Portadas de revista Causa Proletaria, en su 40 aniversario. Ecuador |
Cartas
de lectorxs:
*Les
enviamos las más recientes publicaciones de nuestra organización
que incluye la edición especial por su cuarenta aniversario de
nuestra revista Causa Proletaria.
Con
la fuerza de los trabajadores romper las leyes de los explotadores.
MIR
ECUADOR www.mirecuador.nixiweb.com/
Che. Dibujo MPM 2012 |
*¿Porqué
soy comunista?
"A ver porqué yo era comunista". Recientemente una amiga me hacía esta pregunta, fácil en apariencia. Y yo, al querer responderle, la verdad es que sin pretenderlo le solté una auténtica "chapa teórica" (pensaría ella) y una auténtica "batería de argumentos razonados", pienso yo.
Le dije que yo era comunista porque había comprobado (ayudado por la historia) que el marxismo-leninismo era la ideología más efectiva para liberar a la clase obrera y masas populares de los yugos de la opresión y explotación. Porque veía en las liberaciones, fructuosas en unos casos, y fallidas en otros, los más reales y radicales movimientos de la clase obrera por su emancipación. Añadí que era comunista porque me dolía de igual manera el desahucio de una familia vasca, madrileña, valenciana o Granadina; que la aplicación de la "Parot" a los presos políticos independentistas, comunistas y antifascistas; las condenas a Georges Abdalla, o a Mumia Abu Jamal, o a Carlos el "Chacal". El desalojo forzado al que la policía militar brasileña sometió a más de 40.000 familias para construir el nuevo y "gran Maracaná", cara al mundial del año próximo; o las continuas masacres de los paramilitares y ejército en Colombia, pese a la existencia de un proceso de paz; o las terribles condiciones laborales de Bangladesh que provocan la muerte de mil trabajadores en un solo ¿accidente laboral?; o la muerte de cada militante revolucionario independientemente de la organización a la que pertenezca, etc...
Le dije que era comunista porque entendía que la clase obrera del Estado español no era ni mi enemiga ni mi rival en la obtención de votos, sino mi aliada natural junto a la que habré de embarcarme en la aventura de la destrucción de dicho Estado, priorizando además en las relaciones con los movimientos de liberación nacional, por ser estos los más conscientes de la opresión, prevaleciendo siempre lo que nos une sobre lo que nos separa.
Alegué además que me dolían de idéntica forma las injusticias cometidas contra cualquiera en cualquier parte del mundo.
Continué diciéndole que era comunista porque no era nada sectario, y apoyaba toda lucha existente en el mundo por la liberación de las clases obreras y populares, por la liberación de los pueblos, aun no coincidiendo totalmente en la forma en que esta sea llevada a cabo, pero sí viendo que toda resistencia a la opresión es legítima y deseable, y por lo tanto, digna de apoyar, siempre que no ceda en sus principios ideológicos.
Y terminé diciéndole que también era capaz de apoyar toda lucha consecuente contra el sistema capitalista, aunque no la llevaran a cabo otros comunistas, porque lo que valoro es su consecuencia y carácter democrático-revolucionario, procurando por encima de todo fortalecer la unidad antifascista, indispensable si un día queremos que se haga real la máxima que dice que "los nada de hoy todo han de ser".
"A ver porqué yo era comunista". Recientemente una amiga me hacía esta pregunta, fácil en apariencia. Y yo, al querer responderle, la verdad es que sin pretenderlo le solté una auténtica "chapa teórica" (pensaría ella) y una auténtica "batería de argumentos razonados", pienso yo.
Le dije que yo era comunista porque había comprobado (ayudado por la historia) que el marxismo-leninismo era la ideología más efectiva para liberar a la clase obrera y masas populares de los yugos de la opresión y explotación. Porque veía en las liberaciones, fructuosas en unos casos, y fallidas en otros, los más reales y radicales movimientos de la clase obrera por su emancipación. Añadí que era comunista porque me dolía de igual manera el desahucio de una familia vasca, madrileña, valenciana o Granadina; que la aplicación de la "Parot" a los presos políticos independentistas, comunistas y antifascistas; las condenas a Georges Abdalla, o a Mumia Abu Jamal, o a Carlos el "Chacal". El desalojo forzado al que la policía militar brasileña sometió a más de 40.000 familias para construir el nuevo y "gran Maracaná", cara al mundial del año próximo; o las continuas masacres de los paramilitares y ejército en Colombia, pese a la existencia de un proceso de paz; o las terribles condiciones laborales de Bangladesh que provocan la muerte de mil trabajadores en un solo ¿accidente laboral?; o la muerte de cada militante revolucionario independientemente de la organización a la que pertenezca, etc...
Le dije que era comunista porque entendía que la clase obrera del Estado español no era ni mi enemiga ni mi rival en la obtención de votos, sino mi aliada natural junto a la que habré de embarcarme en la aventura de la destrucción de dicho Estado, priorizando además en las relaciones con los movimientos de liberación nacional, por ser estos los más conscientes de la opresión, prevaleciendo siempre lo que nos une sobre lo que nos separa.
Alegué además que me dolían de idéntica forma las injusticias cometidas contra cualquiera en cualquier parte del mundo.
Continué diciéndole que era comunista porque no era nada sectario, y apoyaba toda lucha existente en el mundo por la liberación de las clases obreras y populares, por la liberación de los pueblos, aun no coincidiendo totalmente en la forma en que esta sea llevada a cabo, pero sí viendo que toda resistencia a la opresión es legítima y deseable, y por lo tanto, digna de apoyar, siempre que no ceda en sus principios ideológicos.
Y terminé diciéndole que también era capaz de apoyar toda lucha consecuente contra el sistema capitalista, aunque no la llevaran a cabo otros comunistas, porque lo que valoro es su consecuencia y carácter democrático-revolucionario, procurando por encima de todo fortalecer la unidad antifascista, indispensable si un día queremos que se haga real la máxima que dice que "los nada de hoy todo han de ser".
Un
comunista. E.H.
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