Bandera Popular con texto "Ese día será, porque vosotros habéis sido". |
ISABEL
APARICIO
Más
muestras de denuncia, solidaridad y recuerdo.
-Pegatina
editada en Galiza
Foto. 13 abril Zuera. 5 pancartas en la alambrada de la cárcel. |
-ZUERA,
Homenaje a la dignidad
Crónica Homenaje Macrocárcel Zuera
Crónica Homenaje Macrocárcel Zuera
http://opiniondeclase.
5 Fotos homenaje a Isabel Aparicio en Zuera. (Reunión, 2 pancartas, el asfixiante control policial y homenaje de banderas Populares) |
"Al llegar a la cárcel de Zuera para protestar contra el
exterminio y el negocio que son las prisiones y para homenajear a la
presa del PCE (r) Isabel Aparicio exterminada en esos muros, un
previsible y numeroso control de la Guardia Civil esperaba. Nos
cachearon, registraron los coches y nos sacaron una pancarta dedicada
a Isabel que se encargaron de arrugar lo máximo posible y que al
devolverla lo hicieron con un: "¿De quién es la pancarta de la
pava?". Llamar "pava" a una presa asesinada lentamente,
y si les hubiéramos contestado con un "ratas" hubiéramos
acabado detenidos. Quienes siembran el odio recogerán odio
multiplicado."
Foto. Bandera Popular ante el Museo de la Evolución. |
-Burgos. Protesta popular ante la visita de la reina al Museo de la Evolución.
Listado de nombres manchados de sangre: Martín Villa, Fraga, Cejas, Chaparro, Conesa, Billy el Niño.... |
-Foto
de Billy el Niño, el torturador:
Cartel. Prisioneros de Loxicha Oaxaca Libertad!. (dibujo puños arrancar barrotes y en la libertad palomas en vuelo) |
México con sus presos políticos
Hola
compañerxs, el día de ayer me enteré de esta página y un compa me
comentaba que tal vez se pudiera difundir el caso de un
preso político acá en México. No es comunista, pero es una
injusticia, es una represión a la lucha de los pueblos de abajo.
Álvaro
Sebastián Ramírez lleva en prisión 17 años, es acusado de haber
pertenecido al EPR (Ejército Popular Revolucionario), de violencia,
terrorismo, conspiración, entre otras cosas que el Estado le ha
cargado. El caso de Álvaro no es el único, hay seis compañeros más
de La Región Loxicha. Sin tener pruebas de pertenencia al EPR sigue
en prisión. Los presos Loxicha han sido sometidos a torturas
psicológicas y físicas desde su detención, como es el caso de
Álvaro a quien lo desaparecieron
durante 11 días, hasta el momento no ha tenido un juicio justo:
Dibujo. (hombre apuntando con el dedo) |
Cartas
de lectorxs:
Breve
reflexión al calor de una constatación positiva.
Desde hace más o menos 6 meses, se lleva notando un cambio de actitud (que además parece mantenerse) en los manifestantes ante las fuerzas de orden público. Mucho se ha hablado de la función intimidatoria de los diferentes cuerpos represivos al acudir (sin que se haya producido problema alguno cuando la función de estos es precisamente actuar cuando se presentan) a las manifestaciones. Si no hay problema que sofocar, ¿a qué van? Pues muy sencillo: a intimidar, y a ejercer lo que los expertos en el tema llaman "represión preventiva", que consiste en registrar a los asistentes, pedirles el carnet para de esta manera ficharles ilegalmente como asistentes a ese acto, grabarles en vídeo, sacarles fotografías cara a futuras actuaciones, y demás.
Hay, no obstante, otra manera más aún de intimidar antes de que se produzca la correspondiente carga policial, como es la de avanzar de forma lenta hacia el grueso de la manifestación, con lo que algunos asistentes, por miedo a las cargas, a los pelotazos, a las palizas, a las carreras, a acabar en la cárcel, se retiran.
Pero cuando se produce la carga, hasta ahora generalmente ocurría lo que vulgarmente podríamos llamar una desbandada, que consiste en la retirada de los asistentes corriendo desorganizados en todas las direcciones.
Sin embargo, desde hace unos meses, concretamente desde la convocatoria el 14 de diciembre de 2013 de la plataforma "Rodea el congreso", la actitud que se observa en la gente es bien diferente, y no tiene nada que ver con la anterior:
frente a la consigna del "¡a correr"! que se venía practicando hasta ahora, se están imponiendo otras, que no pueden invitar a algo que no sea el optimismo revolucionario, tales como "vergüenza me daría ser policía", "¡resistencia!", "¡policía asesina!, o "¿secreta?, idiota, te crees que no se nota!".
