Foto. Un familiar ante las cajas de los restos de los cuneteados. |
Memoria
Histórica de sangre y represión:
Hallado
el primer corazón conservado en una fosa de la Guerra Civil
española.
Los
órganos de decenas de asesinados en 1936 en un monte de Burgos se
mantienen preservados de manera insólita
Extractos
del artículo de M. Ansede en la sección de Ciencia del diario “El
País”. 26/8/16
“Y
al fin en un océano de irremediables huesos, tu corazón y el mío
naufragarán”, escribió el poeta Miguel Hernández a su esposa
desde una trinchera de la Guerra Civil en 1937.
El
antropólogo forense Fernando Serrulla recuerda perfectamente aquel
día de agosto de 2010 en el que recibió una llamada, y condujo
desde su casa en Ourense hasta un monte de Burgos, para ver un
corazón naufragado en un océano de irremediables huesos. Allí, en
la exhumación de una de las mayores fosas comunes de la guerra, la
de La Pedraja, habían aparecido cerebros conservados dentro de los
cráneos de los asesinados. Y un corazón que dejó de latir en 1936.
“Cuando
llegué a la fosa me quedé alucinado. Llevo 30 años de forense y
nunca he visto nada igual”, rememora Serrulla, del Instituto de
Medicina Legal de Galicia. En aquella zanja, entre julio y noviembre
de 1936, los sublevados en el golpe de Estado habían escondido 104
cadáveres. Y al menos otros 31 en otra zanja vecina. Eran jóvenes
hombres de izquierdas. Fueron detenidos en los pueblos de la zona,
como Briviesca, Miranda de Ebro y Santo Domingo de la Calzada. Los
camisas
azules
los asaltaban por la calle y los encarcelaban. Luego, en las llamadas
sacas,
los sacaban de prisión, los subían a camiones, los asesinaban en el
monte y certificaban su muerte con un disparo en la cabeza.
80
años después, 45 de los cerebros y uno de los corazones de los
acribillados se mantienen, de manera insólita, conservados. “Son
los únicos casos conocidos”, afirma Paco Etxebarria, el forense
que dirigió la exhumación de la fosa de La Pedraja. La Sociedad de
Ciencias Aranzadi, ha participado en más de un centenar de
exhumaciones en España. Pero la Pedraja es excepcional. “Incluso
hay dos cerebros que tenían en su interior el proyectil de arma de
fuego con el que fueron asesinados”, detalla Etxeberria.
La
singular preservación de los cerebros y el corazón de La Pedraja
tiene una explicación científica. La fosa, señala Serrulla, fue
cavada en un terreno arcilloso, impermeable y extremadamente ácido.
Y aquel verano de 1936 fue frío y lluvioso. “La zanja era una
piscina. La mayoría de los cadáveres tenía un tiro en la nuca, así
que el agua entró en los cráneos. Y el agua no permite el
crecimiento de los microbios que provocan la putrefacción. Los
cerebros, con grasa, se saponificaron, se transformaron en jabón”,
relata Serrulla, que colabora como voluntario para Aranzadi. Su
análisis se ha publicado en
la revista especializada Science
and Justice.
(...)
“Los asesinos quisieron eliminar a las víctimas, aplastar a su
enemigo. Pero no pudieron acabar con sus ideas. Ni siquiera con sus
cerebros”, sentencia el forense.
Foto de 2010 del descubrimiento de los cadáveres en la fosa. |
Rafael
Martínez Moro, contratista de obras públicas como puentes de
piedra, fue uno de aquellos hombres tiroteados y enterrados en La
Pedraja. Fue asesinado el 3 de octubre de 1936. Tenía 44 años. Su
delito fue ser el presidente de la Agrupación Socialista de
Briviesca, un pueblo que por entonces tenía unos 3.500 habitantes.
Él es uno de los 15 cuerpos a los que se ha podido poner nombre y
apellidos gracias a pruebas de ADN. El dueño del corazón no ha
podido ser identificado.
El
hijo de Martínez Moro, Rafael Martínez Martínez, tenía 14 años
cuando mataron a su padre. Y había cumplido 90 cuando asistió a pie
de fosa a la exhumación del cadáver, junto a decenas de hijos y
hermanos del resto de asesinados. “No es digno que te digan que
tienes que olvidar que mataron a tu padre, como ha
dicho Mariano Rajoy”, lamenta Miguel Ángel Martínez Movilla,
nieto de Martínez Moro y representante de la Agrupación
de Familiares de las Personas Asesinadas en los Montes de Pedraja.
