lunes, 11 de junio de 2012

Enrique Kuadra Etxeandia, su situación en la prisión de DAROCA


Carta de Enrique Kuadra Etxeandia, sobre su situación actual

Cárcel de Daroca, 23 abril 2012


Aupa mozo:


Lo de “mozo” no es mío sino de uno de ETA que estuvo contigo cuando le detuvieron en el Hospital Penitenciario de Carabanchel, allá por el 92.


Muy bien ese acto por los presos; “La izquierda en España también tiene sus presos políticos”, rezaba por ahí una consigna muy atinada. Estando todavía en Sevilla me pareció ver en la tele la bandera de la república Popular en una manifestación. Me llamó la atención y hasta pensé si no habría visto mal. Está bien que esa bandera ande por las calles, incluso aunque quien la porte no sepa muy bien qué significa. Ya se lo explicarán.


Del gobierno ni te cuento. La velocidad emprendida para culminar la vuelta a los orígenes comenzada por Aznar, e inconclusa por razones de todos conocidas, es de vértigo. Al socaire de la crisis económica están promoviendo toda una política represiva –lo uno y los otro van unidos- que va a dejar la etapa franquista del régimen y al susodicho, como angelitos de la guarda. Nada que nos sorprenda, pero no por ello menos reseñable.


Tomo nota de los traslados que ha habido. Por cierto, no fueron los peperos los que decidieron sacarnos de Sevilla, sino los sociatas. Y es que la política de Interior es un continuo entre uno y otro gobierno. Anteayer recibí carta de Xaime desde Herrera. Me decía que se había enterado de mi traslado por la tele y que le parecía que mi ubicación en esta “morada” no era casual. Esto ya lo habíamos comentado en Sevilla cuando en septiembre me notificaron mi traslado a esta cárcel y a esta región. Aquí se produjo nuestro último operativo mortal, aquí está la familia de Cordón y aquí ejecutamos a un médico durante la huelga de hambre del 90… Si a esto le unimos las intenciones de los peperos de situar a los familiares de los caídos por dios y por la patria como auténticos fiscales ante supuestos beneficios penitenciarios (que por otra parte no existen), pues, como dice Xaime en su carta “blanco y en botella”. A todo esto hay que añadirle, además, los “apuntes” que me hicieron en Sevilla algunos subdirectores y demás personal, aparte del propio subdirector de seguridad de Daroca: “si usted es inteligente sabrá por qué le han traído aquí”, la cosa queda todavía más “en blanco y en botella”. Esa decisión ya fue tomada en tiempos de la Gallizo, aunque entonces y ahora quien decide es el Grupo de Especial Seguimiento Antiterrorista de Instituciones Penitenciarias, o sea la guardia civil.
 
 Así pues, tal como sospechábamos entonces, en nuestro caso concreto habían decidido que ya nos habían dado suficiente zanahoria y ahora nos tocaba el palo. Además, para dejar aún más clara la intencionalidad político-represiva del traslado, al compañero de ETA que estaba con nosotros le han ubicado en A’Lama, en un módulo de respeto con cinco compañeros, donde tienen de todo: sala informática, gimnasio, sala de estudios y manualidades, etc. Todo un “lujazo” como él mismo dice en sus cartas. A Xaime y a mí a galeras. Todo ello en función de las “diferentes realidades” que viven nuestros respectivos movimientos. De “tiempos ilusionantes”, que dicen los Otegi y compañía o de vuelta a los orígenes que decimos nosotros.



Acorde con esta situación general podemos encuadrar mi aterrizaje en esta cárcel. Aquí estuvo uno de los grupos de camaradas cuando dispersaron la Comuna de Soria: Sánchez Casas, Olegario Sánchez Corrales, Juan García, Balmón Castell… estuvieron aquí en el 88-89. Recuerdo que vinimos en una furgoneta gente de Euskadi a verles y ahora entiendo por qué insistían tanto en las condiciones insoportables que les habían impuesto y que más adelante darían lugar a la larguísima huelga de hambre de aquellos años.


De entrada nos aplican medidas de difícil trágala. Por un lado nos cambian de módulo cada pocos meses. Claro está, lo hacen entre los dos módulos peores. Esto es como si le cambiasen a uno de cárcel cada pocos meses, lo que impide un mínimo de estabilidad y de equilibrio. A lo cual debemos añadir mi situación física, que como es lógico, en estos momentos no es la más optima. De hecho, tuvieron que ser los de ETA los que el otro día me subieron mis pertenencias a la celda. Bueno, la parte de ellas que me entregaron.


Por otro lado, en las comunicaciones vis a vis con los familiares, a los presos les desnudan íntegramente y a los familiares el cacheo es palpatorio y sistemático. Además, en las salas de vis a vis hay cámaras que graban toda la comunicación, tanto en video como en audio. Semejante trato, a unos y a otros, no es precisamente un dechado de humanismo ni de respeto a la dignidad, sino todo lo contrario. Así que me veo ante la imposibilidad de poder tener vis a vis con mi familia. Iban a traerme a mi madre –de 89 años- pero lógicamente será imposible. Por cierto, al hilo de mi madre. A la mujer se le va con frecuencia la memoria y cada vez que le llamo me pregunta dónde estoy. Para simplificar le contesto que en Zaragoza. El otro día debía tener la memoria fresca y me dijo: “Yo he estado ahí”. Le pregunto a qué había estado en Zaragoza y me contesta: “Detrás del novio”. Luego me contó la historia completa. Venía a verle con la madre de mi padre porque “estaba preso de Franco” en un campo de trabajo en Zaragoza. Yo ya conocía la historia por haberla oído contar en casa. Y que mi padre había salido del campo medio muerto, tras sufrir tres pulmonías y dos neumonías porque le tenían en alpargatas y sin apenas ropa haciendo las vías del tren a Teruel. Ya ves, lo de la vuelta a los orígenes parece ser una cosa cierta.
 
Siguiendo con los aspectos del régimen carcelario de aquí. Me han retenido todo aquello que han considerado superfluo o “peligroso” para el buen orden y funcionamiento de esta “santa institución”. Es decir, el ordenador, el aparatillo para medirme la tensión, la mayor parte de los libros y la ropa, etc. etc. y eso que todo estaba autorizado por la prisión de Sevilla.



En el aspecto clínico, de momento me han suspendido las pruebas que tenía programadas en Sevilla. Una de cardiología y otra de neurología, más la de urología. Habrá que ver si esto, y todo lo demás, forma parte del tratamiento a seguir, a guisa de “recibimiento” o es la práctica habitual en esta cárcel.


No sigo con mis pesares para no aburrirte más. Como tú bien dices uno ya “tiene callo para bandear estas situaciones”. Al fin y al cabo no es más que una nueva batalla en diferente trinchera. Aun que la cosa no pinta nada bien. El tiempo dirá.


Bueno peñica, vaya por delante un abrazote a todos/as. Salud.


Enrique Kuadra Etxeandia
Prisión de Daroca
50360 ZARAGOZA

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