Dibujo. (estatua libertad es una calavera) |
La
lucha contra el terrorismo es un fraude también en Estados Unidos
Proyecto Salam: http://www.projectsalam.org/
Juan
Manuel Olarieta
Un informe de 175 páginas elaborado en el marco del Proyecto Salam para la defensa de los musulmanes en Estados Unidos ha analizado los casos de 399 personas incluidas en los ficheros terroristas del Ministerio de Justicia de Estados Unidos entre 2001 y 2010. La mayoría de las detenciones lo fueron en el marco de la llamada guerra contra el terrorismo desatada tras el 11 de septiembre.
El informe concluye que numerosos ciudadanos estadounidenses de confesión musulmana han sido injustamente perseguidos. Sólo en un 25 por ciento de los casos (99 personas de 399) las acusaciones versan sobre un apoyo material al terrorismo, el 30 por ciento de ellos están acusados de conspiración y algo más del 17 por ciento (71 personas en 399) de participar en operaciones encubiertas en el territorio. Finalmente, el 16 por ciento de ellas se basan en declaraciones falsas, mientras que los delitos relacionados con las leyes de inmigración no llegan ni al 6 por ciento de los casos.
Sólo 11 de los detenidos se pueden definir como una amenaza potencialmente significativa para Estados unidos, y las amenazas en realidad se basan sólo en tres casos: los hermanos Tsarnaiev y Nidal Malik Hasan.
Para proceder a las redadas indiscriminadas el FBI ha utilizado agentes provocadores para incitar a los supuestos terroristas a cometer algún delito. El FBI se dirigió a las personas que se habían manifestado contra la política de Estados Unidos para implicarles en asuntos prefabricados de armas, misiles o dinero.
El FBI ha aprovechado también a personas implicadas en faltas administrativas menores, como la falsificación de los documentos relativos a la emigración o a los impuestos para intimidar y manipular a los detenidos. Según el informe el objetivo del FBI era el de convencer a la gente de que vive bajo la constante amenaza de ataques terroristas y mantener el estado de excepción y la anulación de las libertades civiles.
Un informe de 175 páginas elaborado en el marco del Proyecto Salam para la defensa de los musulmanes en Estados Unidos ha analizado los casos de 399 personas incluidas en los ficheros terroristas del Ministerio de Justicia de Estados Unidos entre 2001 y 2010. La mayoría de las detenciones lo fueron en el marco de la llamada guerra contra el terrorismo desatada tras el 11 de septiembre.
El informe concluye que numerosos ciudadanos estadounidenses de confesión musulmana han sido injustamente perseguidos. Sólo en un 25 por ciento de los casos (99 personas de 399) las acusaciones versan sobre un apoyo material al terrorismo, el 30 por ciento de ellos están acusados de conspiración y algo más del 17 por ciento (71 personas en 399) de participar en operaciones encubiertas en el territorio. Finalmente, el 16 por ciento de ellas se basan en declaraciones falsas, mientras que los delitos relacionados con las leyes de inmigración no llegan ni al 6 por ciento de los casos.
Sólo 11 de los detenidos se pueden definir como una amenaza potencialmente significativa para Estados unidos, y las amenazas en realidad se basan sólo en tres casos: los hermanos Tsarnaiev y Nidal Malik Hasan.
Para proceder a las redadas indiscriminadas el FBI ha utilizado agentes provocadores para incitar a los supuestos terroristas a cometer algún delito. El FBI se dirigió a las personas que se habían manifestado contra la política de Estados Unidos para implicarles en asuntos prefabricados de armas, misiles o dinero.
El FBI ha aprovechado también a personas implicadas en faltas administrativas menores, como la falsificación de los documentos relativos a la emigración o a los impuestos para intimidar y manipular a los detenidos. Según el informe el objetivo del FBI era el de convencer a la gente de que vive bajo la constante amenaza de ataques terroristas y mantener el estado de excepción y la anulación de las libertades civiles.
El
comandante Jason Wright es uno de los abogados que trabajaba en la
defensa de Jalid Sheij Mohamed, uno de los supuestos dirigentes del
atentado del 11 de septiembre de 2001. En una entrevista concedida a
la radio pública estadounidense NPR el 26 de agosto anunció su
renuncia a la defensa y al Ejército por considerarlo como un juicio
farsa: "El Gobierno de Estados Unidos dice que es un juicio
justo, pero está trucando tanto la baraja que es difícil que pueda
ser considerado un juicio justo en ningún sistema del mundo",
dijo.
Aunque Mohamed fue detenido en 2003, no se presentaron cargos formales contra él hasa nueve años después y aún no ha comenzado el juicio. Su abogado dice que, sea cual sea el veredicto, lo más probable es que Mohamed no sea puesto en libertad. Ha comparado esta situación con la de los juicios de Nuremberg tras la Segunda Guerra Mundial, en los que el fiscal jefe prometió a los nazis que estaban siendo juzgados que serían liberados si no se les condenaba: "Tenemos un sistema en el que si una persona es absuelta no saldrá en libertad. Esa es la auténtica definición de un juicio farsa", ha argumentado Wright.
