Foto. Mesa de ponentes, con Kuadra, Olarieta y Balmón. |
Participan
Juan Manuel Olarieta, Enrike Kuadra y Pepe Balmón.
IV Jornadas por la Amnistía (celebradas en Carabanchel)
14 de febrero de 2015.
IV Jornadas por la Amnistía (celebradas en Carabanchel)
14 de febrero de 2015.
Audio y vídeo,
119 minutos. La voz de los sin voz:
Foto. (Bandera República Popular en balcón enrejado) |
Alarma
económica para mantener en el tiempo el peculio de lxs presxs
políticxs
Nadie
sufre tanto la crisis económica en la que han sumergido al pueblo
trabajador como los propios presos y presas políticas.
La
absoluta mayoría procedentes de la clase obrera, su situación al
ingresar en prisión es bien significativa. Pasan a depender
económicamente exclusivamente de sus familias, amigos o gente
solidaria. Desde hace muchos años, allá por el 76, casi nunca ha
faltado la aportación de muchísima gente para poder mandar los
peculios mensuales a lxs presxs, los enormes gastos extras
obligatorios y constantes (dentistas, gafas, otros gastos en relación
a temas médicos o de alimentación extra, ropa y calzado...), el
afronte de multas para cancelar condenas, etc, etc, etc. Y hablamos
de miles y miles de euros.
Pero
claro, la crisis endémica y definitiva del capitalismo ha ido
tocando cada día más y más a muchos padres y madres, hijas,
sobrinos o hermanas con familiares en prisión. Lo mismo decimos de
lxs amigxs o solidarixs con los presos políticos. Y ya no hay de
dónde ahorrar.
El
primer ejemplo de alarma se dio cuando la propia dispersión
penitenciaria hizo cada vez más difícil afrontar los enormes gastos
que las visitas a cárceles hasta a 1.000 km. de distancia suponían.
Lo hemos contado muchas veces. Las familias, amigos o solidarios
pasaban semanas -sino meses- ahorrando de aquí o de allá para
reservar en algunos casos 3 días de viajes y gastos para poder
visitar 40 minutos a un preso o presa política.
Por
hablar del otro lado de las rejas, lo mucho -por no decir todo- que
se han apretado los propios prisioneros políticos el ya mengüe
cinturón, hasta poder definir su situación económica como de mera
supervivencia económica.
Porque
todo son gastos allí dentro. Se paga por las tarjetas telefónicas
-de las cuales siempre se chupa extra Movistar 40 cm de cada-, por
los sellos y gastos de Correos, por los productos de limpieza si se
quiere vivir con una mínima higiene y que la cárcel proporciona en
términos muy insuficientes o nulos. Y acaso, con la bazofia en
comida que dentro suministran, ¿no necesitan comer un yogurt o un
litro de leche extra?. Pues ya hemos contado otras veces como los
economatos penitenciarios son más un negocio que un servicio.
Y
claro, por poner algunos pocos ejemplos precisos últimos, conocemos
como una madre y hermana de un preso político no pueden mandarle ya
dinero mensual, pues están con peligro de desahucio y sin trabajo, y
ya no pueden hacerse cargo como lo venían haciendo desde años. Lo
mismo que la familia de otro preso político, por parecidas causas.
Y
la necesidad imperiosa de nuevos pagos al dentista en una prisionera
con enfermedad dental. O afrentar la multa judicial si no queremos
que siga otro año más en la cárcel, ¡una presa política con
cáncer!. O...
La
crisis galopa como jinete arrollador, y se está creando una
situación que tenemos que incorporar al orden del día de toda la
solidaridad antirepresiva, en este caso en apoyo económico directo
al peculio de los presos-as.
No
es caso -que también- de apoyar con una aportación económica
puntual. El tema que tratamos de dejar claro es que muchxs presos
políticxs tienen muchos años de cárcel por delante. Y que los
peculios son mensuales, y que habría que elaborar por los propios
solidarios una especie de caja de resistencia para poder mantenerlos
en corto, medio y largo plazo.
¿Nos
ponemos entre todxs a ello?
Y
no olvidéis que el adquirir material de solidaridad también aporta
un poquito al saco común de peculios y gastos. Recordar pues la mesa
dominical de Tirso de Molina en Madrid, las mesas puntuales en
Galiza, Euskal Herria... o el pequeño catálogo de internet.
Aportaciones
económicas:
Cuenta BBVA
0182-5335-39-0201541863
(a
nombre de J.L. Fernández)
Citas 24 y 25 de abril. V. Hugo y T. Sankara. |
Aprender
y luchar, luchar y aprender.
Citas
del 24 y 25 de abril
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