La explotación conduce a la desesperación
Desde febrero de 2008 nada menos que 20 trabajadores de France Telecom se han suicidado y otros 12 lo han intentado quedando en tentativa desde el 14 de julio.En sus cartas de despedida los obreros responsabilizaban de su acción a factores laborales tales como la “sobrecarga de trabajo” y la “gestión mediante el terror”. El problema de la explotación en la empresa francesa es tan escandaloso que incluso Dominique Decèze ha editado un libro al respecto: “France Télécom, la machine à broyer” de (editorial Jean-Claude Gawsewitch).
También en España los expedientes de regulación de empleo autorizados en el primer semestre de 2009 afectaron a 325.456 trabajadores, doce veces más que en el mismo periodo de 2008.
Los afectados por un expediente de regulación de empleo pasaron de 27.288 en los seis primeros meses de 2008 a 325.456 en el mismo periodo de este año. Entre enero y junio, el número de expedientes autorizados se multiplicó casi por seis, hasta los 10.382 (frente a los 1.770 de un año antes).
El número total de expedientes ascendió a 11.097 hasta junio y afectó a 345.957 trabajadores, frente a los 48.966 del mismo periodo del año pasado. Hasta junio hubo 380 expedientes de regulación de empleo no autorizados (frente a los 99 del año pasado) para 8.686 trabajadores (13.167 en 2008) y 335 fueron desistidos que afectaron a 11.815.
El sector de la industria registró el mayor número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo, 261.285, casi quince veces más que en los seis primeros meses de 2008 (con 17.768). A continuación se situaron los servicios (con 51.350 empleados afectados, frente a los 6.763 de un año antes) y la construcción (9.031, frente a los 2.040). En el régimen agrario hubo 3.790 trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo hasta junio, frente a los 717 en el mismo periodo de 2008.
Sin horario de trabajo
Las condiciones laborales siguen deteriorándose a marchas aceleradas. La mayoría de los trabajadores no abandonan el puesto de trabajo hasta que concluyen sus tareas, aunque eso suponga hacer horas extras. Pero una cosa es hacerlo excepcionalmente y otra de forma continuada. Según una encuesta de Randstad, en este momento el 49 por ciento de los trabajadores españoles realiza horas extras a diario, un 33 por ciento lo hace ocasionalmente y sólo un 18 por ciento no alarga nunca su horario más allá de lo estipulado.
Hasta ahora, los obreros reclamaban el cobro de esas horas extra o las sustituían por días libres. Incluso hay quien negociaba una subida de su salario. Sin embargo, ahora muchos permanecen callados e incluso dan las gracias por tener que trabajar tanto.
La temporada estival servía en muchos sectores para reducir la jornada. Este año, lejos de lograr una mejoría en su horario, muchos obreros se han visto obligados a cubrir las vacaciones de sus compañeros, aunque eso haya supuesto tener que doblar su turno.
Una proposición de cambio de residencia asusta a muchos trabajadores, sobre todo a quien está hipotecado a una casa y a una familia. Pero tenía sus ventajas: solía estar ligada a una mejora en las condiciones laborales, sobre todo económicas.
La cosa también ha cambiado. Muchos capitalistas están exigiendo a sus trabajadores que modifiquen su domicilio (ciudad, provincia o país) por motivos laborales. Pero ya no se negocia. O lo aceptas o a la calle. Y dada la situación del mercado laboral en estos momentos, muy pocos se atreven a renunciar a ese cambio.
Para los parados, ésta era la última opción para encontrar trabajo. Pero ahora cualquier oportunidad es buena y la cifra de interesados en un cambio de aires ha subido como la espuma. Por ejemplo, el 69 por ciento de los obreros estarían dispuestos a cambiar de residencia por motivos laborales y un 46 por ciento de ellos aceptarían trabajar en el extranjero.
Hace un par de años los obreros jamás hubiésemos aceptado una reducción de nuestro salario. Ahora consentimos reducir jornada y salario para salvar nuestro empleo. En estos momentos, el 83 por ciento de los trabajadores españoles (un porcentaje bastante más elevado que el del resto de Europa) aceptaría reducir su salario y su jornada laboral con tal de mantener su puesto de trabajo.
En la multinacional Delphi, mientras la empresa anuncia que los obreros también trabajarán los sábados, mantiene su amenaza de aplicar un expediente temporal de regulación de empleo que afectará a 424 personas. Es paradójico que se quiera hacer trabajar los sábados en la plantilla, hecho que evidencia que hay trabajo, mientras se mantiene esta propuesta de expediente temporal de regulación de empleo.
La ampliación del expediente de regulación de empleo, aprobado por el Departamento de Trabajo, supondría 35 días más de suspensión de contratos, repartidos en diversos meses según las necesidades de los clientes de la empresa.La multinacional consideró que el expediente de regulación de empleo inicial era insuficiente, y pactó con el comité una ampliación que la empresa ha detenido, pero que asegura que aplicará más adelante para coincidir con las vacaciones de buena parte de la plantilla.
Las horas de trabajo de los sábados forman parte de una bolsa de 80 horas pendientes de recuperar por los obreros y que la empresa puede utilizar más adelante, incluso a lo largo del 2010, en lugar de ahora, un momento en que los trabajadores están pendientes de este nuevo expediente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario