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| Cartel. "Aletxu eta Ibon Borrokan. Haiek borrokan gu ere bai!. Irailak 24 Valenceko espetxera martxa". |
-Marcha a la cárcel de Valence el 24 de septiembre.
Los presos políticos vascos Aletxu Zobaran e Ibon Goieaskoetxea llevan 31 días en celdas de castigo (entraron voluntariamente como forma de
protesta) y en huelga de comunicaciones. Los dos fueron trasladados a la cárcel de Valence en junio, donde hasta entonces no había ningún preso político
vasco.
La cárcel de Valence está a más de 800 kilómetros de los hogares de Aletxu y de Ibon y la comunicación de medios de transporte es deficiente
con la consecuencia del desgaste físico, moral y económico que supone para sus familias.
Además, el régimen especial que ha puesto en marcha esta cárcel,
experimental a nivel europeo, ha empeorado notablemente las condiciones de vida de Aletxu e Ibon.
Aparte de lo mencionado, el hecho de que hayan llevado a Aletxu e Ibon a una cárcel en la que no había presos políticos vascos, supone ahondar
en la dispersión de éstos, sumando una cárcel más a las 23 que ya utilizaban para dispersarles.
Es una lucha muy dura y larga la que están llevando a cabo Ibon y Aletxu. Además de no haber recibido visitas de familiares en todo este tiempo,
pasan casi todo el día metidos en las celdas de castigo, 23 horas al día, y salen una hora a un pequeño patio sin más compañía.
La comunicación que mantienen con el exterior se limita a las cartas y a una única llamada telefónica semanal.
Ante esta situación y como vienen pidiendo desde distintas cárceles en los últimos tiempos, es al pueblo a quien le toca responder y sacar
la lucha a la calle para que la protesta no se quede entre los muros de la prisión de Valence, donde no hay testigos.
Por ello, el Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión realizará una marcha hasta la cárcel de Valence el 24 de septiembre para apoyar
la lucha de Ibon y Aletxu y para decirle al sistema penitenciario francés que los presos políticos vascos no están solos.
Por medio de esta nota hacemos un llamamiento a Euskal herria a participar en esta movilización.
Presoak borrokan, gu ere bai!
Los presos en lucha ¡nosotros también!
En Euskal Herria, a 8 de septiembre de 2016.
Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión.
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| Foto. (pancarta "Oier You'll never walk alone") |
-Juicio
en París a presos políticos vascos
Del
19 al 27 de este mes, se juzga en París a Oier Gómez en la
Audiencia francesa. Tras varios actos realizados en solidaridad, kalejira, comida popular, carteladas... el 19 sale un autobús desde Gasteiz para asistir al día primero de
juicio. Lo organiza Oirren Lagunak.
Una
de las iniciativas ha sido llevar una pancarta con el retrato de Oier
y la frase en inglés “Nunca caminarás solo” a numerosas partes
del mundo y difundir la foto.
En
la foto, a 6000 metros de altura, en la cordillera del Himalaya. Se
han difundido fotos desde Francia, Inglaterra, campos de fútbol...
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| Cartel. "La Amnistía, como lo fue con el F.P. (y en parte en el 77) o es arrancada en la lucha obrera y popular o no será..." (puntos mínimos del Programa) |
Muro
Solidario:
-En
cartel para difusión, párrafo de la intervención de Pepe Balmón
en las Jornadas pro-Amnistía de abril de 2016, sobre las condiciones
por la solidaridad con lxs presxs políticxs en el Frente Popular, el
1977 y actualmente.
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| Foto real de pancarta en un puente "Stop torturas". Sobre-impreso "Si hay torturas no es democracia". |
-Cartel
del Comité de Málaga por la Amnistía.
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| (4 banderas Populares con la inscripción "Pres@s polític@s libertad". (y la denuncia) |
-Cartel
homenaje: “Gloria eterna a todxs aquellxs que lucharon contra el
fascismo. Stop al fascismo”.
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| Foto. (Casco Blanco con un niño en brazos entre escombros) |
La
hipocresía imperialista de la ayuda humanitaria
Cascos
Blancos: la nueva especie de predadores humanitarios
La
ONG “Cascos Blancos” ha sido designada como cadidata para
recibir el Premio Nóbel de la Paz. Para apoyar esta candidatura el
próximo 16 de setiembre Netflix difundirá un documental de 40
minutos titulado “Los
Cascos Blancos”.
Ha sido realizado por Orlando von Einsiedel y seleccionado para los
festivales de cine Toronto y de Telluride.
