martes, 5 de abril de 2016

Carta de Victoria Gómez sobre el parlamentarismo.

Poster Victoria Gómez Presa política de los GRAPO.
Cartas desde prisión
Victoria Gómez Méndez

Cáceres II
25-6-2015

Querida E:

Esta vez la contestación a tu carta no lleva tanto retraso como la anterior... en la que yo andaba un poco liada con “curro acumulado”. Decirte, primero, que ya cursé mi instancia para renovar la lista de 10 amigos para el 2º Semestre... y tú vas incluida en ella. En cuanto tenga la nueva lista autorizada avisaré a casa para que le den el recado a C.
Por lo que me comentas en tu carta, también Cáceres se va uniendo a la tendencia en alza de darle la espalda a las mafias sindicales. Efectivamente, son los propios colectivos sociales los que tienen que definir su línea de actuación para que los vende obreros no los paralicen con su “verborrea analítica” y su reformismo intrínseco. Y qué duda cabe, que sea o no por vuestra labor en ellos, lo importante es que sigáis con ese trabajo.
En cuanto al tema “elecciones” y tus (vuestras) reflexiones al respecto: aunque puede parecer “simplista” un razonamiento de peso para no ir a votar lo oí de boca de peperos y galosos... aunque ellos, evidentemente, lo utilizaban para legitimarse ante aquel clamor popular que, durante el 15M, gritaba “No nos representan”. Venía a decir que ellos -y no la gente en la calle- eran los representantes legítimos ya que habían sido elegidos en las urnas. Dicho de otra manera, a la nuestra “si votas legitimas al Fascismo” que rezaba una consigna de pintadas y carteles, llamando al boicot, en los años iniciales de la “transición”. Una consigna que también significa hoy en día “si votas legitimas los desahucios, el paro, los contratos precarios, los recortes, etc, etc”. Pero, volviendo al argumento inicial, que no es tan simplista como puede parecer, ya que viene a resumir en pocas líneas un artículo leído en las pasadas elecciones generales, y que te copio ya que también aborda algunas de las reflexiones vuestras y que puede servir para una mayor clarificación:

