Un carcelero agrede en Murcia II al preso político vasco Kandido Sagarzazu
Kandido Sagarzazu fue agredido el martes 21 de mayo, por un funcionario en el penal Murcia II. Según informó Etxerat, el carcelero golpeó en el brazo al represaliado, natural de Donostia, produciéndole un hematoma de consideración.En un comunicado, la asociación, formada por familiares y allegados de los presos políticos, explicó que el funcionario se acercó a Sagarzazu «en actitud muy agresiva e inexplicable», y, al ver que el preso no le hacía caso, le propinó un fuerte golpe.
Tras sufrir la agresión, el represaliado fue conducido a aislamiento, donde permaneció durante 48 horas. Para mostrar su solidaridad con Sagarzazu, su compañero, Mikel Izpurua, preso también en Murcia II, realizó un plante para ser trasladado a aislamiento.
Dice
el ministro Díaz que en España no hay presos políticos...
Alternatiba.net
En
2011, la artista catalana Nuria Güell se propuso desvelar las
miserias del sistema penitenciario español exponiendo cartas, poemas
y dibujos de presos sometidos a régimen FIES. Este régimen
carcelario, ideado por el gobierno del PSOE en 1991, sirve para
mantener en aislamiento total a los reclusos que la institución
considera "inadaptados". Por alguna extraña casualidad,
esos "inadaptados" casi siempre son internos con conciencia
política, que defienden los derechos de otros presos y que se
atreven a denunciar los abusos de los funcionarios de prisiones.
Un preso FIES puede pasar hasta 23 horas y media diarias en una celda de aislamiento, y después de unos meses perderá la visión a larga distancia. Quizá no conoce el sueño porque por la noche sufre cada hora los portazos, los gritos y las linternas de los carceleros. Los cacheos en su cuerpo desnudo son una rutina. Todas sus comunicaciones son intervenidas y censuradas. Con suerte le permitirán tener dos libros en su celda, nada de panfletos revolucionarios.
Dice el ministro Fernández Díaz que en España no hay presos políticos porque es una democracia: "quien hable de presos políticos o de muertes políticas evidentemente puede incurrir en un delito". Porque en España no existe el Guantánamo del FIES. Porque en España, un militante anarquista como Amadeu Casellas, que robaba bancos para dar de comer a familias pobres, nunca fue catalogado como recluso "extremadamente peligroso". Porque Alfon nunca ha pisado las celdas de aislamiento españolas a causa de su militancia antifascista. Porque cientos de ciudadanos vascos jamás han sido torturados, incomunicados y encarcelados bajo la acusación genérica y jamás demostrada de pertenencia a banda armada.
En España no hay presos políticos. Que las cárceles españolas estén llenas de reclusos de clase baja, de militantes comunistas, anarquistas, independentistas, es una feliz casualidad. Que las cárceles españolas no acojan a banqueros genocidas, a políticos corruptos, a sanguinarios policías y militares, es un ejemplo de normalidad democrática. Que se os meta en la cabeza: los poderosos no pisarán nunca una cárcel porque son los putos dueños de las cárceles.
Imagen: carta del preso del PCE(r) David Garaboa Bonillo dirigida a Nuria Güell para su proyecto artístico.
Un preso FIES puede pasar hasta 23 horas y media diarias en una celda de aislamiento, y después de unos meses perderá la visión a larga distancia. Quizá no conoce el sueño porque por la noche sufre cada hora los portazos, los gritos y las linternas de los carceleros. Los cacheos en su cuerpo desnudo son una rutina. Todas sus comunicaciones son intervenidas y censuradas. Con suerte le permitirán tener dos libros en su celda, nada de panfletos revolucionarios.
Dice el ministro Fernández Díaz que en España no hay presos políticos porque es una democracia: "quien hable de presos políticos o de muertes políticas evidentemente puede incurrir en un delito". Porque en España no existe el Guantánamo del FIES. Porque en España, un militante anarquista como Amadeu Casellas, que robaba bancos para dar de comer a familias pobres, nunca fue catalogado como recluso "extremadamente peligroso". Porque Alfon nunca ha pisado las celdas de aislamiento españolas a causa de su militancia antifascista. Porque cientos de ciudadanos vascos jamás han sido torturados, incomunicados y encarcelados bajo la acusación genérica y jamás demostrada de pertenencia a banda armada.
En España no hay presos políticos. Que las cárceles españolas estén llenas de reclusos de clase baja, de militantes comunistas, anarquistas, independentistas, es una feliz casualidad. Que las cárceles españolas no acojan a banqueros genocidas, a políticos corruptos, a sanguinarios policías y militares, es un ejemplo de normalidad democrática. Que se os meta en la cabeza: los poderosos no pisarán nunca una cárcel porque son los putos dueños de las cárceles.
Imagen: carta del preso del PCE(r) David Garaboa Bonillo dirigida a Nuria Güell para su proyecto artístico.
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