Supuestamente se trata de un grupo de voluntarios que acuden en ayuda de la población civil de Siria víctima de los bombardeos, y ya saben la coletilla famosa que no debe faltar nunca: de uno y otro bando. Que quede claro. Son neutrales. Su empeño es exclusivamente humanitario.
Los Cascos Blancos son una organización creada en 2013 y, como no podía ser de otra forma, detrás no hay otra cosa que el imperialismo puro y duro y, naturalmente, la propaganda de guerra, las cortinas de humo y la intoxicación mediática. Veamos algunos ejemplos, sólo unos pocos, para no agotar la paciencia del sufrido lector *.
Siempre que surgen este tipo de tinglados hay que acudir, como es habitual, a las fuentes de financiación, entre las que encontramos al mismo mecenas de siempre: el benefactor de la humanidad George Soros, además de tres de las potencias integrantes de la OTAN, que también se han caracterizado siempre por su humanitarismo: Estados Unidos (23 millones de dólares), Gran Bretaña (20 millones de libras) y Holanda (4 millones de euros).
Después de hablar del dinero corresponde desenmascarar las mentiras, la filantropía y el baboseo propio de este tipo de ONG, en el que los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental. Pues bien, hay que decir que los Cascos Blancos sólo están presentes en las zonas controladas por el Califato Islámico y el Frente Al-Nosra porque el papel que el imperialismo le tiene asignado, además, de la propaganda, es justificar la imposición de una zona de exclusión aérea que impida los bombardeos rusos y sirios sobre las posiciones yihadistas.
Luego hay que pasar a ver quiénes son esos voluntarios que se juegan la vida como héroes para salvar a los demás, mercenarios cuyo nombre ha salido a relucir, como Raed Saleh, del que el New York Times reconoció en abril que se le había impedido la entrada en Estados Unidos porque formaba parte de las bases de datos como un riesgo para el país o, dicho en román paladino, porque estaba fichado como yihadista y, naturalmente, si le habían llamado para viajar a Estados Unidos es porque sus jefes de la CIA tenían que darle instrucciones.
Organizaciones como los Cascos Blancos forman parte de una nueva concepción de las guerras imperialistas elaborada por la Rand Corporation que se llama “teoría del enjambre” en donde el éxito de la guerra depende estrechamente “de un control estricto del flujo de informaciones”.
Supuestamente se trata de un grupo de voluntarios que acuden en ayuda de la población civil de Siria víctima de los bombardeos, y ya saben la coletilla famosa que no debe faltar nunca: de uno y otro bando. Que quede claro. Son neutrales. Su empeño es exclusivamente humanitario.
Los Cascos Blancos son una organización creada en 2013 y, como no podía ser de otra forma, detrás no hay otra cosa que el imperialismo puro y duro y, naturalmente, la propaganda de guerra, las cortinas de humo y la intoxicación mediática. Veamos algunos ejemplos, sólo unos pocos, para no agotar la paciencia del sufrido lector *.
Siempre que surgen este tipo de tinglados hay que acudir, como es habitual, a las fuentes de financiación, entre las que encontramos al mismo mecenas de siempre: el benefactor de la humanidad George Soros, además de tres de las potencias integrantes de la OTAN, que también se han caracterizado siempre por su humanitarismo: Estados Unidos (23 millones de dólares), Gran Bretaña (20 millones de libras) y Holanda (4 millones de euros).
Después de hablar del dinero corresponde desenmascarar las mentiras, la filantropía y el baboseo propio de este tipo de ONG, en el que los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental. Pues bien, hay que decir que los Cascos Blancos sólo están presentes en las zonas controladas por el Califato Islámico y el Frente Al-Nosra porque el papel que el imperialismo le tiene asignado, además, de la propaganda, es justificar la imposición de una zona de exclusión aérea que impida los bombardeos rusos y sirios sobre las posiciones yihadistas.
Luego hay que pasar a ver quiénes son esos voluntarios que se juegan la vida como héroes para salvar a los demás, mercenarios cuyo nombre ha salido a relucir, como Raed Saleh, del que el New York Times reconoció en abril que se le había impedido la entrada en Estados Unidos porque formaba parte de las bases de datos como un riesgo para el país o, dicho en román paladino, porque estaba fichado como yihadista y, naturalmente, si le habían llamado para viajar a Estados Unidos es porque sus jefes de la CIA tenían que darle instrucciones.
Organizaciones como los Cascos Blancos forman parte de una nueva concepción de las guerras imperialistas elaborada por la Rand Corporation que se llama “teoría del enjambre” en donde el éxito de la guerra depende estrechamente “de un control estricto del flujo de informaciones”.
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Enlaces y referencias en la página
Movimiento
Político de Resistencia
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