HAGAMOS
DE LA MEMORIA ANTIFASCISTA UN PRESENTE DE LUCHA Y RESISTENCIA
La
solidaridad de la URSS en la lucha contra el fascismo (I de II)
No
se puede hablar de la solidaridad y del apoyo a la lucha antifascista
en España a nivel internacional sin dedicar un apartado especial a
la ayuda recibida desde la URSS.
Fue
el país que rompió el bloqueo para la venta de armas a la República
decretado por el “Comité de No Intervención” que tenía por
objetivo ahogar la lucha antifascista mientras miraban para otro lado
cuando se trataba de la venta y suministro de armamento, cuando no de
la intervención directa de los nazis alemanes o los fascistas
italianos y portugueses.
Pero
también fueron los obreros, campesinos, hombres, mujeres y niños
los que desde primer momento comenzaron a enviar todo tipo de ayuda
para mitigar las penalidades que traía aparejada la guerra.
Una
ayuda que ha sido posteriormente, en el mejor de los casos ignorada y
ninguneada, tergiversada y manipulada.
Pero
lo que es una realidad es que los primeros barcos que llegaron con
ayuda fueron soviéticos y como la foto muestra, la llegada del buque
soviético Zyrianin en octubre de 1936, al puerto de Barcelona fue
recibido con una multitudinaria manifestación de reconocimiento a la
solidaridad del pueblo soviético, un reconocimiento que fue una
constante durante los tres años que duró la guerra y de las que
reproducimos algunos ejemplos a continuación. Estos papeles
históricos son tan importantes para desvelar a los verdaderos
solidarios con la España republicana, que haremos la entrega en dos
capítulos, que se pueden leer de forma independiente:
"La
Unión Soviética, a la vanguardia
Frente
a la actitud cobarde y suicida de Europa, la Unión de Repúblicas
Socialistas levanta en alto la bandera de solidaridad con el pueblo
español, que combate por sus libertades y por las de la Humanidad
entera.
Aparte
del dolor que nos produce la actitud de los Gobiernos democráticos
del mundo, inhibiéndose ante los sucesos de España, nos sentimos
fortalecidos por el alto espíritu de solidaridad de todas las
conciencias libres del mundo. De todas partes nos llegan palabras
llenas de la emoción profunda de las masas trabajadoras. Pero de
todas las voces la que más nos reconforta es la de la URSS, porque
es la voz unánime de todo el pueblo ruso: la voz franca y potente de
sus 170 millones de habitantes transmitida por medio de su Gobierno.
Ante
el temor infundado de las grandes naciones democráticas, ante las
dilaciones suicidas y cómplices de la Conferencia de “no
intervención”, la URSS ha dicho su palabra: Oigámosla: “Deseando
no permanecer en la situación de los que contribuyen
involuntariamente a una acción injusta, el Gobierno de la URSS no ve
más que una salida a la situación que se ha creado: devolver al
gobierno de España el derecho y la facultad de que gozan en la
actualidad todos los gobiernos del Mundo y dejar a los participantes
del acuerdo en libertad de vender o no vender armas a España”.
El
periódico “Izvestia” caracteriza la declaración del embajador
soviético en Londres, camarada Maisky, como la conclusión directa y
clara del acuerdo de no intervención.
La
declaración del embajador ruso en Londres ha sido acogida con
profunda satisfacción por los trabajadores soviéticos. En
numerosos mítines que han tenido lugar en Leningrado, Moscú,
Kharlov, Toula, Rostov y otras importantes ciudades, los
trabajadores, declararon apoyar decididamente la política firme del
Gobierno bolchevique para la defensa de los intereses de España.
En
un mitin celebrado en Dniepropretovsk, al que asistieron millares de
obreros, uno de los oradores declaró lo siguiente: “Saludamos con
toda efusión y calurosamente la declaración del camarada Maisky,
que expresa la voluntad y el pensamiento de los 170 millones de
ciudadanos de la URSS”.
La
Prensa publica una carta de los cosacos koljosianos del Don y del
Kuban, dirigida al heroico pueblo español, diciendo: “Nos
orgullece que nuestro grande y poderoso país haya sido el primero en
levantar su voz para la defensa de la joven y maravillosa República
española. Nos ufanamos de que actualmente resuene en todos los
rincones del mundo nuestro llamamiento: “¡Fuera las manos sobre la
España republicana!”. Resuene en el mundo entero, salve las
montañas, cruce los valles y los mares, hasta llegar a vuestras
trincheras y ciudades defendidas palmo a palmo nuestro saludo cosaco
koljosiano”.