Y la cosa no solo se queda en dichos gritos, sino que además va acompañada de el no retiro de la gente, haciendo frente a la policía lanzando todo tipo de objetos, tales como adoquines, piedras, botellas, tuercas, tornillos, petardos, cohetes, sillas de terrazas, haciendo uso de barricadas incendiarias para las que se suelen emplear contenedores frenando así el avance de los cuerpos represivos, presentando combate durante varias horas, siempre teniendo en cuenta además lo desproporcionado de los medios de una y otra parte.
Esto se vio muy claro el pasado 22-M, día en que se produjo lo que se dio en llamar "las marchas de la dignidad", una gigantesca movilización a la que acudieron desde todos los puntos del Estado más de 2 millones de personas. Ese día por primera vez en mucho tiempo, y como confirmación del cambio de actitud que subrayo, hubo más policías heridos que manifestantes, pese a los intentos pacificadores de los apagafuegos que querían dejarlos indefensos.
Como siempre que los acostumbrados a tener las costillas rotas por los palos de la policía, es decir, la mayoría de la gente, toma una actitud resuelta, consecuente o combativa, no puede faltar la consabida campaña de los medios de control de la información para deslegitimar y desacreditar estas lógicas actitudes resistentes, y decir "que todo el follón lo arman 4", que “no debe coartarse el derecho legítimo que la gente tiene para manifestarse con el uso de la violencia", que es justamente lo que hacen ellos, por cierto, y todo para no hacer ver una realidad más que evidente, que es la que me empuja al optimismo: la lucha de clases cada vez se da con más fuerza, y sobre todo, a diferencia de hace unos años, la gente está perdiendo el miedo a exigir responsabilidades a los culpables de su miseria, fruto de la elevación paulatina de su conciencia política.
El personal está harto de ver a un ministro o a algún jefazo por la tele pedir esfuerzo y al segundo conocer la noticia de que no han hecho más que engordar su fortuna con la crisis. La gente está harta, muy harta de ver como a su vecino, o a su primo, o a su hermana, o a ellos mismos les echan de casa para garantizar que el bienestar de los de arriba va a seguir así, ya que son estos afectados los que a la fuerza se lo costean. Y sobre todo, la gente se está dando cuenta de que hay una evidente contradicción entre la afirmación de que "estamos saliendo de la crisis", o incluso de que "ya estamos mejorando", y no se hace más que aprobar más y más leyes represivas.
Parafraseando al preso político del PCE(r) Paco Cela, "¡se está rompiendo el eslabón del miedo"!
Tenemos pues motivos más que de sobra para elevar la esperanza, y vemos que a este podrido Estado fascista le queda cada vez menos, sin perder de vista además que ya ha quemado su pata izquierda en ese intento por prolongar su existencia que fue la llamada "transición”.
Y para finalizar, una llamada de alerta: precisamente por eso, porque sabe todo lo anterior, el régimen intentará alargar su agonía presentando alternativas que nos venderán como ciudadanistas, es decir, con menor implicación de la "clase política", en beneficio de los ciudadanos de a pie. Ejemplo típico de esta nueva tendencia a la desesperada es la plataforma "Podemos", partiducho que se entrega al más rastrero servicio de lavarle la cara al fascismo.
Pero el pueblo no se dejará engañar, tiene muy reciente la traición de los partidos y sindicatos vendeobreros y sabrá verla a tiempo y darles su merecido.
Desde hace más o menos 6 meses, se lleva notando un cambio de actitud (que además parece mantenerse) en los manifestantes ante las fuerzas de orden público. Mucho se ha hablado de la función intimidatoria de los diferentes cuerpos represivos al acudir (sin que se haya producido problema alguno cuando la función de estos es precisamente actuar cuando se presentan) a las manifestaciones. Si no hay problema que sofocar, ¿a qué van? Pues muy sencillo: a intimidar, y a ejercer lo que los expertos en el tema llaman "represión preventiva", que consiste en registrar a los asistentes, pedirles el carnet para de esta manera ficharles ilegalmente como asistentes a ese acto, grabarles en vídeo, sacarles fotografías cara a futuras actuaciones, y demás.
