Cartas
desde prisión:
Arantza
Díaz Villar
Prisión
de Zaballa (Araba), 9 de abril de 2013
Aupa!!
Acá
estoy disfrutando de lo lindo del clima, del paisaje, de poder
escuchar opiniones diferentes a las oficiales emitidas en los medios
de comunicación que se oyen por tierras estremeras, de oír hablar
en euskera... En fin, aprovechando este paréntesis carcelario. Lo
cierto es que es una gozada ver monte, encima tan cerquita, abrir la
ventana y tenerlo justo ahí, casi casi lo puedo tocar, es algo que
no me esperaba. Teniendo en cuenta que durante seis años y medio, lo
que veía en frente de mi ventana era una garita (por suerte en esa
no había picolos), pues ahora estoy que no me canso de mirar por la
ventana para ver el trocito de monte que tengo ahí a ladito. Y es
que cuando vuelva otra vez para abajo el paisaje es completamente
diferente; logro ver campo pero eso, plano. Y solo a lo lejos, muy
lejos, puede verse que existe la montaña. Luego está lo del clima,
ya sé que estáis aburridxs del frío y la lluvia, pero yo estoy
feliz. Allá en Estremera el invierno ha sido ni chicha ni limoná,
ni ha llovido ni ha nevado, frío y viento. Y por fin he visto llover
como debe, como si se fuera a acabar el mundo jajaja. ¡Qué gozada!
Y vale que hace frío, pero yo estoy feliz, me abrigo bien y a dar
vueltas por el patio sintiendo como la cara se me queda helada.
Además en Estremera donde más frío he pasado este invierno ha sido
en el txabolo, a las tardes que es cuando yo estoy chapada, y es que
allí a las ventanas les falta una garra que las de aquí si tienen y
evita corrientes y que entre el frío. En fin que como podéis
comprobar, cualquiera diría que estoy de vacaciones jaja. Otro
puntazo es poder poner Hala Bedi y oír algo diferente, y no sólo en
opiniones, sino también la música. Y oír hablar en euskera
¡maravilloso! He de reconocer que esta mini estancia por aquí
aparte de disfrutarla me ha cargado pilas, y también me ha recordado
cuánto quiero esta tierra y cómo la hecho de menos. ¡Y a su gente!
claro está.
En
cuanto a la visita con mi amatxo pues muy bien, verla después de más
de 10 años ha sido maravilloso. La he visto muy viejita pero con la
cabeza bien. Y bueno, lo de viejita es normal, yo también tengo
miles de canas, el tiempo pasa para todo el mundo. En fin, disfruté
mucho la hora y media que nos dejaron y, como siempre, el tiempo pasó
volando.
A
ver qué más os cuento. Bueno, aquí no tienen costumbre de tener a
mujeres de 1er. grado, así que me tienen “aislada”. NO estoy en
un módulo de aislamiento, estoy en el que hay de 2º grado, pero
bajo al patio sola, de 8 a 9 de la mañana y de 2 a 5 al mediodía. Y
hasta las visitas me las han puesto en horario diferente, e incluso
tengo que solicitarlas yo, algo que nunca había tenido que hacer.
Cada cárcel tiene sus costumbres y hay que amoldarse a lo que haya.
La comida pues bastante normalita, hay días decentes y otros en que
como por pura disciplina. Lo mejor es que hay pescado rico, lo
preparan bien y se puede comer. Y es que el tema del pescado en las
cárceles es, digamos, que un pelín peliagudo. Hay veces que bien
bueno, comestible, pero hay otras que hay que engañarle con alguna
salsa para poder comérselo. Mayonesa, mostaza o lo que pilles. Pero
también hay otras veces en las que ni salsa ni leches, es cuando yo
suelo decir “a este pescado lo han matado a golpes”. En Ávila,
Olatz decía “este pescado no ha visto en su vida el agua”. Así
que poder comer pescado en condiciones es una de las cosillas que
también estoy disfrutando. Lo que sí se ve es que la comida es la
justa, cuestión esta generalizada a todos los macos estatales. Pero
tranquis, una de momento se mantiene, y sino que lo digan quienes me
habéis visto úktimamente en visita, sigo estando no de buen ver,
sino de ver bien, vamos, que se me ve perfectamente y nada de estar
flacucha, ¡para nada! Jajaja.
Por
acá ocupo el tiempo a la lectura, escribiendo cartas y haciendo
sodokus. Las manualidades se quedaron todas en Estremera. No tengo
muchas tampoco, pero alguna cosilla ando trabajando. El caso es que
me vine con lo justo, a todos los niveles, pues no me esperaba que me
tuviesen tanto tiempo aquí.
Lo
mejor de todo es para las visitas. La peñica que habéis venido me
dice “¿Por qué no te dejan aquí?”. Claro, en nada se llega, y
en media hora estáis en casita tomándoos un cafetito. El que impuso
la dispersión sabía muy bien lo que hacía. Tiempo, dinero, energía
y vidas; un gran desgaste para las familias y amigxs. Pues por mí
sin problemas, pero que me traigan para aquí a David eh? Jajaja.
Bueno
guapetonas y guapetones, poco a poco se me va acabando el rollo. Sigo
sin saber qué va a suceder con el juicio por la agresión en Brieva,
me sacaron en febrero al juzgado de Arganda del Rey para ver si me
ratificaba en mi denuncia y fue entonces cuando supe que seguramente
habría juicio. Pero sin saber si voy a tener que ir a Brieva o qué
van a hacer.
Espero
os gustase el saludico en forma de dvd que nos dejaron grabar , la
verdad que me aceleré como las motos, fue decirme el chico
“adelante” y notar cómo empezaba a sudar como si estuviésemos a
60º C. Espero os haya sacado una sonrisa.
Cuidaros
mucho y lo de siempre ¡portaros mal! Jeje.
¡Que
todo vaya muy bien! Besos y achuchones.
*No
os hacéis a la idea de lo bonito e importante para mí de recibir
las foticos con mi amatxu. Gracias!
Arantza
Arantza
partió de la cárcel de Zaballa el día 16 abril, durmió en la de
Soto del Real y el miércoles 17 llegó a la cárcel de Villena
(Alicante II), parece que para cumplir por parte de II.PP. el auto
del JVP de juntarla en la misma cárcel que su compañero David
Garaboa Bonillo, preso político del PCE(r).
C.P.
Villena-Alicante II, 03400 Villena (Alicant)
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