El abogado, que ha trabajado en el caso durante tres años, ha relatado otras circunstancias que dificultaban o impedían el desarrollo de su trabajo como abogado defensor, empezando por el hecho de que se debía presentar ante Mohamed con el mismo uniforme que llevaban los militares que le torturaron durante años. Mohamed es uno de los seis "detenidos de gran valor" de Guantánamo, todos ellos acusados de delitos por los que podrían ser condenados a muerte.
"Estos seis hombres han sido torturados por el Gobierno de Estados Unidos", ha afirmado Wright. En particular, Mohamed ha sido torturado "más allá de lo imaginable", sometido al método de interrogatorio del ahogamiento simulado o 'waterboarding' hasta en 183 ocasiones por agentes de la CIA, con privación de sueño durante periodos de hasta una semana.
"Siempre es difícil ganarse la confianza de un cliente, pero cuando añades la tortura a la ecuación es mucho más complicado", ha argumentado Wright, quien también ha apuntado a la presencia de micrófonos escondidos en los detectores de humo, lo cual rompe le principio de confidencialidad en las conversaciones entre un detenido y su abogado.
El militar y abogado ha tomado la decisión de renunciar después de que sus superiores rechazaran concederle un aplazamiento para un curso de formación que tenía que hacer tras su ascenso de capitán a comandante y que le obligaba a dejar el caso. "Sólo tenía dos opciones, o aceptar y dejar el caso y mis obligaciones para con mi defendido por decisión propia o negarme a cumplir la orden", ha explicado Wright.
Wright optó por la segunda opción porque consideró que supondría un incumplimiento del código ético el abandonar por decisión propia al cliente. "Cuando te niegas a cumplir una orden tienes que dimitir del Ejército", ha apostillado en la radio. "Tienes a unos abogados públicos que le dicen al acusado 'yo soy tu abogado, estoy aquí para ayudarte y voy a quedarme aquí hasta el final' y después el Gobierno, el mismo Gobierno que te tortura, el mismo Gobierno que quiere matarte, el mismo Gobierno que te da un abogado, se hace con el control con abogados defensores que vienen y van", ha argumentado.
Para Wright, quien llevaba nueve años en el Ejército y pasó 15 meses destinado en Irak, la decisión de Washington de juzgar a los presos de Guantánamo en tribunales militares conforme a las leyes vigentes en tiempos de guerra da licencia a los demás países del mundo para "crear tribunales militares secretos lejos del escrutinio público e incumpliendo del debido proceso".
"Dejamos a un lado nuestros principios constitucionales, aunque deberíamos mantenerlos sea quien sea el acusado, la Constitución ha sido absolutamente pisoteada en todo este proceso", ha argumentado Wright.
"Todo ello aparte del hecho de cómo Estados Unidos ha demostrado lo aborrecible que son sus dirigentes en cuanto al respeto de los Derechos Humanos y las garantías del debido proceso", ha añadido.
Antes de publicar la entrevista, la NPR se puso en contacto con el Departamento de Defensa, encargado de los juicios a los presos de Guantánamo, y defiende la negativa del aplazamiento del curso de formación de Wright. "El fiscal militar general denegó el segundo aplazamiento porque había un abogado defensor militar adecuado y competente disponible para la sustitución. El comandante Wright no era el abogado jefe ni el único abogado y así se garantizaba que el comandante Wright seguiría siendo competente y competitivo para su ascenso", ha respondido el Pentágono.
Desde otras instancias oficiales destacan además que "el encarcelamiento de Jalid Sheij Mohamed es perfectamente adecuado según la ley de conflicto armado y su encarcelamiento es apelable si se presenta una petición de habeas corpus en un tribunal federal civil de Estados Unidos".
Igualmente señalan que hay presos de Guantánamo que han sido devueltos a sus países de origen tras cumplir las sentencias a las que fueron condenados por estos tribunales militares especiales.
Aunque Mohamed fue detenido en 2003, no se presentaron cargos formales contra él hasa nueve años después y aún no ha comenzado el juicio. Su abogado dice que, sea cual sea el veredicto, lo más probable es que Mohamed no sea puesto en libertad. Ha comparado esta situación con la de los juicios de Nuremberg tras la Segunda Guerra Mundial, en los que el fiscal jefe prometió a los nazis que estaban siendo juzgados que serían liberados si no se les condenaba: "Tenemos un sistema en el que si una persona es absuelta no saldrá en libertad. Esa es la auténtica definición de un juicio farsa", ha argumentado Wright.
