-1925: Se celebra en Moscú el 1.er Congreso del Socorro Rojo Internacional. Se da tal impulso, que en pocos años hay Comités en los 5 continentes.
-1948: Los sionistas crean en Palestina el Estado de Israel.
-1955: Se constituye el militarista Pacto de Varsovia.
-1977: En Ortuella (Bizkaia), muere Manuel Fuentes Mesa, de 30 años. A la salida de una cena, 5 jeep de la Guardia Civil rodean a su cuadrilla, y dan un culatazo mortal a Manuel en la cabeza.
-1977: Ese mismo día, y dentro de la semana proamnistía, en Pamplona, Luis Santamaría Miquelerena, de 72 años, fallece a consecuencia del shock sufrido tras impactar varias pelotas policiales en su balcón.
-1977: En Bilbao, ese día los antidisturbios policiales dan una tremenda paliza al vecino Francisco Javier Núñez Fernández, de 38 años de edad. Cuando al menos ya puede andar, el día 17 va a denunciar tales hechos al juzgado de Bilbao. A la salida del mismo Palacio de Justicia, es secuestrado por un grupo fascista, que le obliga a beberse una botella de aceite de ricino y otra entera de coñac. Murió intoxicado a los 6 días de hospitalización, el 22 de mayo.
Métodos exactos a los ejercidos por la sanguinaria Falange entre 1936-1939.
-1994: Alejandro Gorraiz Ezkundia, civil y vecino, muere en Pamplona por inhalación de bote de humo de la Policía Nacional.
Convocatoria:
BILBO
Hoy, 19.30
TEATRO: “A ambos lados del muro”
Wilhelm Reich: otra víctima de la caza de brujas en Estados Unidos
El psicoanalista austriaco Wilhelm Reich fue otra víctima de la caza de brujas iniciada por el senador McCarthy en Estados Unidos contra intelectuales, médicos, científicos o cineastas a quienes se les acusó de ser comunistas o de ideas progresistas.
Reich había nacido en Austria, de donde tuvo que huir a causa de la propagación del fascismo por Europa. Fue un discípulo de Freud y trató de introducir el marxismo dentro del psicoanálisis. Siguiendo a científicos soviéticos, como Gurvitch, trabajó en el descubrimiento de radiaciones ultravioleta y fuentes energéticas internas al cuerpo humano. Reich llamó "orgón" a esa energía interna del cuerpo humano.
No pudo investigar en la Europa nazi ni tampoco luego en Estado Unidos, donde lanzaron una campaña de desprestigio, le aislaron y, finalmente, le menospreciaron.
En 1947 la FDA, organismo público encargado de la alimentación y los fármacos, inició su campaña de asedio. En 1950 el FBI se sumó a esta particular guerra. En 1953 comenzaron los ataques de asociaciones norteamericanas de médicos y psiquiatras. Luego la FDA trasladó su persecución a los tribunales manipulando la información: Reich y sus colaboradores fueron acusados de fraude.
Como en el juicio contra Galileo, nada mejor que los jueces para decir lo que se puede o no se puede investigar e imponer medidas represivas. La Fundación Wilhelm Reich no pudo comercializar los acumuladores de orgón, ni tampoco difundir sus libros y publicaciones.
Pero a la moderna Inquisición no le bastó con prohibir sino que necesitó destruir los acumuladores de orgón, las revistas y los libros publicados por la editorial del Instituto Orgón. En 1955 un grupo de terapeutas de orgón pidió el levantamiento de la prohibición pero la solicitud fue rechazada y el fiscal inició una acción por contumacia criminal contra la Fundación, contra Reich y contra su colaborador Michael Silvert por violar la orden de suspensión.
Al año siguiente comenzó el juicio en Portland con Reich y su colaborador detenidos, farsa que acabó con la condena de ambos a pena de prisión y una multa que debía pagar la Fundación. La FDA cargó un camión con los acumuladores, los libros, los folletos, las revistas y los boletines y los arrojaron a un incinerador el 23 octubre de 1956, incluidos los libros de Reich, a pesar de que no estaban sujetos a la sentencia.
Reich murió en prisión el 3 de noviembre de 1957 y todas sus notas científicas fueron destruidas. La Inquisición y las hogueras seguían vivas en Estados Unidos.
El psicoanalista austriaco Wilhelm Reich fue otra víctima de la caza de brujas iniciada por el senador McCarthy en Estados Unidos contra intelectuales, médicos, científicos o cineastas a quienes se les acusó de ser comunistas o de ideas progresistas.
Reich había nacido en Austria, de donde tuvo que huir a causa de la propagación del fascismo por Europa. Fue un discípulo de Freud y trató de introducir el marxismo dentro del psicoanálisis. Siguiendo a científicos soviéticos, como Gurvitch, trabajó en el descubrimiento de radiaciones ultravioleta y fuentes energéticas internas al cuerpo humano. Reich llamó "orgón" a esa energía interna del cuerpo humano.
No pudo investigar en la Europa nazi ni tampoco luego en Estado Unidos, donde lanzaron una campaña de desprestigio, le aislaron y, finalmente, le menospreciaron.
En 1947 la FDA, organismo público encargado de la alimentación y los fármacos, inició su campaña de asedio. En 1950 el FBI se sumó a esta particular guerra. En 1953 comenzaron los ataques de asociaciones norteamericanas de médicos y psiquiatras. Luego la FDA trasladó su persecución a los tribunales manipulando la información: Reich y sus colaboradores fueron acusados de fraude.
Como en el juicio contra Galileo, nada mejor que los jueces para decir lo que se puede o no se puede investigar e imponer medidas represivas. La Fundación Wilhelm Reich no pudo comercializar los acumuladores de orgón, ni tampoco difundir sus libros y publicaciones.
Pero a la moderna Inquisición no le bastó con prohibir sino que necesitó destruir los acumuladores de orgón, las revistas y los libros publicados por la editorial del Instituto Orgón. En 1955 un grupo de terapeutas de orgón pidió el levantamiento de la prohibición pero la solicitud fue rechazada y el fiscal inició una acción por contumacia criminal contra la Fundación, contra Reich y contra su colaborador Michael Silvert por violar la orden de suspensión.
Al año siguiente comenzó el juicio en Portland con Reich y su colaborador detenidos, farsa que acabó con la condena de ambos a pena de prisión y una multa que debía pagar la Fundación. La FDA cargó un camión con los acumuladores, los libros, los folletos, las revistas y los boletines y los arrojaron a un incinerador el 23 octubre de 1956, incluidos los libros de Reich, a pesar de que no estaban sujetos a la sentencia.
Reich murió en prisión el 3 de noviembre de 1957 y todas sus notas científicas fueron destruidas. La Inquisición y las hogueras seguían vivas en Estados Unidos.
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