Martínez
Movilla, que trabaja como arquitecto en Briviesca, recuerda cómo los
miembros de Aranzadi iban sacando poco a poco objetos personales
mezclados con los huesos en la fosa: muelas de oro, gafas, abrigos,
alguna cartera. “Y de repente apareció el primer cerebro. Fueron
emociones muy intensas para los familiares que estábamos allí”.
La
existencia de los cerebros preservados no es una anécdota
científica. Al microscopio, todavía conservan estructuras
nerviosas. Y un estudio preliminar ha mostrado que uno de ellos tenía
una hemorragia subaracnoidea, una lesión típica tras un golpe en la
cabeza en vida. “Nunca habíamos tenido una evidencia de lesiones
traumáticas antes de la muerte. Es un indicio de torturas”,
destaca Serrulla.
El
forense recuerda que el relator de Naciones Unidas Pablo de Greiff ha
instado al Gobierno de Mariano Rajoy a dejar
sin efecto la ley de amnistía de 1977 y a investigar
judicialmente los crímenes del franquismo. Los cerebros preservados
en La Pedraja podrían ser una prueba en un juicio.
Serrulla
y Etxeberria recalcan que en España se han identificado unas
2.200 fosas comunes de la Guerra Civil, pero solo se han exhumado
300, con los restos de unos 7.000 asesinados. España, con más de
114.000 desaparecidos, es el segundo país del mundo con mayor número
de personas víctimas de desapariciones forzadas cuyos restos no han
sido recuperados, según
Jueces para la Democracia. El primer país es Camboya.
Miguel
Ángel Martínez Movilla, sin embargo, recuerda que la búsqueda de
su abuelo y el otro centenar de cuerpos empezó mucho antes. “Nos
empezamos a reunir en el monte en 1975”, tras la muerte del
dictador Francisco Franco. Los familiares sabían que los cadáveres
estaban enterrados por la zona, a unos 10 kilómetros de los
yacimientos de Atapuerca. Allí, en aquellas cuevas, en
1975 las
autoridades ya aportaban recursos para desenterrar restos humanos con
cientos de miles de años de antigüedad. “Es curioso, la cantidad
de medios que se destinan a Atapuerca y los pocos que se dedican a
encontrar a personas asesinadas hace 80 años, cuyos hijos y hermanos
todavía están vivos y buscando por las cunetas”.
Artículo
completo:
Foto del recorte del Amnistía con la noticia. (texto) |
Memoria
represiva bien cercana
Lo
que no contaban los media oficiales
Recordando
la represión continua contra las madres de presos políticos
Recorte
de la revista “Amnistía”, nº 10, febrero de 1984.
Cuenta
la detención, insultos y amenazas el 24 de enero de ese año a 10
madres de presos políticos en Madrid.
Como
todos los martes del año, se manifestaban por la amnistía frente al
Ayuntamiento de Madrid.
El
trato que recibieron fue de insultos y amenazas.
Al
salir en libertad, denunciaron la represión a los medios de prensa.
Sólo Radio 3 y la libre Radio Luna lo difundieron.
Sólo
les dio más fuerza para continuar manifestándose semanalmente
exigiendo la libertad para sus hijos e hijas encarcelados por hechos
políticos.
Pantallazo. (en el escenario con una pancarta con el lema del título) |
Las gentes del Bloque Dignidad que pretende desahuciar La Caixa reciben el caluroso apoyo del Barrio de Delicias durante el concierto de las fiestas del lunes 5 de septiembre en el Parque Delicias. #BloqueDignidad se queda.
A raíz de esta campaña han aparecido nuevas familias de la misma zona del barrio a las que también les ha llegado de La Caixa carta amenazando con desahuciarles durante el pasado mes de agosto.
https://www.youtube.com/watch?v=3lpdKTThNm0
Y ante la presión:
Bloque Dignidad se Queda… De Momento
http://asambleadelicias.blogspot.com.es/2016/09/bloque-dignidad-se-queda-de-momento.html?m=1
Y ante la presión:
Bloque Dignidad se Queda… De Momento
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