Hay, no obstante, otra manera más aún de intimidar antes de que se produzca la correspondiente carga policial, como es la de avanzar de forma lenta hacia el grueso de la manifestación, con lo que algunos asistentes, por miedo a las cargas, a los pelotazos, a las palizas, a las carreras, a acabar en la cárcel, se retiran.
Pero cuando se produce la carga, hasta ahora generalmente ocurría lo que vulgarmente podríamos llamar una desbandada, que consiste en la retirada de los asistentes corriendo desorganizados en todas las direcciones.
Sin embargo, desde hace unos meses, concretamente desde la convocatoria el 14 de diciembre de 2013 de la plataforma "Rodea el congreso", la actitud que se observa en la gente es bien diferente, y no tiene nada que ver con la anterior:
frente a la consigna del "¡a correr"! que se venía practicando hasta ahora, se están imponiendo otras, que no pueden invitar a algo que no sea el optimismo revolucionario, tales como "vergüenza me daría ser policía", "¡resistencia!", "¡policía asesina!, o "¿secreta?, idiota, te crees que no se nota!".
Y la cosa no solo se queda en dichos gritos, sino que además va acompañada de el no retiro de la gente, haciendo frente a la policía lanzando todo tipo de objetos, tales como adoquines, piedras, botellas, tuercas, tornillos, petardos, cohetes, sillas de terrazas, haciendo uso de barricadas incendiarias para las que se suelen emplear contenedores frenando así el avance de los cuerpos represivos, presentando combate durante varias horas, siempre teniendo en cuenta además lo desproporcionado de los medios de una y otra parte.
Esto se vio muy claro el pasado 22-M, día en que se produjo lo que se dio en llamar "las marchas de la dignidad", una gigantesca movilización a la que acudieron desde todos los puntos del Estado más de 2 millones de personas. Ese día por primera vez en mucho tiempo, y como confirmación del cambio de actitud que subrayo, hubo más policías heridos que manifestantes, pese a los intentos pacificadores de los apagafuegos que querían dejarlos indefensos.
Como siempre que los acostumbrados a tener las costillas rotas por los palos de la policía, es decir, la mayoría de la gente, toma una actitud resuelta, consecuente o combativa, no puede faltar la consabida campaña de los medios de control de la información para deslegitimar y desacreditar estas lógicas actitudes resistentes, y decir "que todo el follón lo arman 4", que “no debe coartarse el derecho legítimo que la gente tiene para manifestarse con el uso de la violencia", que es justamente lo que hacen ellos, por cierto, y todo para no hacer ver una realidad más que evidente, que es la que me empuja al optimismo: la lucha de clases cada vez se da con más fuerza, y sobre todo, a diferencia de hace unos años, la gente está perdiendo el miedo a exigir responsabilidades a los culpables de su miseria, fruto de la elevación paulatina de su conciencia política.
El personal está harto de ver a un ministro o a algún jefazo por la tele pedir esfuerzo y al segundo conocer la noticia de que no han hecho más que engordar su fortuna con la crisis. La gente está harta, muy harta de ver como a su vecino, o a su primo, o a su hermana, o a ellos mismos les echan de casa para garantizar que el bienestar de los de arriba va a seguir así, ya que son estos afectados los que a la fuerza se lo costean. Y sobre todo, la gente se está dando cuenta de que hay una evidente contradicción entre la afirmación de que "estamos saliendo de la crisis", o incluso de que "ya estamos mejorando", y no se hace más que aprobar más y más leyes represivas.
Parafraseando al preso político del PCE(r) Paco Cela, "¡se está rompiendo el eslabón del miedo"!
Tenemos pues motivos más que de sobra para elevar la esperanza, y vemos que a este podrido Estado fascista le queda cada vez menos, sin perder de vista además que ya ha quemado su pata izquierda en ese intento por prolongar su existencia que fue la llamada "transición”.
Y para finalizar, una llamada de alerta: precisamente por eso, porque sabe todo lo anterior, el régimen intentará alargar su agonía presentando alternativas que nos venderán como ciudadanistas, es decir, con menor implicación de la "clase política", en beneficio de los ciudadanos de a pie. Ejemplo típico de esta nueva tendencia a la desesperada es la plataforma "Podemos", partiducho que se entrega al más rastrero servicio de lavarle la cara al fascismo.
Pero el pueblo no se dejará engañar, tiene muy reciente la traición de los partidos y sindicatos vendeobreros y sabrá verla a tiempo y darles su merecido.
Un
solidario. Euskal Herria.
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