Los
asistentes a las reuniones organizadas por los grandes centros
fabriles y establecimientos industriales de Leningrado aprobaron en
toda su extensión la actitud de la URSS, procediendo a nuevas
suscripciones a favor de las mujeres y niños de los luchadores
españoles.
Los
trabajadores de la fábrica de calzado “La Commune de París”, de
Moscú, que son 6000 aprobaron una moción en la que se manifiesta:
“Nuestro Gobierno tiene mil veces razón al declarar que no puede
tolerar la mentira e hipocresía de los Estados fascistas. Ya es
hora de oponer una barrera a la ayuda de los intervencionistas
fascistas”.
Esto,
en cuanto a la cuestión política. De todas partes de la URSS
continúan llegando a Moscú adhesiones y millares de kilos de
productos alimenticios, centenares de miles de calcetines, trajes,
zapatos y efectos destinados al heroico pueblo español."
Ayuda
nº 24, 21/10/1936
Dibujo: "Hagamos de la memoria..." (mani obrera con enormes puños de pancartas de mano) |
La
lucha del pueblo español, admiración de los trabajadores del mundo
entero. (…)
Desde
el primer momento nuestra heroica lucha despertó, no solamente la
atención, la curiosidad, sino también la admiración y el
entusiasmo de los trabajadores de todo el mundo, de todos los hombres
amantes de la libertad y la democracia, que veían en nuestra lucha,
no solamente una pugna entre dos tendencias, no solo una guerra civil
por el predominio de tal o cual política, sino la gran batalla entre
la democracia y el fascismo, en la que se juega, no ya la suerte de
España, sino la suerte de todo el mundo civilizado frente a la
barbare fascista.
Esa
admiración, ese entusiasmo por nuestra lucha, se tradujo en
manifestaciones de solidaridad hacia el pueblo español en armas.
La
solidaridad de los Sindicatos soviéticos
Fueron
los primeros, los Sindicatos de la Unión Soviética. Los obreros de
la Unión Soviética, que saben perfectamente lo que el fascismo
representa para los pueblos, que conocen por propia experiencia lo
que es el régimen de terror, de miseria, de hambre, de explotación
sin límites, por haberlo vivido bajo el zarismo… Pero la
solidaridad de los obreros soviéticos para con el pueblo español no
fue, no podía ser, una solidaridad platónica.
Ellos,
que han conocido los sufrimientos de una guerra civil larga y penosa,
los tormentos del hambre y del bloqueo, saben que la solidaridad es
algo más que sonoras declaraciones de admiración y simpatía. Saben
que es necesario ayudar eficazmente a los combatientes, ponerlos en
condiciones de resistir los embates del enemigo al abrigo de
privaciones. Y, dando rienda suelta a su espíritu solidario,
respondiendo al llamamiento de sus Sindicatos, los obreros soviéticos
acudieron presurosos a aportar su ayuda materia al pueblo español.
¡12millones
de rublos!
A
los pocos días, el 5 de agosto, los obreros soviéticos enviaban a
España más de 12 millones de rublos, producto de sus suscripciones.
Esta
acción de los obreros soviéticos fue el punto de partida para una
gran campaña de solidaridad en favor de los antifascistas españoles.
A partir de ese momento, no ha transcurrido un solo día sin que los
trabajadores soviéticos expresen, bajo todas sus formas, su
solidaridad con el pueblo español en armas. Los mítines en favor de
España reúnen a millares y millares de trabajadores; las
manifestaciones en las calles, con carteles alusivos a nuestra lucha,
son verdaderos ríos humanos; las recogidas de fondos no cesan un
momento. Dos barcos soviéticos han llegado ya a España cargados de
víveres para muchas mujeres, para los hijos de los combatientes,
para nuestros bravos milicianos. El pueblo soviético no quiere que
nuestros niños pasen las torturas del hambre que sus hijos pasaron
durante la guerra civil.
Y
esta acción de solidaridad no es la acción de unos cuantos: es la
acción de todo un pueblo que liberado de las cadenas de la
esclavitud económica y política, viven hoy alegre y feliz. En su
felicidad y en su alegría no olvidad nuestros dolores y
sufrimientos.
(…)"
Ayuda
nº 22, 17/10/1936
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