, y estas afirmaciones se publican en un
diario como Egin, entonces se hace obligado salir al paso.
Para
comenzar quiero ratificarme en la declaración hecha a COMBATE, en el
sentido de que la lucha nacional en Euskadi no tiene salida si no se
enmarca de una manera consciente en la lucha por el derrocamiento del
Estado fascista e imperialista español y en el proceso de la
revolución socialista que se desarrolla en toda España. Creo que
cualquier persona mínimamente seria y que no tenga la mente ofuscada
por alguna teoría de moda, suscribirá, como marxista-leninista esta
tesis que sostiene el PCE(r). ¿Se aproxima siquiera esa idea a la
"longitud de onda" eurooportunista, a que alude el señor
M. Valverde?. Verdaderamente, hay que estar ciego para no ver que el
movimiento nacionalista burgués, no tiene ninguna salida; que la
época de la burguesía (o de la revolución nacional burguesa) hace
tiempo que ya pasó, y que si el nuevo movimiento nacional popular,
esto es, revolucionario, de Euskadi quiere salir adelante (y qué
duda cabe que lo hará más tarde o más temprano), si éste y los
demás movimientos nacionales de España quieren hacer realidad sus
legítimos derechos y aspiraciones, tendrán que apoyarse, antes que
en ninguna otra clase o capa social, en el proletariado. Pero el
proletariado es internacionalista, y en las condiciones concretas en
que desarrolla su lucha en España (o en el Estado Español, como se
prefiera) tiene necesidad de actuar conjuntamente, de formar un solo
ejército para poder derrocar a la gran burguesía. Sólo esto
permitirá a los pueblos de las distintas nacionalidades o naciones
acceder al poder y disponer libremente de sus propios destinos:
organizarse, darse el tipo de régimen social que desee y construir,
si es ésa su determinación, un estado nacional separado. Los
comunistas no nos oponemos a la independencia de Euskadi, de Cataluña
o Galicia (y esto lo hemos explicado ya muchas veces); ahora, a lo
que sí nos oponemos, es a que en nombre de la nación (de cualquier
nación o de las fronteras establecidas sobre la base de la opresión
de otros pueblos) se enturbie la conciencia de la clase obrera, se la
divida y se la enfrente, ya que ésa es la manera que tiene la
burguesía de entorpecer, en todas las épocas y países, el proceso
revolucionario que habrá de llevar a todos los pueblos a la
liberación.
De
modo que esos "nacionalistas" que nos acusan y nos
interpretan tan torcidamente hacen un mal servicio a la causa
nacional, aunque en algunos casos su intención pueda ser otra muy
distinta. M. Valverde afirma que "el camarada" Arenas
"ignora olímpicamente la posición de principio de los
marxistas-leninistas sobre la cuestión nacional en general", y
para confirmar esa ignorancia supina del "c. Arenas", se
refiere a la posición que adoptara Marx respecto a Irlanda y
Polonia, sometidas ambas bajo el yugo del imperio británico y la
Rusia zarista, respectivamente. Claro que hablando así, "en
general", de la posición de principios del marxismo-leninismo
en relación al problema nacional, se podrían decir muchas más
cosas. Pero no queremos dar aquí lecciones de historia y menos aún
de marxismo a nadie, ni siquiera al señor Valverde. No obstante,,
queremos dejar bien sentado que la posición de Marx y Engels -y
también la de Lenin y Stalin-, con relación al problema nacional
fue siempre muy clara y no se presta a las burdas tergiversaciones
que hace M. Valverde en su escrito. Marx siempre se opuso a la
atomización (a la "balcanización") en pequeños estados
de las naciones, y abogaba por la federación, por la unión, del
mayor número posible de ellas sobre la base del derecho a la
autodeterminación y a la más estricta igualdad en las relaciones
entre los pueblos. Y esto por dos razones fundamentales: la primera
por una razón económica, y la segunda, política. Apenas si hace
falta añadir que Marx pensaba en el comunismo y en la defensa de la
resolución frente al imperialismo y a la reacción, y no en el
nacionalismo estrecho de los ideólogos pequeño-burgueses de su
época. Y si abogaba por la independencia de Polonia o de Irlanda, no
hace falta hacer un gran esfuerzo mental para comprender que lo
hacía, precisamente, por aquellas mismas razones.
Foto. Carta de los presos de Soria al Movimiento Popular. |
Se
sabe, señor Valverde, que "independencia y socialismo" es
el programa del independentismo abertzale. Pero no comparto su
opinión en el sentido de que dicho programa sea "claro".
Más bien me parece ambiguo, confuso. Usted, acusa una carencia de
"dialéctica" en mi planteamiento de la cuestión social y
nacional en España cuando me hace decir: "primero lo social y
luego lo nacional". Indudablemente eso es algo que usted me
atribuye gratuitamente para poder hacer demagogia barata y poder
ocultar, de paso, su total ignorancia. "Primero" esto, y
"luego" lo otro. ¿Cuándo, dónde he dicho yo tamaña
tontería?. Lo social y lo nacional, en el ejemplo de Euskadi, no se
pueden disociar sin caer en el mayor de los absurdos. Pero para mayor
aclaración le diré, al señor Valverde que no se trata aquí de una
contradicción dialéctica (donde cada uno de los aspectos que
conformarían la unidad, se tendrían que transformar en su
contrario), ya que se trata de dos cosas bien diferentes, aunque,
como queda dicho, están estrechamente relacionadas.
