Cartas
desde prisión:
Lucio
García Blanco (Preso político del PCEr)
Topas,
febrero 2013
Vaya
por delante un sentido saludo de resistencia a todos y todas. Así
mismo quiero expresar mi reconocimiento a los solidarios/as
salmantinos que no se han dejado vencer por las presiones y las
dificultades de diverso tipo que vienen teniendo y, finalmente, han
conseguido sacar adelante un acto como este. Un reconocimiento
extensivo por escribirnos y darnos voz a los presos/as políticos/as
a través de internet y otros medios; rompiendo así el muro de
aislamiento y silencio que se nos viene imponiendo mediante el
régimen de vida especial llamado FIES.
Por
otra parte, quiero destacar el espíritu de lucha y el nivel de
conciencia política antifascista que han demostrado distintos
colectivos políticos-sociales de la ciudad, para superar sus
diferencias políticas e ideológicas y lograran su unidad con la
constitución de una plataforma antirepresiva y de solidaridad con
los presos/as políticos/as.
En
mi opinión se trata de un paso realmente importante para desarrollar
la resistencia antifascista, precisamente en un momento en el que el
gobierno viene impulsado, entre otras cosas un reforzamiento de la
legalidad represiva de excepción para elevar las condenas de prisión
a los presos/as políticos/as hasta la condena perpetua así como
para poder criminalizar como “terrorismo de baja intensidad” todo
tipo de protesta de los trabajadores en la calle. Y cabe recordar que
de un año para acá ya han sido encausados por los jueces varios
cientos de personas por “atentado contra la autoridad o desacato a
las instituciones, provocar disturbios” etc. Con peticiones de
hasta cinco años de cárcel. Más a esto hay que añadir un muerto
por un impacto de una pelota de goma en una concentración de jóvenes
en Bilbao, y decenas de heridos graves por todo el Estado, algunos de
estos con pérdida de la visión de un ojo, roturas de costillas etc.
Con
toda esta escalada represiva no pretenden otra cosa que amedrentar y
frenar las luchas de los trabajadores y las masas populares en la
calle, para tratar de imponernos dos cuestiones fundamentales: por un
lado, dar un nuevo impulso a la estrategia que inició Aznar y
continuó Zapatero para hacer volver el régimen hacia atrás, a sus
orígenes más fascistas en los ámbito ideológico, político y
socioeconómico, territorial, etc. Por otro lado, cargar sobre las
espaldas de los trabajadores la crisis económica ya crónica del
capitalismo, que además del paro masivo, la precariedad laboral, los
desahucios etc. conlleva todo tipo de recortes sociales y una
drástica rebaja de la mano de obra, lo que nos haría retroceder a
las concisiones de hace un siglo.
Pero
esa vía, cada vez más represiva y reaccionaria que nos vienen
imponiendo no es ni mucho menos un síntoma de fortaleza sino un
reflejo de la debilidad y la profunda crisis de Estado en que se
hallan sumidos, como consecuencia del fracaso de todos los objetivo
políticos y económicos que se propusieron alcanzar con su reforma
institucional, así como por el desenmascaramiento de la guerra sucia
y sus crímenes políticos. Una debilidad y crisis política que se
acrecienta por momentos por el justo rechazo de los trabajadores a
todas sus instituciones, sumidas ya en lo más profunda putrefacción
y corrupción.
¡SI
SE PUEDE¡ Está en nuestras manos frenarles y hacerles retroceder
siempre y cuando la lucha de las masas en la calle vaya superando su
carácter fundamentalmente defensivo (de protesta contra las recortes
sociales y laborales), y suba de verdad a la ofensiva contra el
estado terrorista y el conjunto de sus ataques políticos y
sociolaborales. Y, para ello no cabe duda que nuestra mejor arma es
la de ligar la lucha contra los recortes sociales que nos quieren
imponer, a la lucha por la anulación de las leyes represivas de
excepción y la Ley de Partidos, por la conquista de las libertades
básicas de expresión, manifestación, asociación, el derecho de
autodeterminación de las nacionalidades etc., y la amnistía para
todos los presos/as políticos/as.
¡SI
SE PUEDE¡ Siempre y cuando pasemos de verdad a la ofensiva,
demandando una condena y ruptura tajantes con este régimen que se
impuso en 1939 mediante uno de los mayores genocidios de toda la
historia; y así mismo exijamos una depuración de responsabilidades,
no sólo de la etapa del franquismo, sino de la que ha dado
continuidad hasta estos momentos y sigue dejando un larga estela de
crímenes y sufrimiento en nuestro pueblo.
La
reivindicación de esas mínimas bases democráticas, para que todos
los partidos políticos y colectivos hoy ilegalizados podamos
difundir nuestros programas políticos libremente, y los trabajadores
también puedan defender sus demandas sociales y laborales sin ser
perseguidos y castigados, no cabe duda que contribuirá decisivamente
a promover la unidad entre todas las fuerzas en lucha para formar un
único y potente movimiento de resistencia contra esta dictadura del
gran capital. ¡SI SE PUEDE¡ Mucha fuerza, ánimo y adelante.
¡DENTRO
Y FUERA RESISTENCIA¡
Lucio
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