Enrique Kuadra Etxeandia en Kale Gorria. 2002.

Memoria Histórica muy reciente:


Solidaridad con el movimiento pro-amnistía

Enrique Cuadra Etxeandia

(Texto publicada en Kale Gorria, Junio de 2002)

"Aprobada la remisión a Cortes del Proyecto de Ley de Prevención y Bloqueo de la Financiación del Terrorismo, su objetivo básico es inmovilizar todo tipo de transacciones y movimientos de capitales, así como prohibir la apertura de cuentas en entidades financieras cuando el ordenante, emisor, titular o destinatario de dichas transacciones sea una persona o entidad vinculada a grupos terroristas".

Esta Ley, como su mismo texto expresa, va contra todo ordenante, emisor, titular o destinatario de dichas transacciones, sea una persona o entidad, vinculado a grupos terroristas. Claro está, se supone, una vez visto lo visto, que serán esos mismos jueces que aplican la legislación especial para la represión política, y miran para otro lado ante la desagradable figura del cuerpo tumefacto por la tortura, quienes establezcan el grado de vínculo con los "grupos terroristas". Una vez dictada, por el juez-policía de turno, la "conexión" entre las organizaciones "terroristas" y el "entorno" todo será cuestión de "aplicar la ley". En realidad, estas medidas no van dirigidas, sólo ni principalmente, contra las organizaciones revolucionarias, políticas y guerrilleras que operan en nuestro país. ¿Es que acaso alguien se puede imaginar las finanzas de ETA o de los GRAPO gozando de las excelencias de los réditos bancarios?

En esta ocasión se ha situado en el punto de mira represivo a los colectivos ciudadanos, solidarios, sindicales y políticos que conforman el amplio movimiento de la resistencia popular y, dentro del mismo, se persigue un objetivo largamente codiciado por el régimen fascista: eliminar toda solidaridad con los prisioneros políticos, cuyo ejemplo de resistencia no sólo se proyecta sobre el pueblo, sino que supone un recordatorio permanente de la existencia de un régimen político no democrático.
 

Solidaridad.

El sentimiento de solidaridad con los represaliados políticos está profundamente arraigado en la conciencia de los pueblos de España. Nunca, ni en los momentos más negros del régimen fascista, se ha dejado de expresar el aliento solidario con ellos. Es más, en los momentos álgidos del desarrollo del movimiento popular antifascista, el movimiento pro amnistía siempre ha sido uno de sus acicates más importantes.

Los que vivimos las grandes movilizaciones políticas de masas que se dieron en todo el Estado español en las décadas de los sesenta y setenta sabemos bien de lo que hablamos. Las asambleas democráticas por la amnistía se implantaron con fuerza por todo el Estado, teniendo una especial relevancia en Euskal Herria, donde las movilizaciones por la amnistía supusieron la mayor manifestación de masas desde la Guerra Nacional Revolucionaria. De aquel amplio movimiento popular y solidario surgieron las Gestoras Pro Amnistía en Euskal Herria y la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos (AFAPP). Esta última comienza su andadura en denuncia de la no aplicación de la Ley de Amnistía del año 77 a los presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO (uno de los cuales, Francisco Brotons Beneyto, aún permanece en prisión).

Pues bien, es contra esa memoria histórica y solidaria, contra el grado de organización y sensibilidad popular que ha alcanzado el movimiento de solidaridad con los presos políticos, contra la que va dirigida ésta y otras leyes represivas. El siguiente paso será someterles a nuevas medidas carcelarias que hagan imposible el desarrollo de una vida digna dentro de las cárceles. De ahí a las "muertes en circunstancias extrañas” no hay más que un paso...

De cómo resulte el "ensayo" de imposición fascista que se está aplicando en Euskal Herria, extenderán y profundizarán las mismas medidas (ya lo vienen haciendo con determinados colectivos) a todos los resistentes. Por esto mismo debemos denunciar con fuerza la arremetida actual contra el movimiento pro-amnistía vasco. Y debemos hacerlo llamando a todos los movimientos ciudadanos, sociales, obreros y políticos que no tragan con la explotación y con la opresión; a los jóvenes que se les niega un futuro digno; a todos los que se rebelan contra la injusticia y la conculcación de los derechos más elementales de los pueblos... a unirse en un mismo torrente solidario y democrático y plantar cara, siguiendo el ejemplo de dignidad y resistencia de los presos políticos, al régimen fascista, monopolista e imperialista español.