Lo
que sostengo es que el movimiento social y nacional, aquí, en
España, forman dos tipos de contradicciones distintas de un mismo
proceso revolucionario que conduce al socialismo. ¿Cuál de estas
dos contradicciones es la principal?. Desde luego, caben dos
interpretaciones. Para mí y para mi Partido, el PCE(r), no hay
ninguna duda de que la contradicción principal es la de carácter
social, a la cual está subordinada la otra, y no a la inversa. Y
esto independientemente de que, en un momento dado, la lucha y el
movimiento nacional puedan adquirir un gran desarrollo, y más aún
si se tiene en cuenta que, en el caso de Euskadi, este desarrollo se
debe, fundamentalmente, a la lucha armada de ETA. Nosotros siempre
hemos apoyado, y seguiremos apoyando, a ETA con algo más que con
palabras. De manera que no niego, en absoluto, el movimiento nacional
en Euskadi (por no entrar en los "argumentos" demagógicos
que utiliza el señor M. Valverde), lo que sí afirmo es que en
Euskadi no sólo ha habido y hay actualmente lucha de tipo nacional,
sino también, y principalmente, la lucha de la clase obrera contra
la burguesía y la explotación capitalista, y que, al fin y a la
postre, el movimiento nacional, si ha de reafirmarse y encontrar una
salida, será sólo a condición de tomar muy en consideración esa
otra realidad que desborda los marcos de cualquier planteamiento
nacionalista. No hacerlo así, "no encuadrar el movimiento
nacional en la perspectiva socialista", solo puede conducir a un
atolladero político y teórico, a esa ambigüedad a que aludía
anteriormente y de la que usted, señor Valverde, hace gala cuando
afirma: "la cuestión nacional está al orden del día y se va
extendiendo en los países europeos constituyendo la gran esperanza
revolucionaria del momento y el nuevo punto de partida de la
revolución proletaria". Así habla quien pretende que le
tomemos en serio y que le consideremos, además, comunista.
"La
cuestión nacional" es "el nuevo punto de partida de la
revolución proletaria". ¿Dónde ha dejado el señor Valverde
la famosa "posición del marxismo-leninismo"?. Los
comunistas, señor Valverde, siempre hemos creído que el único
punto de partida posible de la revolución proletaria es la lucha del
proletariado contra la burguesía y el programa de la revolución
socialista. Pero por lo visto, en los países europeos ya no queda
más esperanza de revolución social que la que representa, según el
señor Valverde, los movimientos nacionales. Por esta vía se podría
llegar de nuevo, y muy fácilmente, al nacional-socialismo.
¿Acaso
se puede prescindir de la verdadera posición de principios del
marxismo-leninismo, de la posición clasista, y hacer tabla rasa de
los rasgos fundamentales que caracteriza nuestra época; prescindir
de la estrategia y la táctica del comunismo, echar por la borda al
proletariado como principal fuerza motriz de la revolución, e ir a
refugiarse en la concepción del nacionalismo más estrecho, en esa
nueva "gran esperanza" (o tierra de promisión) a que se
vienen acogiendo todos los descarriados y los tránsfugas del
comunismo, y pretender todavía que se les considere como tales
comunistas?.
Es
muy cierto, señor Valverde: la lucha armada de por sí no hace
revolucionaria a una organización. Y no digamos de una organización,
como la que usted representa, (el PCE(i) o los restos de ese
naufragio) que ni siquiera se aproxima a ella. Pero no esté tan
seguro de que aquella idea que acaba de exponer supone "tener
unos objetivos políticos claros de acuerdo con el análisis de la
realidad y las aspiraciones más profundas del pueblo", porque
con eso, a nadie, y menos aún a un comunista u obrero consciente va
a lograr usted convencer.
M.
Pérez (Arenas)
Secretario
General del PCE(r)”
Texto
de los presos políticos del PCE(r) y los GRAPO en la prisión de
Soria.
En
las cárceles entraba Egin, y en octubre de 1984, la Comuna de presos
políticos en la cárcel de Soria, envío a medios populares una
carta sobre este mismo asunto, aclarar lo que defiende el comunismo
sobre la cuestión nacional y desenmascarar las manipulaciones de
ciertos “entendidos”.
La
titularon “Respuesta a un “revolucionario” de bufete”
.
En
ella, para introducir, denuncian: “el de turno ha tardado tres
meses en lanzar su “dialéctica revolucionaria” contra nuestro
Partido. Si fuésemos mal pensados, incluso se diría que esa
tardanza es intencionada, pues hoy todo el mundo sabe que el camarada
Arenas vuelva a luchar desde la clandestinidad tras 7 años de
cárcel, pero ante un doctor en leyes uno no puede ser mal pensado”.
Desarrollan luego la explicación del derecho de autodeterminación
para el m-l y entran a clarificar los postulados del PCE(r) sobre
estos temas contra las tergiversaciones “o de un perfecto ignorante
de la realidad en que vivimos o, lo que es peor, un provocador
consciente”.
Memoria del 12 y 14 de octubre. (el 13 en blanco) |
Memoria
Histórica Internacionalista
Acontecimientos
del 12 y 14 de octubre
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