[…] “la burguesía no desaprovecha un sólo instante para recordarnos lo importante que es ejercer el derecho al voto que tiene “toda persona de bien”. Nuestro voto siempre es importante para ellos, pero en épocas de grave crisis como la que vivimos se hace imprescindible.
En tales circunstancias los regímenes autodeterminados “democráticos” buscan con las votaciones un respaldo social que no tienen para poder legitimar su política canalla y antiobrera y a la vez poder acallar las protestas que pudieran derivarse de dicha política. Gracias a nuestros votos pretenden hacernos ver que somos los trabajadores los que les hemos dado autorización para apretarnos más la soga y nosotros se lo concedemos amablemente.
Todos y cada uno de los partidos institucionales (y todos los que aspiren a serlo) coinciden en el llamamiento “que nadie se quede en casa”-nos dicen- necesitamos vuestro voto para sangraros, nos omiten.
En nuestro país hay entre 9 y 10 millones de trabajadores que pasiva o activamente no confían en el régimen, en sus instituciones y partidos, no les votan y no les legitima. Casi 10 millones de ciudadanos entre abstenciones, votos nulos y blancos, un 37% del total del censo electoral que no legitima ni al régimen ni a su política. Pero nunca sale a relucir este dato, excepto para lanzarnos alguna que otra amenaza, como esa de “si no votas no tienes derecho a protestar”. De sobra saben que esa abstención les deslegitima y lo que temen realmente es que se vuelva activa, cobre cada día mayor fuerza y se torne en un hecho consciente, como está sucediendo recientemente.
Muchos obreros se preguntan ¿qué se consigue no votando? Otros argumentan que el derecho al voto es un derecho conquistado por la lucha, y que si algo válido y democrático nos queda es el poder elegir quien nos debe gobernar y poder “castigar” a quienes no hayan cumplido sus promesas; o sea, que los obreros y demás capas populares sólo podemos elegir a quiénes nos enviarán a la ruina.
Para nosotros, los comunistas, la abstención electoral no es cuestión de principios, sino de táctica. Desde el punto de vista táctico debemos establecer las formas y métodos de lucha adecuados que ayuden a las masa a elegir, a través de sus experiencias, su consciencia política.
Engels calificaba ya e su época el sufragio universal como “instrumento de dominación de la burguesía”. Aún así, siguió aportando durante un tiempo buenos resultados a la clase obrera en su lucha por acumular fuerzas y avanzar hacia la revolución. Sin embargo, el mismo Engels decía sobre la abstención en España: “también en España existía este derecho (el del sufragio universal) desde la 1ª República, pero en España todos los partidos serios de oposición habían tenido siempre por norma la abstención electoral (…) Los obreros revolucionarios de los países latinos se habían acostumbrado a ver en el derecho del sufragio una engañiza, un instrumento de engaño en manos del Gobierno” Como vemos, el desengaño viene de lejos, salvo en tiempos de II República con el triunfo del Frente Popular, los trabajadores en escasas ocasiones han acudido a las urnas con convicción y esperanza de conseguir alguna mejora y de avanzar en la conquista de sus derechos y libertades.
Cartas desde prisión. (mano saca carta entre alambradas)
También decir que, unos años más tarde, planteó el boicot al parlamentarismo de la siguiente manera :”¿Por qué nos negamos a participar en las elecciones? Porque si participásemos en las elecciones fortaleceríamos sin querer la fe del pueblo en la Duma y debilitaríamos de esta suerte el rigor de nuestra lucha contra el veneno de la representación popular. La Duma no es un parlamento, sino una engañiza de la autocracia. Debemos desbaratar esta añagaza, rechazando toda participación en las elecciones” (¿Debemos boicotear la Duma de Estado?)
Así el descrédito del parlamentarismo como método de lucha ha ido creciendo hasta hacer de él una verdadera parodia en la que no cree nadie. Y en un país como España es especialmente reseñable. El parlamentarismo español es un mero instrumento en manos del capitalismo monopolista que lo utiliza para dar apariencia democrática al régimen fascista.

