PROHIBIDO BESARSE (ENTRE REVOLUCIONARIOS)
El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nazional, Javier Gómez Bermúdez, prohibió ayer jueves 16 de abril que la militante de los GRAPO Mari Ángeles Ruiz Villa diera un beso en la mejilla a su compañero de militancia Jesús Merino del Viejo. "Acusada, estése quieta", le increpó el magistrado, como ruín censor.
La militante revolucionaria, para la que el fiscal pidió siete años de prisión por el asalto a unos vigilantes de la empresa Prosegur perpetrado en septiembre de 2000 en un Supermercado de Barcelona, trató de explicar al juez el motivo de su afectuoso gesto. Pero el magistrado le ha cortó diciéndole: "Me pide permiso y yo le diré sí o no".
Ruiz Villa también dio un beso y tuvo otros gestos de cariño con el otro acusado, el también militante de los GRAPO Israel Torralba, con el que se pasó conversado todo el juicio-farsa. Su continua charla les valió otro reproche de Gómez Bermúdez, que les instó a "guardar silencio" mientras comparecieran los testigos.
Cuando les ha llegado el turno de responder a las preguntas del fiscal Miguel Ángel Carballo los dos militantes de los GRAPO han preferido guardar silencio. "Como no tengo nada que ver con estos hechos que se me imputan, no voy a declarar", ha alegado Ruiz Villa. Merino del Viejo, que compareció como testigo, adoptó esta misma actitud, por lo que el presidente del tribunal le dedujo testimonio por un delito grave de desobediencia a la autoridad y le impuso una multa de 200 euros.
La militante revolucionaria, para la que el fiscal pidió siete años de prisión por el asalto a unos vigilantes de la empresa Prosegur perpetrado en septiembre de 2000 en un Supermercado de Barcelona, trató de explicar al juez el motivo de su afectuoso gesto. Pero el magistrado le ha cortó diciéndole: "Me pide permiso y yo le diré sí o no".
Ruiz Villa también dio un beso y tuvo otros gestos de cariño con el otro acusado, el también militante de los GRAPO Israel Torralba, con el que se pasó conversado todo el juicio-farsa. Su continua charla les valió otro reproche de Gómez Bermúdez, que les instó a "guardar silencio" mientras comparecieran los testigos.
Cuando les ha llegado el turno de responder a las preguntas del fiscal Miguel Ángel Carballo los dos militantes de los GRAPO han preferido guardar silencio. "Como no tengo nada que ver con estos hechos que se me imputan, no voy a declarar", ha alegado Ruiz Villa. Merino del Viejo, que compareció como testigo, adoptó esta misma actitud, por lo que el presidente del tribunal le dedujo testimonio por un delito grave de desobediencia a la autoridad y le impuso una multa de 200 euros.
Recordemos que mientras impiden besar a los militantes revolucionarios, la plana mayor del GAL fue a despedir con abrazos, lamentos y complicidades terroristas a los GALosos "presos" en Guadalajara.
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