El abogado, que ha trabajado en el caso durante tres años, ha relatado otras circunstancias que dificultaban o impedían el desarrollo de su trabajo como abogado defensor, empezando por el hecho de que se debía presentar ante Mohamed con el mismo uniforme que llevaban los militares que le torturaron durante años. Mohamed es uno de los seis "detenidos de gran valor" de Guantánamo, todos ellos acusados de delitos por los que podrían ser condenados a muerte.
"Estos seis hombres han sido torturados por el Gobierno de Estados Unidos", ha afirmado Wright. En particular, Mohamed ha sido torturado "más allá de lo imaginable", sometido al método de interrogatorio del ahogamiento simulado o 'waterboarding' hasta en 183 ocasiones por agentes de la CIA, con privación de sueño durante periodos de hasta una semana.
"Siempre es difícil ganarse la confianza de un cliente, pero cuando añades la tortura a la ecuación es mucho más complicado", ha argumentado Wright, quien también ha apuntado a la presencia de micrófonos escondidos en los detectores de humo, lo cual rompe le principio de confidencialidad en las conversaciones entre un detenido y su abogado.
El militar y abogado ha tomado la decisión de renunciar después de que sus superiores rechazaran concederle un aplazamiento para un curso de formación que tenía que hacer tras su ascenso de capitán a comandante y que le obligaba a dejar el caso. "Sólo tenía dos opciones, o aceptar y dejar el caso y mis obligaciones para con mi defendido por decisión propia o negarme a cumplir la orden", ha explicado Wright.
Wright optó por la segunda opción porque consideró que supondría un incumplimiento del código ético el abandonar por decisión propia al cliente. "Cuando te niegas a cumplir una orden tienes que dimitir del Ejército", ha apostillado en la radio. "Tienes a unos abogados públicos que le dicen al acusado 'yo soy tu abogado, estoy aquí para ayudarte y voy a quedarme aquí hasta el final' y después el Gobierno, el mismo Gobierno que te tortura, el mismo Gobierno que quiere matarte, el mismo Gobierno que te da un abogado, se hace con el control con abogados defensores que vienen y van", ha argumentado.
Para Wright, quien llevaba nueve años en el Ejército y pasó 15 meses destinado en Irak, la decisión de Washington de juzgar a los presos de Guantánamo en tribunales militares conforme a las leyes vigentes en tiempos de guerra da licencia a los demás países del mundo para "crear tribunales militares secretos lejos del escrutinio público e incumpliendo del debido proceso".
"Dejamos a un lado nuestros principios constitucionales, aunque deberíamos mantenerlos sea quien sea el acusado, la Constitución ha sido absolutamente pisoteada en todo este proceso", ha argumentado Wright.
"Todo ello aparte del hecho de cómo Estados Unidos ha demostrado lo aborrecible que son sus dirigentes en cuanto al respeto de los Derechos Humanos y las garantías del debido proceso", ha añadido.
Antes de publicar la entrevista, la NPR se puso en contacto con el Departamento de Defensa, encargado de los juicios a los presos de Guantánamo, y defiende la negativa del aplazamiento del curso de formación de Wright. "El fiscal militar general denegó el segundo aplazamiento porque había un abogado defensor militar adecuado y competente disponible para la sustitución. El comandante Wright no era el abogado jefe ni el único abogado y así se garantizaba que el comandante Wright seguiría siendo competente y competitivo para su ascenso", ha respondido el Pentágono.
Desde otras instancias oficiales destacan además que "el encarcelamiento de Jalid Sheij Mohamed es perfectamente adecuado según la ley de conflicto armado y su encarcelamiento es apelable si se presenta una petición de habeas corpus en un tribunal federal civil de Estados Unidos".
Igualmente señalan que hay presos de Guantánamo que han sido devueltos a sus países de origen tras cumplir las sentencias a las que fueron condenados por estos tribunales militares especiales.
Proyecto Salam: http://www.projectsalam.org/
Relato de torturas a Mª José Baños Andujar. (acompaña un dibujo de torturado con cables de luz) |
“La tortura contra Euskal Herria 120 HORAS”
(2013) Castellano. Subtítulos en inglés. 40 minutos
Foto Amadeu Casellas. |
Audio
de “La voz de los sin voz”
Cartel II Alcuentros alternativos y populares de Bimenes. |
Convocatorias:
6
y 7 de septiembre ¡Asturies
en pie! convoca los II
encuentros alternativos y populares de Bimenes.
El
dinero que se recaude se dedicará íntegramente al apoyo a las
personas encausadas por participar en las distintas luchas laborales
y sociales que están teniendo lugar en Asturies.
La
clase obrera asturiana tiene que ponerse en pie y hacer frente a toda
la farsa institucional.
¡Nos
vemos en Bimenes!. ¡Nos vemos en la calle!.
Foto. (policía contra un chico en silla de ruedas) |
Denuncias:
Policía
democrática
“Los
policías me pegaban mientras les explicaba que sufro una minusvalía
psíquica del 69%”
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