También el boicot es un derecho. Lo que nosotros, los comunistas y antifascistas, debemos subrayar, es que un número considerable de “ciudadanos de bien” no se siente representado por esta casta política privilegiada y corrupta que no hace otra cosa que enriquecer a banqueros y empresarios a costa de empobrecer cada vez a más a los trabajadores. Este es el programa que unos y otros, por una cuestión de Estado, tendrán que poner en práctica cumpliendo con las exigencias patronales. Es decir, es la oligarquía financiera la que ordena y manda a través de su gobierno de turno (que una buena parte de los trabajadores ha supuestamente elegido) y la que impone todas y cada una de las medidas antiobreras y antipopulares que vienen aprobando y otras muchas que quedan por venir.
Come se comprenderá eso no lo podemos permitir por más tiempo. Además, la participación deja sentado que al igual que tu elección no ha conseguido apoyo suficiente (y ahí nos topamos con la dichosa ley electoral) debes representar a los que sí han conseguido dicho “apoyo”. De esta manera se neutraliza a los obreros bienintencionados que se han creído la farsa cuando ni tan siquiera está en cuestión la derogación de dicha Ley Electoral como se viene exigiendo. Cierto que la Ley Electoral es antidemocrática (¿hay alguna en España que no lo sea?) Pero aunque se reformara ¿de qué iba a servir? Estamos viendo como el mercadeo de votos de los minoritarios se convierte muchas veces en la llave para que los mayoritarios aprueben dichos planes antiobreros y antipopulares; cuando la verdadera cuestión reside en si el proletariado puede o no organizarse en las instituciones burguesas y desde ahí defender sus derechos y luchar por sus intereses de clase.
Pero la abstención sola no sirve. Ésta nos indica el grado de disconformidad pero no alumbra el camino a seguir. Cuando se, trata de poner fin a su Farsa “democrática” y de echarlos a todos de sus poltronas no basta quedarse en casa viendo la tele o salir de paseo. De hecho es otro de los objetivos que persiguen, que pasemos de todo para seguir haciendo lo que ya todos conocemos.
Ya hemos dicho que para nosotros la táctica del boicot no es una cuestión de principios, por lo que no es descartable la participación o el apoyo a determinadas candidaturas en momentos o fases coyunturales, como ya hicimos en algún momento (en el referéndum de la OTAN, en las municipales de Euskal Herria del 98 y europeas del 99). El Partido ha llamado a votar en los ocasiones en que con ello se contribuía a aislar al fascismo, a elevar la conciencia política de las masas y a organizarlas en la lucha más consecuente. En definitiva, para organizar la rebeldía y la desobediencia civil. Pero cuando la participación en sus mascaradas electorales a lo único que conduce es a debilitar el movimiento de resistencia popular en su conjunto y hacer dejación de un principio democrático, el derecho de resistencia de las masas explotadas y de los demás pueblos oprimidos, entonces el boicot es la única táctica consecuente.
Por tanto, hay que boicotear ésta y todas las demás mascaradas electorales. Hay que hace el vacío más completo en torno al régimen, sus partidos, su parlamento, sus sindicatos y demás instituciones oficiales, y hacerlos de forma activa. La indiferencia política y pasotismo no resuelven los problemas sino que los agravan.
Para ello debemos formar Comités pro boicot que fomenten la huelga general de electores por todo el Estado. Sólo de esta forma lograremos detenerlos para pasar después a batallas más decisivas. Este es, sin duda, el mejor camino para hacer activo el boicot a la próxima farsa electoral. Mientras que los partidos y sindicatos vende obreros trabajan para el régimen, conteniendo y desorganizando la lucha de los trabajadores, que para eso les pagan, los Comités pro-boicot y otra forma de organización similares, al no estar bajo el control del Estado, pueden acuñar más libertad y efectividad en las denuncias y adquirir un contenido más combativo. Hay que deslegitimar al régimen hasta aislarlo por completo, dando la espalda a sus farsas, y a la vez debemos ofrecer alternativas verdaderamente democráticas y revolucionarias haciendo por todos los medios que las masas participen en ellas. Para todo ello deben utilizarse todos los medios que tengamos al alcance más todos los que se nos ocurran. Desde los métodos asamblearios, la propaganda y la agitación mediante la pegada de carteles, tirada de hojas informativas, pintadas, pegatinas, difusión a través de periódicos o radios alternativas y un largo etc.”

Fin del artículo en el que, como verás y entre otras cosas, no se hace del boicot una cuestión de principios.
Dibujo. (mano sale entre rejas para tocar la de solidarix)
De forma que llevas razón cuando apuntas a la posibilidad de “dar apoyo” a formaciones políticas que defendiesen reivindicaciones pendientes para el movimiento de resistencia. Antes mencionabas el movimiento democrático y popular que saltó a la calle en aquellos días del 15M para decir que con su voto ¡No! No al paro, no a la precariedad laboral, no a los desahucios, no a la extorsión de los impuestos, no a la bajada de salarios y pensiones, No a la subida de precios, No a los privilegios de la Iglesia, No a los políticos, No a la monarquía antidemocrática, etc, etc. Sólo que, finalmente, ese movimiento fue preso del reformismo de los Podemos y compañía... que evidentemente, y a pesar de la euforia por ver desbancados de las poltronas municipales y autonómicas a los impresentables peperos, no va a solucionar -ni quieren ni pueden- ninguno de los graves problemas que acucian a las masas trabajadoras de este país. Lo que, en definitiva, apunta a que más pronto que tarde se produce una radicalización del movimiento y la posibilidad apuntada más arriba: que surjan formaciones políticas a las que sí se debería de “dar apoyo”, eso sí, sin dejar, como también señalas, el trabajo de clarificación, aunando fuerzas, para ir configurando los puntos de un programa democrático revolucionario:
  • Reducción de la jornada laboral. Trabajo para todos. Supresión de todos los contratos precarios. Restitución de las conquistas económicas, sociales y laborales que se han arrebatado a los trabajadores.
  • Cese inmediato de los desahucios. Vivienda digna y económica para las clases populares. Seguridad social, sanidad y enseñanza a cargo del Estado.
  • Plena igualdad de la mujer con el hombre en la vida económica, política y social.
  • Derecho de la juventud a recibir una formación íntegra, gratuita, un trabajo sano y bien retribuido, a contar con locales y otros medios para el libre desarrollo sus actividades.
  • Reconocimiento de todos los derechos laborales, políticos y sociales de los obreros inmigrantes. Derecho de asilo para los refugiados.
  • Supresión de todos los privilegios económicos y políticos de la Iglesia.
  • Derogación de las leyes y tribunales especiales de represión. Amnistía general para los presos políticos. Amplio indulto para los presos sociales.
  • Libertades políticas y sindicales plenas.
  • Derecho de autodeterminación de las naciones oprimidas por el Estado Español.
  • Salida inmediata de la OTAN y demás organizaciones militares imperialistas.
Es más que evidente que aunque Podemos triunfara como la Coca-Cola en las próximas generales, ninguna de estas reivindicaciones sería atendida.
En serio ahora, lo que es evidente es que la oligarquía financiera, que es quién “manda” en este país no se va a dejar arrebatar sus privilegios pacíficamente por muy democráticamente que se lo explicase la mayoría de la población, que para algo tienen al Ejército, a las Fuerzas Represivas, sus leyes , tribunales y cárceles. Esa es una realidad objetiva que tienen que ir asumiendo el movimiento de masas, a la vez que asume dicho Programa mediante la propaganda oral, escrita, la discusión...
En fin, espero que esta larga charla te haya aportado más argumentos para el futuro electoral. Un último apunte, relativo a “todo lo atado y bien atado que dejó Franco...” o más bien quien mandase y sigue mandando en este país: la oligarquía financiera. La “democracia” española tiene “trampa”, incluso antes de que se proclamase como tal. Para abrir un “tránsito a la democracia” lo primerísimo hubiera sido convocar una Asamblea Constituyente en la que estuviesen representadas todas las fuerzas políticas que lucharon contra el fascismo durante 40 años. Todas y sin condiciones impuestas de antemano. Pues bien, a los partidos políticos se les impusieron dos condiciones para su legalización. La primera, que no había discusión posible sobre la forma del Estado: sería una monarquía. La segunda, que tampoco se podía poner en tela de juicio la unidad de España. O la aceptaban o no había legalización. A esa imposición le llamarían luego “consenso”... y el PCE de Carrillo no pensaría en enarbolar la bandera tricolor en sus mítines.
Esta carta ya se ha alargado demasiado así que, en la próxima hablaremos del “patriarcado”. Término que, a mi modo de ver, utiliza el feminismo burgués para confundir y desviar la atención de verdadero origen de la doble explotación que sufre la mujer: el capitalismo. Y es que, en el fondo, subyace la idea de que la sociedad está dividida en sexos, que no en clases, que es la rueda del molino con la que pretende hacernos topar el feminismo burgués.
Finalizo con una pregunta ¿qué son las “Escuelas Libres” que mencionas en tu carta? Nunca había oído hablar de ellas y el tema me interesa.
Gracias, que decimos los que leyeron, por el pin... que no es uno, sino dos: el de “Cáceres Antifascista” y el de “Libertad Presos y Presas en lucha”
Un Enorme Beso

Victoria.

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